El juego del laberinto

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EL PUENTE DE HIERRO.
Federica Lagos y Ríos llegan por fin , después de mucho remar al muelle donde estaba esperándolos Lagos. Ríos estaba vestido con el saco rosa de Federica. Iván en su laberinto, se preguntaba que estarían haciendo Ríos y Lagos. Mientras conversaban llegaron a las vías de un tren. Esta es una nueva pared del laberint: un puente cruzaba las vías. El puente había tenido alguna escalera, pero no había allí escalones de ninguna clase. ERA UN PUENTE DE HIERRO QUE Parecía QUE SE IBA A DERRUMBAR. Al lado del puente había una estación con gente. Hay un chico que esta leyendo un libro que en la tapa tiene un TORO. Anunciación dice que no es un toro, que es un TRICERATOPS: toro verde con 3 cuernos. A Anunciación le parece ver toros por todos lados. De repente viene el tren, sube gente, y al salir, Iván ve que hay como un toro de juguete, de plástico negro, atado del puente. Deciden que esa es una señal, que tienen que cruzar el puente. Deciden usar la SOGA que tenia Iván en la mochila. Encuentran un gancho en un vagón abandonado, para poder atar la soga y así cruzar el puente. Luego de varios intentos logran engancharlo y comienzan a cruzar. Es muy difícil porque la cuerda es muy finita. De repente se les cae la soga y quedan atrapados en el puente sin escaleras. Creen que van a tener que dormir ahí. Iván se saca el cinturón y lo engancha, era un cinturón largo. Con eso baja y de ahí salta. Anunciación lo sigue. Iván pierde su cinturón ya que queda enganchado en el puente. Anunciación le dice que le va a regalar otro para su cumpleaños. En lo de la familia Ríos, martín se despierta resfriado. Su mama esta preocupada porque el ingeniero Ríos, al revés que todo el mundo en Zyl, esta contento y cantando. Estaba planenado algo. Ríos se va a buscar a Lagos, para juntos ir al museo. Se encuentran con Canobbio limpiando las plantas en la entrada del Museo y Blanco y Negro PELEANDO. Le dicen a Canobbio que ellos siempre fueron enemigos. Ríos y Lagos le piden a Canobbio, quien cree que los chicos habían ido a ayudarlo a limpiar las plantas, lo que la profesora Daimino les había dicho, los papeles que pertenecían a Aab. . Canobbio les dice que algunos papeles hay, que esa ERA la casa de Aab. Los papeles que cree hay, son unos escritos donde se ocupo de los laberintos de Madame Aracne. Encontraron allí 4 cajas viejas que no tenían tapa. No encuentran allí nada que tenga que ver con los laberintos. Canobbio les aconseja ir al CEREBRO Mágico.EL LABERINTO EN EL LABERINTO.
Iván y Anunciación llegan a un parque de diversiones. Lleno de padres con chicos. De repente oyen a un chiquito que le pide a su papa que quiere que lo deje ir al laberinto. Lo encontaron en el fondo del parque. Una construcción cuadrada, no se veía nada desde afuera, y sobre la pared de chapa se veía una figura de un Minotauro.. Anunciación le dijo a Iván: “Estas en un laberinto y ahora encontrás un laberinto”. El laberinto dentro de un laberinto era uno de los trucos favoritos de Madame Aracne. Van a comprar entradas y las que las venden son unas melizas idénticas. Les preguntan por que quieren ir al laberinto, que el laberinto no es para chicos. Les dicen además que hace mucho que nadie entra al laberinto y que debe de estar todo sucio. Que antes el quiosquero disfrazado de minotauro, perseguía y asustaba a los chicos, quienes salían llorando desesperados. Las mellizas les dicen a los chicos que tengan claro que la entrada es la entrada y la salida la salida. Las dos le recitan a dúo a los chicos: “en encontrar la salida, a algunos se les va la vida”. Los chicos se fueron riéndose de las mellizas y vieron cosas escritas en griego en la pared. Entraron juntos al laberinto y ni bien lo hicieron, atrás de ellos, se cerro una puerta. Una melliza mando a la otra a poner en marcha el laberinto, ninguna de las dos quería. Cuando lo hace, el laberinto tiembla. Blanco y Negro se copiaban uno al otro en los diseños de los juegos de ajedrez y competían. Se miraban uno al otro con un telescopio. Haciendo esto, Negro ve como en la casa de blanco se mete un puma. Trato de llamarlo por teléfono pero no había línea, salio de su casa a los gritos, pero ya en Zyl no había nadie, hasta que tuvo que ir y entrar en la fabrica de Blanco. Era la primera vez en la vida que hacia esto. Iván y Anunciación encerrados en el laberinto, llegan a un espacio central a donde hay una estatua de Poseidón. El laberinto era chico, pero las paredes se movían en su interior y permanentemente les bloqueaba el paso de un lugar al otro. Había que saltar de un lado al otro para no correr el peligro de ser atrapado por los muros. En uno de los saltos Iván fue mas lento que el panel y le quedo el brazo apretado. Pego un grito de dolor Ni bien pudo sacar el brazo, abríó la mochila y busco la Brújula Apenas lo consiguió, se escapo de la pataforma giratoria, que era el punto de máximo caos. La brújula estaba medio rota, pero señalaba el Norte. Tenia que decidir donde estaba la salida. El sol se pone en el Oeste, por donde corrían las vías del tren, eso quería decir que las puertas del laberinto estaban en el Norte, y que probablemente, la puerta de la salida estuviera en el Sur. Habían visto tres lados del laberinto y en ellos no estaba la salida, debería de estar entonces en el cuarto lado, que daba contra la avenida. Con la brújula fija en la mano intenta dirigirse hacia el Sur, si bien era muy complicado. Los paneles se le movían, las luces se apagaban y prendían, hasta que por fin, llego al medio, al estanque donde estaba la estatua de Poseidón. Se agarro de ella para no caerse en el agua sucia. Anunciación seguía saltando entre los paneles. Ella no quería terminar en la fuente porque el agua le daba asco. Iván se pone a estudiar los movimientos de los paneles, que no eran librados al azar, eran movimientos que tenían una lógica. Si estudiaba la repetición, podía prever cual iba a ser el siguiente. El secreto de ese laberinto estaba en quedarse quieto y observar, y memorizar, aunque tuviera que meter los pies en el agua. Al rato, este lugar, que había sido tan extraño al principio, se le empieza a hacer familiar, Así pudo avanzar en dirección sur y por fin alcanzar la salida. Fue corriendo a la palanca que lo había puesto en marcha y lo paro. Sin el movimiento, anunciación encontró enseguida la salida. Se abrazaron. Iván tenia las zapatillas mojadas, culpa de Poseidón.

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