El Legado de Marx y Nietzsche: Ideas Clave para Entender la Sociedad Contemporánea

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Marx: El Contexto Histórico y la Emergencia del Proletariado

El pensamiento de Marx se desarrolla al final del Antiguo Régimen. En este período, la burguesía se fortalece y, gracias a la Revolución Industrial, emerge el proletariado como clase social. Ambos grupos, burguesía y proletariado, se oponen; los segundos defienden ideologías como el anarquismo, socialismo y comunismo, llevando a cabo una serie de revoluciones, algunas de las cuales contaron con la participación de Marx. En los países más avanzados, se establecen las bases de la democracia. La cultura se extiende en la sociedad, la ciencia y la tecnología avanzan, y el evolucionismo de Darwin influye en el pensamiento social. El positivismo, con Auguste Comte y su lema "orden y progreso" como principal exponente, se convierte en una de las filosofías más aceptadas. Marx será considerado el "Darwin de la historia", y Engels hablará de "socialismo científico" como la aspiración del marxismo. El utilitarismo buscará la reforma de la sociedad. Nietzsche, por su parte, se erige como heredero del irracionalismo, reflejando en su concepto de superhombre el impacto de Darwin.

Nietzsche: Un Contexto de Transformaciones y Crisis

El Marco Histórico-Cultural

El pensamiento de Nietzsche se desarrolla en la segunda mitad del siglo XIX, un período marcado por revoluciones y el conflicto entre la burguesía y el proletariado. Tras la unificación de Alemania, se impone el Estado liberal-nacionalista. Se despliega el colonialismo europeo, imponiendo los valores del continente al resto del mundo. Culturalmente, este período se caracteriza por una gran brillantez, especialmente en la literatura, la pintura y la música, con figuras como Wagner y Bizet. En el ámbito científico, se desarrollan conceptos clave como la energía y la evolución de Darwin. En filosofía, surgen el idealismo absoluto de Hegel, el positivismo de Comte y el utilitarismo de Mill, quienes proponen sustituir la religión y la metafísica por la ciencia para posibilitar el progreso humano. Feuerbach, por su parte, considera al ser humano individual y su libertad como el valor fundamental y único. Schopenhauer identifica la "cosa en sí" kantiana con la voluntad de vivir, un impulso irracional y ciego que provoca una lucha constante por la existencia y un profundo sufrimiento, del cual el ser humano puede escapar a través del arte.

El Vitalismo y la Crítica a la Moral Occidental

El Vitalismo

El vitalismo concibe la vida como una realidad polisémica, centrada en los vivientes concretos y como criterio de toda valoración ética o estética. Rechaza el racionalismo estéril y afirma lo trágico de la vida, a pesar de la muerte y el sufrimiento, incluso en ausencia de un Dios salvador. La vida es un proceso de creación y superación constante.

El Espíritu Griego

Nietzsche siente una profunda admiración por los griegos arcaicos, por su capacidad de afrontar el pesimismo y afirmar la vida apasionadamente. Para comprender a los griegos, distingue dos principios: lo apolíneo y lo dionisíaco. La filosofía de Nietzsche se convertirá en una suerte de sabiduría dionisíaca.

La Decadencia y sus Tipos

La decadencia es lo opuesto a la afirmación dionisíaca de la vida. En Grecia, la decadencia comenzó con Sócrates y Platón, agravándose con 2000 años de cristianismo. El hombre moderno se ha convertido, según Nietzsche, en un ser manso, servil, mediocre y sin horizontes.

La Crítica de la Moral

Nietzsche considera que la moral debe ser analizada como un problema. No existen valores en sí mismos, sino que son creados por el hombre. Todos los valores morales provienen de la voluntad de poder. Propone dos métodos para su análisis: el desenmascaramiento y el genealógico. Nietzsche aboga por una transvaloración, un cambio en la forma de valorar, para superar el nihilismo.

La Muerte de Dios

La muerte de Dios es, para Nietzsche, el acontecimiento más decisivo de la historia, un proceso ya en marcha. Los ateos han sustituido a Dios por la fe en otras cosas, pero su moral permanece intacta. El lema ilustrado "atrévete a saber", llevado al límite, ha matado a Dios. Las consecuencias son la desaparición del sentido, del fundamento... Ya no hay verdad absoluta, solo existe lo múltiple. La muerte de Dios puede ser tanto una liberación como el inicio de una nueva era.

El Nihilismo

El nihilismo es el resultado de la muerte de Dios, la pérdida de valor de todos los valores morales. La vida se percibe como absurda y el sufrimiento como insoportable. Nietzsche distingue dos tipos de nihilismo: de fuerza y de debilidad. Propone un diagnóstico del nihilismo para su posterior superación.

El Eterno Retorno

El eterno retorno postula que todo se repite sin inicio ni fin, en un círculo eterno. Es un abismo, una carga insoportable, pero su aceptación es clave para iniciar la superación del nihilismo. Representa la forma más extrema de nihilismo.

El Superhombre

El superhombre es el prototipo del hombre del futuro, libre de cualquier carga espiritual metafísica y capaz de soportar el pensamiento del eterno retorno. Deberá dejar atrás el nihilismo y decir sí a la vida.

La Transvaloración de los Sentidos

La transvaloración de los sentidos es llevada a cabo por el superhombre, quien sustituirá los ideales de nuestra civilización por unos nuevos, con perspectivas de existencia más audaces.

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