La Celestina.

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La Celestina.

La celestina es una de las grandes obras literarias de toda nuestra literatura, importante tanto por la profundidad y complejidad de su temática, como por la perfección de su estilo.

Los problemas textuales y de autoría.

-la primera edición conocida, sin título ni firma, aparece en Burgos (1499) y consta de 16 actos.

-una nueva edición (Toledo, 1500) se titula la obra comedia de Calisto y Melibea y contiene unos versos, cuyas iniciales forman un acróstico que indica que su autor es Fernando de Rojas.

En los preliminares, el autor le cuenta a un amigo que ha encontrado escrito el primer acto y que, a partir de él, decidió redactar los 15 siguientes.

-ediciones posteriores (Sevilla ¿1502?; Zaragoza 1507) salen ya con el título de tragicomedia de Calisto y Melibea y cuentan con cinco actos más, hasta alcanzar los veintiuno con los que hoy conocemos la obra. No es hasta 1519 en Italia que se le da el título de La Celestina que ya es reconocida como el personaje principal.

Los problemas de género.

Por ser un texto exclusivamente dialogado, sin narración y sin apenas descripciones, unos la consideran una pieza dramática destinada solo a la lectura, no a la representación, ya que es su puesta en escena sería muy difícil por los diversos cambios de escenario y por la larga extensión de la obra. El género es la comedia humanística.

Por esta misma extensión, por la complejidad de la obra, por los diversos cambios espacio-temporales y hasta por la penetración psicológica de los personajes, otros incluyen La Celestina dentro de la narrativa, como una especie de novela dialogada o novela dramática.

Algunos autores piensan que Rojas intento crear una anti novela sentimental, es decir, una dura crítica de la novela sentimental que triunfaba en ese siglo.

Lo importante, sin embargo, no es tanto la delimitación de su género cuanto su innovación literaria, la ruptura que supone con la idealización de la literatura anterior y su originalidad, que hacen de La Celestina una de las obras capitales y más relevantes de nuestra literatura.

Los personajes.

La estructura, la acción y el conflicto dramático de La Celestina se asientan en buena parte en la coexistencia de los dos mundos.

Mundo de Celestina y los criados

Mundo de Calisto y Melibea

Estos personajes son pragmáticos, realistas, materialistas, rufianes, movidos por la codicia y los bajos intereses.

Calisto y Melibea tampoco son ningún ejemplo de virtud ni de altura moral, sino de amor sensual, hipocresía, egoísmo y ostentación.

Por primera vez, personajes de muy distinta condición conviven en una misma obra. Todos ellos están sujetos a grandes pasiones que les ciegan hasta provocar la tragedia y la muerte.

Personajes del mundo de Calisto y Melibea.

-Calisto: pertenece a la nobleza urbana y rica. No muestra ningún ideal caballeresco y está falto de todo interés cultural, social o militar. Vive ocioso, hace siempre gala de su enorme egoísmo y se deja arrastrar por su pasión, pues solo busca el goce de su amada. Carece de escrúpulos y acude al soborno y a la ayuda de Celestina y de los criados para conseguir sus fines.

-Melibea: también de familia noble y rica. Al principio se comporta como la amada esquiva del amor cortes. Pero cuando se enamora, es una mujer apasionada y ciega que no quiere oír un consejo, se deshace de sus ataduras morales, toma siempre sus propias decisiones y puede emplear diversas artimañas para conseguir sus propósitos, su decisión final de suicidio la redime como heroína del amor.

-Padres de Melibea (Pleberio y Alisa): están sujetos a los convencionalismos de la clase a la que pertenecen. Se preocupan, sobre todo, por el dinero y por las cuestiones materiales. Solo al final de la obra estos personajes cobran importancia.

Personajes del mundo de Celestina.

-Celestina: antigua prostituta, realiza ahora labores de alcahueta, hechicera y regente de un burdel. Es hábil, astuta y conocedora de las flaquezas de los hombres, así como de todos los recursos de su oficio. Esta falta de todo sentido moral y es también muy hipócrita. Su astucia queda cegada por su ambición, una pasión ciega que la llevará también a la muerte. Tiene antecedentes literarios (trotaconventos del Arcipreste de Hita) sin embargo, los supera. Es el personaje central de la obra y se ha convertido en uno de los caracteres más conseguidos de la literatura universal.

-Pármeno y Sempronio: son los criados de Calisto. En vez de servidores fieles, son más bien, violentos y ambiciosos. Se unen a la alcahueta para sacar provecho de la pasión de su señor.

Lenguaje y estilo.

Se usan dos niveles de lenguaje, el culto y el popular, adecuados a las situaciones y a los personajes.

Lenguaje de Calisto y Melibea.

Calisto y Melibea, y también Pleberio, utilizan un lenguaje culto y ampuloso, acorde con la alta clase social a la que pertenecen; los términos que utilizan son selectos, con inclusión frecuente de latinismos y frases largas y complejas, y recurren a citas procedentes de autores clásicos y referencias históricas.

Los propios criados de Calisto critican, en ocasiones, el retórico y elevado lenguaje de su amo.

Lenguaje de Celestina y los criados.

Celestina y los criados, pertenecientes a una clase social más humilde, emplean un lenguaje popular, lleno de viveza y dinamismo; términos populares, expresiones coloquiales, chistes e insultos; frases cortas, llenas de colorido, y apoyan sus razonamientos en refranes y sentencias del saber popular. Ello no impide que Celestina, cuando se encuentra con gente culta, utilice un lenguaje más culto y elegante, porque le interesa.

Lo medieval y lo renacentista.

La Celestina contiene dos mentalidades: la medieval que se va agotando y la nueva visión renacentista que se anuncia con fuerza.

Lo medieval.

Por un lado, la obra refleja el propósito moralizador en la muerte de amantes y criados como castigo divino por su vida desordenada. El autor encabeza su obra con una consideración didáctico-moral.

Lo renacentista.

Los aspectos relacionados con la nueva actitud renacentista son la sensualidad y la búsqueda del placer, el individualismo, el paganismo o la secularización de la vida.

Posiblemente, la moralización y la censura de las conductas de los personajes sean sobre todo una concesión cautelosa y obligada a la época y a las ideas y valores de la tradición medieval, pues el espíritu que anima el conjunto de la obra está sin duda más cerca de las ideas y valores del nuevo siglo.

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