El Legado de los Austrias: Imperio, Economía y Conflictos en la España Moderna
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Las Bases de la Monarquía
Carlos I de Castilla y Aragón y V del Sacro Imperio, inició la trayectoria de la casa de Habsburgo o de los Austrias.
Los Dominios Territoriales de los Habsburgo
Carlos I recibió una fabulosa herencia: de su abuelo paterno las propiedades de Habsburgo, de su abuela paterna la herencia borgoñona, de su abuelo materno la Corona de Aragón y de su abuela materna la Corona de Castilla. Estos reinos, bajo un mismo monarca, carecían de capital y de instituciones comunes. Con Felipe II la Monarquía Hispánica perdió el título imperial, aunque incorporó Portugal a sus dominios.
El Régimen de Consejos
Los territorios de la Monarquía Hispánica estuvieron regidos por un gobierno polisinodial. A partir de Carlos V se configuró el Consejo de Estado.
La Hacienda bajo los Austrias
La política hegemónica de los Austrias conllevó la implicación en guerras que generaron muchos gastos. Las deudas de Hacienda se compensaron inicialmente con las remesas americanas de metales preciosos. Para muchos pagos se acudió a préstamos, juros, ventas de tierras y títulos.
Las Bases Económicas y Sociales de los Austrias
La Economía
Siglo XVI
Se produjo una expansión agrícola. La producción artesanal siguió orientada al comercio interior. Hubo un alza de precios propiciada por la llegada del tesoro americano. Finalmente, se produjo la bancarrota.
Siglo XVIII
En el Barroco se inició un periodo de paz, pero con la reanudación de las guerras, se generalizó una nueva crisis. La producción agrícola disminuyó. El incremento de señoríos obligó a los campesinos a abandonar sus tierras.
La Población
La peste, las malas cosechas, la expulsión de los moriscos y la emigración hicieron bajar la población, sobre todo en el interior.
La Sociedad
Sociedad estamental.
Austrias Mayores
Carlos V
Las Ideas Imperiales
Dedicó todos sus esfuerzos a configurar un imperio cristiano. Primero se presentó ligado al ideal humanista de su tiempo, más tarde imitó al Sacro Imperio Romano Germánico y formó la Universitas Christiana. A estos ideales universalistas se opusieron algunos reyes europeos y el espíritu de crítica religiosa protestante, que, al poner en duda el poder del Papa, también colocaba en entredicho la autoridad imperial como poder universal. Al fracasar en estos proyectos, se limitó a consolidar una posición hegemónica frente a las monarquías europeas.
Resistencias al Poder Imperial
A su llegada a Castilla fue recibido con desconfianza por sus nuevos súbditos. Las Cortes de Valladolid lo juraron como soberano con ciertas reticencias. Le pidieron que cesaran los nombramientos de extranjeros, que no permitiera la salida de metales preciosos, que aprendiera castellano y que tratara a su madre Juana con respeto.
Las Cortes de Aragón se negaron a aceptarlo hasta que no jurase sus respectivos fueros, lo que se acabó produciendo.
A la muerte de su abuelo, Carlos se convirtió en jefe de la Casa de Habsburgo y pretendiente al trono imperial. Al ser electivo dicho título, recurrió a comprar votos electorales con préstamos de los banqueros alemanes y subsidios de las Cortes Castellanas.
En las Cortes de Santiago de Compostela, pidieron recursos para pagar el viaje al imperio, pero se los negaron por no cumplir lo prometido en las Cortes de Castilla. En A Coruña, el obispo de Badajoz consiguió la aprobación de los subsidios.
Las Comunidades
Carlos marchó al Imperio y dejó a Adriano de Utrecht como regente en Castilla. El descontento se generalizó y se alzaron ciudades y parte de la nobleza. En un principio, el movimiento era de rebeldía contra los actos de su rey, pero adquirió un carácter antiseñorial en zonas dominadas por la nobleza. Con un programa reformista, los comuneros se organizaron en la Junta Santa de Ávila. Consiguieron tomar Tordesillas, donde ofrecieron la corona a la reina Juana.
Los comuneros perdieron el débil apoyo de la nobleza y Juana se negó a aceptar la corona. Los comuneros fueron vencidos en Villalar y sus jefes militares ejecutados. Con esto se anuló la resistencia de Castilla y los Austrias allanaron el camino para su política imperial.
Las Germanías
En la Corona de Aragón surgió el movimiento de las Germanías (Hermandades), con un carácter más social que político, ya que fue radicalmente antiseñorial y opuesto a las oligarquías urbanas. Con la peste, las autoridades abandonaron Valencia y las germanías se hicieron con el control y se declararon en rebeldía. Tras la derrota de los comuneros, un ejército imperial se dirigió a Valencia y acabó con este movimiento. El emperador impuso fuertes impuestos a las ciudades rebeldes.