Jardines Felipe II: Los primeros jardines renacentistas en España

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Felipe II fue precursor de los jardines renacentistas en España. Desde joven, también tuvo gran interés por la botánica y ordenó una expedición a América para traer nuevas plantas y crear jardines. En sus cartas, comenta la belleza de los jardines portugueses, aunque allí no se habían introducido los principios renacentistas. Cuando se marchó a los Países Bajos, hizo varias paradas, entre ellas en Génova, una villa genovesa renacentista con cambios de nivel, un eje axial y la cuadrícula típica del renacimiento. En ese largo viaje, conoció varias ciudades alemanas y de los Países Bajos, donde se habían asumido los principios del renacimiento italiano en cuanto a la articulación del eje axial. Los jardines se conformaban con cuadros geométricos con reminiscencias de las plantaciones de flores. Tanto en Alemania como en los Países Bajos, las flores se situaban en compartimentos cuadrados y cerrados, unidos o no a la villa. En Inglaterra, los jardines tenían forma de nudos, un compartimento geométrico típicamente inglés. Con María Tudor, Felipe II se estableció durante un tiempo en Hampton Court. Allí, se encontró con elementos geométricos y una gran riqueza floral que también vio en las partes centro europeas y que introduciría en los jardines del renacimiento español.

Aranjuez (XVI):

Carlos V, cuando Felipe II era todavía príncipe de Asturias, le había ordenado que, con diferentes arquitectos, interviniese en las puertas que rodeaban al real sitio. Aranjuez supone la introducción de un pensamiento humanista, puesto que era para estar largas temporadas. Estudiemos el jardín de la isla y el proyecto de Juan Bautista de Toledo con el jardín del rey y de la reina. Juan Bautista de Toledo había dado mayores dimensiones en la fachada para coger los jardines del rey y de la reina, que dan importancia a la adecuación de esos jardines a la italiana, cerrados, con una organización medular. En las inmediaciones del palacio, el jardín del rey y de la reina, jardines secretos a la italiana, el jardín del rey tenía una serie de compartimentos geométricos con diseños que derivan del tratado de Serbio y con plantaciones de flores. El jardín del rey era un jardín de emperadores que tenía una serie de nichos para albergar toda una serie de bustos de emperadores romanos, tenía mirto y flores con fuentes. Al otro lado, el jardín de la reina tenía las mismas características que el jardín del rey. Felipe II encargó a Juan Bautista de Toledo el proyecto del jardín de la isla, que no forma un eje de simetría con el palacio, seguramente por la tradición que había de que esa isla artificial estuviera ajardinada desde tiempo inmemorial. Es un jardín renacentista bidimensional que no forma un eje axial y de simetría con el palacio. Lo que hace es un fuerte eje axial reforzado con fuentes y divide el jardín en 8 rectángulos frente a los criterios de otros jardines porque piensa que los rectángulos se ajustaban más a la irregularidad del terreno del jardín de la isla. El eje axial se alarga hasta la llamada isleta. En estos primeros momentos, las fuentes estaban dedicadas a Diana, Neptuno y Hércules, más tarde se introdujeron otras debido a la mala conservación de estas primeras. En el jardín de la isla, tenemos la incorporación del jardín en cuadrícula que viene de Italia, pero no es tridimensional, es un jardín bidimensional, y no está vinculado por el eje axial con la arquitectura del Palacio. Para recuperar las bellezas del jardín de la isla, estaría conformado por los rectángulos geométricos con esquemas geométricos, con presencia de flores en el interior de los diseños, y la presencia de fuentes bajas que vienen del mundo islámico, de influencia morisca, igual que la presencia de naranjos. Esquemas laberínticos y geométricos. El tratado flamenco introduce en el mundo de las galerías cubiertas usuales en los Países Bajos para resguardarse del tiempo y que en España se introducen por distintos motivos. En el jardín de la isla, había una parte dedicada a huertas, importancia del arte topiario, había torres, laderas, coronas, escudos e incluso un castillo. Las fuentes primigenias estaban en mal estado de conservación, entonces donde estaba la fuente de Diana se instaló la fuente de tazas de Hércules y la hidra, la fuente de Apolo, la fuente de las arpías o del espinario (con seres mitológicos que aparecen en su entorno). Las esculturas de las fuentes son de artistas italianos del XVII que vienen a España a trabajar en el Retiro. La fuente de Neptuno es obra documentada de Alessandro Algarbi.

Casa de Campo:

Este lugar estaba estancado esporádicamente debido a su cercanía a Madrid. Felipe II quería construir un bosque continuado desde la Casa de Campo hasta el Pardo, pero no se realizó. El jardín se componía de un fuerte eje axial que daba a una villa reformada por Juan Bautista de Toledo, compuesto por cuadrículas en las proximidades de la villa que se prolongaban en un jardín de árboles. El eje axial se prolongaba hasta la zona de huerto utilitario, una serie de huertas articuladas con calles arboladas y 5 estanques obra de un holandés, una serie de balnearios con función lúdica. Algora, un jardín español, visitó Francia y de ahí el ejemplo francés de los estanques. Felipe II compró una villa y ordenó a Juan Bautista de Toledo que la convirtiera en una villa italiana, un jardín ordenado por cuadrículas, un jardín compuesto por diferentes cuadros geométricos rodeados de fuentes bajas a la morisca, un jardín modular y un jardín bidimensional con un fortísimo eje axial que se refuerza con la escultura de Felipe III y los 5 estanques que tuvo la Casa de Campo. Sucediendo a este jardín formal, había un jardín de árboles que contaba con el eje axial. Aparte del arte topiario, había pastores, ninfas, galeras, etc. A partir de aquí, pasamos a jardines típicos del renacimiento italiano.

El Escorial:

Juan Bautista de Toledo rompió con la tradición de los jardines medievales y renunció a los compartimentos. Unificó todo el lado sur y este del monasterio. Los jardines se componían de cuadros entorno a fuentes bajas, ininterrumpidos por juegos de escaleras, bajando hacia la huerta. Los jardines reservados eran cerrados, con un nivel para todas las especies diversas y otro para los jardines de aclimatación. A ambos lados, había estructuras de arcos que permitían el cultivo. Los jardines reservados a la monarquía estaban en la parte trasera, en el centro del patio se situaba el templete con los 4 estanques que representan los 4 evangelios.

Fresneda:

Mientras se realizaban las obras del Escorial, Felipe II mandó construir una casa para sí mismo en la Fresneda y una casa para los frailes jerónimos que iban a ocupar el monasterio. Además de intervenir en el territorio circundante con nuevas especies, había un primer jardín con una fuente en medio y 4 espacios geométricos. Había una escalera que daba a un nuevo nivel de jardín y luego otro con 3 espacios rectangulares y uno último. Se daba así un tema de articulación en diferentes niveles, estos se deben a Gaspar de Vega, un jardinero.

Valsaín:

Felipe II introdujo el tema de un nuevo jardín, aparte de la ampliación del palacio que es de Luis de Vega. Estaba situado en un nuevo patio que mandó construir el monarca. Era un jardín modular con módulos de diferentes dimensiones. Quería que hubiera una relación entre las arquerías del patio y las dimensiones de los compartimentos geométricos de los jardines, aunque fueran diferentes. Lo que quería era poner en relación el concepto del espacio de la arquitectura con el concepto del espacio del jardín.

El Pardo:

También tuvo una intervención menor en el palacio del Pardo. Uno de los jardines fue también de uno de los jardineros de la familia Vega. El foso estaba cubierto con tiestos de hierbas y flores, en los muros se plantaron jazmines, hiedra y rosales trepadores. Había naranjos y 4 fuentes de mascarones, concepto de transición entre la arquitectura y el paisaje circundante.

Alcázar de Madrid:

En el alcázar de Madrid, Carlos V había creado 2 jardines de pequeño tamaño. En la zona sur, estaba el jardín de los emperadores, y en otro lugar estaba el jardín del cierzo, donde estaban las habitaciones de la reina. Por esas razones, se creó la Casa de Campo. Felipe II renovó estos jardines y encargó a Juan Bautista de Toledo que aumentara los espacios ajardinados. Se creó el jardín de la reina, arbolado, y otro jardín, el de la priora.

Reales Alcázares de Sevilla:

Felipe II intervino en la zona del estanque, que sin duda había sido anteriormente una alberca musulmana. En los jardines del sur, los próximos al nuevo estanque, creó el jardín de la danza, que luego se amplió en los reinados de Felipe IV y V. Se llamaba así porque había figuras de ninfas danzando. Felipe II se acopló a la compartimentación espacial de unos jardines que tenían una procedencia hispano-musulmana, introduciendo temas del renacimiento como las ninfas danzantes. Acopló los criterios del renacimiento mejorando las estructuras, como el estanque, creando así un nuevo jardín.

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