Literatura definitivo

Enviado por Chuletator online y clasificado en Español

Escrito el en español con un tamaño de 4,88 KB

Poseía: La década de los cuarenta:


surgen dos corrientes: -La poesía arraigada: los temas usuales son el amor, la familia, la fe católica, el paisaje castellano y el ensalzamiento del régimen, que se expresan a través de un estilo que busca la belleza y la perfección formal, con un lenguaje sobrio y equilibrado. Poetas de este grupo son Leopoldo Panero o Dionisio Ridruejo, y su principal representante, Luis Rosales. -La poesía desarraigada: los poetas ven el mundo como un caos angustioso, y sus temas se centran en una constante búsqueda del por qué de la existencia humana. Su estilo tiene gran fuerza expresiva, un lenguaje desgarrado y un tono dramático. Destaca Hijos de la ira de Dámaso Alonso. Otros autores son Victoriano Crémer y José Luis Hidalgo.

La década de los cincuenta:

domina la poesía social. Los temas más frecuentes son la situación de España, la injusticia social, y el anhelo de paz y de libertad. Por lo general, la lengua adopta un tono llano y conversacional. Los principales autores de esta época son Blas de Otero y Gabriel Celaya. Los primeros poemarios de Blas de Otero están ligados a la corriente existencial, y más adelante publica Pido la paz y la palabra, que revindica la necesidad de una lucha para lograr la paz y la libertad. La de Gabriel Celaya es una lírica con gran carga política, y destacan Las cartas boca arriba y Cantos iberos.

La década de los sesenta:

su eje es la preocupación ética por el ser humano. Sus temas son el paso del tiempo, la infancia, la amistad, el amor o la vida cotidiana, sobre los que se reflexiona a partir de la propia experiencia. En su estilo se aprecia un tono cálido y muy humano. Dentro de esta generación del 50 figuran autores como Claudio Rodríguez, Antonio Gamoneda, Francisco Brines, José Agustín Goytisolo, así como José Ángel Valente: dedica muchos poemas a la reflexión sobre la poesía y su proceso de creación. Algunos títulos suyos son Material memoria No amanece el cantor; y Jaime Gil de Biedma: sus poemas se caracterizan por la fusión de emoción y razón. Aborda temas como la amistad, el amor o la soledad. Su obra completa está comprendida en Las personas del verbo. Mención aparte merecen las figuras de José Hierro y Ángel González, quien ha reunido toda su poesía bajo el título Palabra sobre palabra. 


La década de los setenta:


surge la generación del 68 o de los novísimos. Integran influencias culturales y literarias muy diversas. Buscan la experimentación formal y emplean un estilo selecto, muy sensorial y preocupado por la belleza. Pertenecen a este grupo Félix de Azúa, Antonio Martínez Sarrión, Ana María Moix, Antonio Colinas, así como Pere Gimferrer y Leopoldo María Panero. Pere Gimferrer destaca por sus sorprendentes imágenes, el gusto por la palabra bella y por la evocación de artistas y de lugares con gran carga literaria. Algunas de sus obras más reconocidas son Arde el mar, La muerte en Beverly Hills Extraña fruta. Leopoldo María Panero poetiza la pérdida de la infancia y reflexiona sobre la poesía. Aparecen figuras míticas de la niñez (Peter Pan) junto a referencias literarias y cinematográficas, en obras como Así se fundó Carnaby Street Last river together.   

Poesía actual:

desde finales de la década de los setenta, se produce una eclosión creativa que se manifiesta en una gran diversidad de tendencias. -El neosurrealismo, recupera las metáforas innovadoras y el mundo de los sueños propios del Surrealismo, como hace Blanca Andreu. -El neoerotismo, es una poesía cultivada por escritores que transforman los tópicos de la poesía amorosa tradicional, y destaca la obra de Ana Rossetti. -La poesía de la experiencia, que recupera el compromiso ético y el tono realista, en la que el poeta traslada a su creación la experiencia vivida, a través de un lenguaje accesible y coloquial. Destacan Benjamín Prado y Felipe Benítez Reyes, junto con Luis García Montero: es el poeta más reconocido de la poesía de la experiencia y defiende la experiencia vital cotidiana como materia poética. Su estilo destaca por su dominio del ritmo. Algunas de sus obras son Diario cómplice, Las flores del frío o Habitaciones separadas. -La poesía clasicista, caracterizada por el anhelo de belleza, la sensualidad y una cuidada elaboración formal. Sobresale Luis Antonio de Villena: es el principal representante de la poesía clasicista, que aborda temas como el erotismo, el hedonismo, la juventud o la muerte, tratados con una óptica vitalista que rechaza la moral dominante. Son frecuentes las referencias culturales. Dos de sus libros más conocidos son Sublime solárium El viaje a Bizancio.

Entradas relacionadas: