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Desastre nº15 y no hay remedio:


Se encuentra en el museo del Prado, su autor es Francisco de Goya y Lucientes en 1810-1814. Es de estilo Romanticismo y de tema histórico. –El estallido de la Guerra de la Independencia (1808-1814) significó para España el momento más conflictivo de la crisis del Antiguo Régimen. Goya fue testigo directo de esa contienda y de sus horrores, que plasmó en imágenes en Los desastres de la Guerra. La serie la compónían ochenta grabados y el artista los fue preparando entre 1810 y 1814, coincidiendo con el desarrollo del conflicto, y de forma oculta, por temor a represalias de los franceses que ocuparon Madrid hasta 1813. –Así a través de la impotencia y un lenguaje directo, Goya consiguió trasmitir con gran fidelidad al espectador un momento de plena tensión emocional, coincidente, por otro lado, con toda la serie de estos grabados. Las caras de los tres condenados, representativa cada una de ellas del proceso ejecutorio, contrastan a su vez con la ausencia de rostro de los soldados franceses, identificados tan solo por sus uniformes y armas, al igual que en el Tres de Mayo. –A nivel compositivo destaca una línea del horizonte baja que monumentaliza al personaje central. La figura que yace muerta recuerda en su forzado escorzo a la del personaje ejecutado en primer término de la obra citada del Tres de Mayo. –La soledad del hombre ante la muerte fue representada a través de una secuencia temporal: el que espera con la cabeza agachada su ejecución inminente en el centro, los que lo están siendo al fondo y, en primer término, el que ya lo ha sido. --A partir de estos hechos es posible  también entender el título como una referencia al protagonista central de la composición, para quien “no hay remedio”, como demuestran sus compañeros ya asesinados. Uno de los muchos aspectos que trajo consigo la Guerra de la Independencia fueron los numerosos fusilamientos a los que se enfrentaron los españoles que se resistían a las autoridades francesas. No en vano, la normativa a la cual debía obedecer el ejército de Napoleón era la de considerar como bandido a cualquier español que amenazase con sus armas y ejecutarlo de inmediato tras su captura. –La cruenta visión de la guerra ofrecida por Jacques Callot en su serie de grabados titulada Miserias y grandezas de la guerra está considerada como el antecedente más inmediato de Goya, debido a la similitud entre su obra y la visión ofrecida por el autor francés. La obra guarda relación con el cuadro del Tres de Mayo del mismo Goya pintado con posterioridad.

Saturno devorando a su hijo:


Se encuentra en el museo del Prado, su autor es Francisco de Goya y Lucientes en 1820-1823. Es de tema mitológico y de estilo Romanticismo. –Es una de las Pinturas Negras más desgarradoras y trágicas realizadas por Goya. Se trata de una pintura muy simple, que casi raya la abstracción, en la que destaca el intenso expresionismo de la cabeza de Saturno. Un espacio totalmente oscuro rodea la figura del Dios, resaltando su deformidad. –La escena denota una fuerte violencia, apreciable en el cuerpo mutilado y sangriento del hijo, víctima del canibalismo. –La tenebrosidad de la pintura, los tonos oscuros, el encuadre escogido y el ocre de la piel como parte ligeramente iluminada acentúan el horror del acto. Sus libres y vigorosas pinceladas esconden un dibujo perfecto. Las Pinturas Negras se pintaron directamente sobre la pared seca, no al fresco, y en la mezcla de los pigmentos se utilizó el óleo. En el amo 1874 se trasladaron a lienzo. –P.L. Imbert describe la obra como “repugnante sin mucho arte”, en su libro sobre pintura española escrito en 1876. –El conjunto de catorce escenas al que pertenece esta obra se conoce con el nombre de Pinturas Negras por el uso que en ellas se hizo de pigmentos oscuros y negros, además de por su carácter pavoroso y visionario. Del grupo destacan, por su fuerza expresiva, Atropas o las Parcas, Asmodea, Perro semiihundido, Judith y Holofernes y Duelo a garrotazos. –A partir de la mitología y los ritos mágicos Goya reflexiona sobre un país en crisis, en decadencia. A esta situación social se unen su sordera y la soledad en que se encuentra. Goya plasmó en esta obra el momento en que el Dios del tiempo Cronos desgarra el cuerpo de uno de sus hijos a fin de que ni este ni ningún otro pudiera destronarle. Júpiter, sin embargo, consiguió escapar, ayudado por su madre Rea, al rito antropófago de su padre y más tarde acabó con su tiranía convirtiéndose en el principal Dios de la mitología, padre de dioses y de hombres. –La referencia literaria quedó transformada bajo la paleta del artista en una pesadilla visionaria: un monstruo horrendo y gigantesco se abalanza sobre unos despojos humanos despedazados y sangrientos. –Según Sigmund Freud, el tema de Saturno está relacionado con la destrucción, identificada en las Pinturas Negras, ya que  en la decoración de conjunto primaba especialmente la melancolía y la tristeza por un tiempo pasado. –El cuadro no solo alude al Dios Saturno como inmutable regidor del tiempo, sino que también está considerado como el patrón de los septuagenarios, como lo era Goya. –La obra ha sido comparada con la que pintó Rubens, de idéntico tema, para la Torre de la Parada, en 1636, aunque la violencia da la del maestro Aragónés se centra más bien en lo cruel. Más allá de la historia mitológica, el expresionismo que Goya formuló en esta pintura sirvió de inspiración a artistas contemporáneos.

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