El Poder Judicial: Funciones y Legitimidad en el Estado Moderno

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¿Cuál es el Significado de la Función Política del Poder Judicial?

Objetivo

Definir el papel político del poder judicial, su institución, organización y funcionamiento en el contexto de la modernidad y el liberalismo (siglo XVIII). Abordaremos temas como el Estado y la sociedad, la política y la economía, los sectores público y privado, las rupturas ontológicas, las dicotomías, la ideología, el monopolio estatal de la fuerza y la legitimidad judicial.

El Poder Judicial: Un Órgano de Expertos

El Poder Judicial se define como un órgano de expertos cuya competencia reside en el derecho de la legislatura. Actúa como "boca de la ley" y se basa en el principio de doble grado de jurisdicción: tribunales nacionales (jueces) y juez ad quem (tribunales superiores). Su estructura se caracteriza por la burocracia, la competencia original y la jurisdicción de apelación. Su función principal es la interpretación y resolución de conflictos sociales, adaptándose a la lógica y estructura social cambiante. Se concibe como un órgano de la persona que es el Estado, con la función de ejercer la jurisdicción, adoptando una visión funcionalista y un lenguaje biologizante*.

*Cada órgano (por ejemplo, el poder judicial) es parte de un organismo vivo (por ejemplo, el Gobierno) y tiene una función.

El Poder Judicial en Relación con el Estado, la Sociedad y el Derecho

Al analizar el poder judicial, debemos considerar su relación con el Estado, la sociedad y el derecho del legislador. No existe en sí mismo, sino en relación con estos elementos. Todo lo que el derecho reconocido por el Estado está en el poder judicial para resolver conflictos (valor de ley - Estado - sociedad).

Es fundamental comprender el contexto histórico y social. En la modernidad occidental, particularmente en el marco del liberalismo, se observa una dimensión histórica que implica separaciones, rupturas, dicotomías que configuran la sociedad.

En el contexto del Estado organizado según la perspectiva liberal, existe una preocupación por el individuo, lo que lleva al Poder Judicial a protegerlo.

El Monopolio Estatal de la Fuerza

Según la concepción liberal, el poder moderno no es un fenómeno generalizado en la sociedad, sino que se centraliza en el Estado (a diferencia de la Edad Media, donde el poder se difundía en la sociedad). La fuerza es, por lo tanto, poder, ya que se concibe como monopolio del uso de la fuerza por el Estado. Las relaciones en la sociedad no se basan en la fuerza, sino en el deseo de ser libre. Las personas en la sociedad son iguales en cuanto a la eliminación del poder. Las obligaciones no se derivan de la fuerza, sino del deseo de ser libre.

Desde una perspectiva económica, la sociedad es el resultado de individuos libres de poder. Por lo tanto, las relaciones se basan en el deseo de ser libre, no en la fuerza. El poder se asigna al Estado. Todo depende del poder y la fuerza que la sociedad no puede tener, lo que resulta en el hecho de que la justicia sea administrada por el Estado.

El Poder como Función Organizadora de la Sociedad

El poder (Luhmann) tiene la función de organizar la vida en la sociedad, es decir, una función positiva (+). Se constituye como un monopolio estatal, pero este último debe garantizar el orden social (burgués) y el funcionamiento de la sociedad (capitalista). El Estado establece organismos reguladores para que la sociedad (la función) se cumpla (por ejemplo, el poder judicial). El poder es un bien social socialmente aceptable. La sociedad aspira a su fin y, a su vez, puede renunciar a él. ¡El poder no debe confundirse con la fuerza bruta!

Nota: El poder judicial no tiene poder, sino el poder legítimo del Estado. El poder judicial no tiene poder político constituido por elección, sino por selección. El poder es funcional (tiene una función: legitimar el Estado, resolviendo conflictos mediante la ley), en lugar de una función política (representar, lo que implica elecciones). No es representativo, sino que legitima al Estado. Por lo tanto, el poder judicial devuelve a la sociedad la imagen de un Estado capaz de resolver sus conflictos; el Estado es una garantía para la sociedad de que el poder judicial cumple su función.

Nota 2: El derecho a existir del poder judicial depende de los poderes ejecutivo y legislativo.

Nota 3: Estado: entidad abstracta del pensamiento como una persona que ejerce el poder para permitir la vida en sociedad.

El Poder Judicial como un Órgano del Poder Estatal

Se puede afirmar que el poder judicial es un órgano del poder estatal que comprende el cuerpo de expertos y técnicos que conocen la ley establecida por el legislador. Al ser un órgano de expertos, el Estado busca afirmar que, a pesar de ser un cuerpo, el poder judicial está libre de subjetividad y valores. Por lo tanto, es un canal por el cual la ley se da a conocer: la boca de la Ley**. Cabe señalar que la interpretación del poder judicial no produce una nueva ley, sino que es una interpretación mecánica y pasiva, la exégesis.
Sin embargo, las personas que conforman este equipo de especialistas son parte de una familia, tienen opiniones y valores subjetivos que inevitablemente influyen en sus decisiones. La visión funcionalista del poder judicial y el lenguaje biologizante intentan ocultar su sesgo político.
Desde el punto de vista de los fenómenos (hechos), existen relaciones entre las esferas. El punto de vista ideológico separa las esferas para organizar la sociedad de acuerdo con la separación. El mundo moderno está organizado a partir de las separaciones.

**Función de la Judicatura: decir el derecho dentro de los límites de la ley: la boca de la ley. No hay interferencia política, cultural, subjetiva. Poder Judicial como una máquina, un engranaje. Weber lo llama máquina, pero también burocracia.

La Cosa Juzgada

Decisión que no puede recurrirse. Legitima al Estado desde el momento en que el poder judicial es legítimo. Es una forma de proteger al individuo mediante la limitación del poder del Estado. Si la acción se prolongara indefinidamente, el Estado ganaría y el individuo perdería todo: el poder se convertiría en fuerza.

Nota: La visión funcionalista del poder judicial debe ser tomada como histórica, por lo tanto, la función puede cambiar con el tiempo. La visión misma del poder judicial debe ser neutral a la opinión política (destinada, por ejemplo, a ocultar el sesgo político y subjetivo).

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