Libertad de acción y elección
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-LA JUSTICIA MATERIAL: LA LIBERTAD
a.1) El dinamismo de la libertad
El término “libertad” es polivalente, ya que se utiliza para designar diferentes conceptos y realidades, aunque conectados entre sí.
Consideramos la libertad social, política y jurídica como el valor de la ética pública que se incorpora al Dcho, positivo y marca sus objetivos y fines. Podemos hablar de libertad de elección o psicológica y libertad moral.
Libertad de elección (o psicológica): nos permite elegir entre múltiples posibilidades y es base y condición de la moralidad. Es discutida por los deterministas, pero esta libertad es un rasgo antropológico; si actuásemos determinados y sin libertad de lección, no existiría la moralidad privada, que depende de escoger libremente un camino (De Salvación, de bien…).
Libertad moral
Es un fin, un ideal, quizá sea la utopía de la raza humana. En la historia se presenta con distintos perfiles, como emancipación de la necesidad, como elección de fines morales, como emancipación de la necesidad… Y todo ello desde distintas tradiciones filosóficas. Sólo podemos alcanzar la libertad moral con el adecuado ejercicio de la libertad de elección, y ésta es sólo consecuente cuando actúa para alcanzar unos fines. La libertad de elección es condición de la libertad moral y la libertad moral meta de la libertad de elección.
Este carácter abierto y dinámico de la moralidad como ética privada sólo seria posible en una situación en la que el individuo viviese aislado, pero ello no existe. El individuo vive en sociedad, en un contexto (económico, social y cultural) dado, y vinculado al contexto histórico; por ello nos interesa la idea de libertad como valor central de la ética pública, la libertad social, política y jurídica.
No se trata sólo de que cada uno alcance los fines propuestos por su ética privada, sino que los pueda elaborar en diálogo con los demás miembros de una comunidad.
En tres casos la acción de la libertad social, política y jurídica no debe favorecer la libre elección de opciones morales por los individuos: cuando ésta afecte a las posibilidades de elección y libertad moral de otras personas, cuando suponga daño al propio carácter dinámico de la libertad o cuando una imposibilidad de generalización y de ser propuesta como modelo de comportamientos los demás impida el apoyo de un sistema como un sistema como el jurídico. En los dos primeros casos nos movemos en el ámbito de las acciones, en el último, en el de un ser asocial que pretende realizar su preferencia sin apoyo del sistema jurídico.
22.- La libertad social, política y jurídica
La libertad social, política y jurídica es libertad para hacer lo que se quiera, para poder hacer lo que se quiera y para intervenir en la formación de los criterios de decisión política, es decir, de lo que se debe hacer.
La libertad para hacer lo que se quiera o protectora consiste en decidir libremente tu propio comportamiento y actuar sin obstáculos, barreras o coacciones de los poderes públicos o de cualquier otro grupo social o de un particular.
Es la libertad como no interferencia, que crea un ámbito de actuación inmune para el individuo, en el que nadie puede entrar. Protege ese núcleo que afecta directamente a la capacidad de elección y de decisión. Se desarrolla en derechos fundamentales como la libertad de pensamiento, de expresión, la libertad ideológica, de reuníón...
En definitiva, protege al individuo en la realización de sí mismo, de su intimidad y en las relaciones con los demás.
En lo que respecta al tercer aspecto, podemos decir que la libertad social, política y jurídica es la que existe para intervenir en los criterios de decisión política, es decir, de lo que se debe hacer. Es la libertad de participación, presente en la base de las normas de organización que establecen las elecciones periódicas o las que establecen la regulación del referéndum, así como en el derecho al sufragio o al acceso a los cargos públicos, que permiten contribuir al proceso de producción normativa. Son los derechos políticos.
En esta dimensión de la libertad se hacen necesarios los efectos de la libertad promocional. Las personas con necesidades sin satisfacer pueden ver obstaculizadas su libertad de participación debido, por ejemplo, a la falta de criterio por su incultura.