Juan faus cardona" "salt

• El Salt:

  
  

Constituye un asentamiento al aire libre. Resultan particularmente destacable tanto

su ubicación geográfica como sus carácterísticas topográficas, que le proporcionan un amplio control visual sobre el territorio circundante y hacen posible el acceso fácil a los diversos biotopos existentes en el entorno, de recursos variados y abundantes.

Estos aspectos le confieren óptimas condiciones naturales de habitabilidad, que explican la elección de los cazadores-recolectores neandertales de este lugar para implantarse en los valles alcoyanos.

La historia de su investigación comienza en el año 1959, cuando Juan Faus Cardona, estudioso de la arqueología alcoyana, lo reconoce como yacimiento arqueológico.

En el Salt se han podido definir tres ámbitos de ocupación con marcadas diferencias funcionales.

La secuencia cronoestratigráfica y paleoclimática se estructura en 13 niveles que se organizan en 5 unidades sedimentarias, aunque la excavación del yacimiento en los últimos años ha permitido reconocer una mayor complejidad estratigráfica.

La industria lítica del Salt está integrada básicamente por rocas silíceas. Ocasionalmente también son utilizadas las rocas de cuarcita y las calcáreas, procedentes de los conductos cársticos abiertos por los alrededores del asentamiento.

El nivel de representatividad tecnológica de las diversas materias primas es desigual. El análisis tecnológico ha permitido identificar dos sistemas de producción principales: el Levallois y una forma de explotación paralela, totalmente opuesta al concepto Levallois.

El análisis de los elementos retocados sitúa esta industria entre las “ricas en raederas” de toda clase, a las cuales debemos añadir puntas, muescas, denticulados, perforadores y escasos raspadores y buriles.

Durante la campaña de excavaciones de 1987 se recuperaron 5 dientes humanos en el mismo nivel arqueológico (n.VI-V), muy afectado por la carbonatación, en el que las piezas dentarias aparecieron fuertemente atrapadas en las costra travertínica.

Taxonómicamente, estos dientes pueden ser asignados a Homo
Neandertalensis y representar, por tanto, algunos de los grupos de neandertales de cronología reciente, identificados en otros yacimientos de Europa occidental.

El conjunto de datos obtenido hace posible considerar el Salt como uno de los yacimientos clave del Paleolítico Medio del levante peninsular, que debíó funcionar como un centro de intervención referencial en todo el espectro de la secuencia analizada.

Desde un punto de vista paleodemográfico, este yacimiento se define por la sucesión de ocupaciones reiteradas de grupos relativamente numerosos, en un amplio arco temporal. Estas poblaciones debieron realizar desde el asentamiento una activa y variada intervención en el territorio a partir de la práctica cinegética y de la recolección de productos silvestres en los biotopos diversificados que lo envuelven, como también la captación de materias primas litológicas.

Las ocupaciones humanas revelen un carácter polifuncional. Al Salt se transportan las biomasas cazadas y, una vez en el asentamiento, se produce el tratamiento carnicero y se procede a la preparación culinaria y al consumo, todo esto documentado en los registros zooarqueológicos y en las marcas de carnicería en diversos instrumentos líticos, generalmente lascas que no han estado retocadas. De la misma manera, los grupos neandertales transportaron a este lugar materias primas, con la forma de grandes nódulos y grandes lascas, para tallarlas, y se llevaron además a término otras actividades artesanales, vitales para la reproducción del grupo:
El trabajo de la madera, la piel y el hueso.

Estas manifestaciones expresan una evidente organización espacial a partir del ordenamiento de zonas de actividad diferenciadas, las cuales se vertebran alrededor de una serie de estructuras de combustión que aparecen de manera reiterada y que centren los ámbitos de máxima intensidad de ocupación.

Por todo esto, se ha de afirmar que el Salt representa el proceso histórico de las poblaciones neandertales en los valles de Alcoy, desde una fase de apogeo (60.000-40.000 ca. BP) hasta la desaparición definitiva, después de un largo período de declive que se inicia hacia el 40.000 BP y que se alarga dentro del Würm III.