El Islam y Al-Ándalus
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Historia
Escrito el en español con un tamaño de 5,15 KB
Mahoma y los Preceptos del Islam
Mahoma es el profeta del islam. Nació en la ciudad de La Meca hacia el año 570 y se dedicó al comercio. Los preceptos del islam son las obligaciones del creyente musulmán, que están recogidas en el libro sagrado, el Corán. Son cinco obligaciones:
- Creer en un solo dios, Alá, en Mahoma su profeta y profesar la fe.
- Orar al menos cinco veces al día en dirección a La Meca.
- Dar limosna a los necesitados.
- Ayunar desde el amanecer hasta la puesta de sol durante el mes del Ramadán.
- Peregrinar a La Meca, la ciudad sagrada, al menos una vez en la vida.
La Economía Musulmana
La economía musulmana se basaba en la agricultura, que se desarrolló poco en Arabia, y en la ganadería, que estaba adaptada al desierto: era el pastoreo nómada. El comercio era la fuente de riqueza y los mercados los controlaba la autoridad municipal. Los núcleos comerciales fueron numerosos y las rutas comerciales también, sobre todo caravaneras, marítimas y fluviales.
El Arte Islámico
En el arte islámico sobresale la arquitectura frente al escaso desarrollo de la escultura y la pintura. Esto se debe a la recomendación del Corán de no reproducir la figura de Mahoma ni la de cualquier figura humana o animal. Los edificios más característicos eran los palacios y las mezquitas. Los palacios estaban rodeados de jardines y fuentes. Constaban de una zona pública para recibir a los emperadores y funcionarios y otra privada, que era la residencia del califa y su familia.
La Ciudad Hispanomusulmana
Como en el resto de las ciudades islámicas, las de Al-Ándalus poseían una medina que estaba rodeada de murallas con varias puertas que se cerraban al anochecer. Las calles eran estrechas y sinuosas y se disponían según un trazado irregular. Solían tener una red de alcantarillado para analizar las aguas residuales, así como baños públicos y fuentes para abastecimiento de agua. Cada barrio contaba al menos con una mezquita y un mercado. También tenían escuelas de enseñanza religiosa, a menudo unidas a una mezquita, así como bibliotecas y hospitales.
Actividades Rurales y Urbanas en Al-Ándalus
Las actividades rurales se caracterizaban por el desarrollo de la agricultura (cultivos de secano y de regadío), la ganadería, minería, pesca, extracción de sal y piedra y, por último, la recolección de esparto y flores silvestres. Por otro lado, las actividades urbanas se caracterizaban por la importancia de la artesanía (tejidos y orfebrería) y por el comercio interior y exterior. Ya empleaban la moneda. El comercio exterior se vio favorecido por la situación geográfica privilegiada de Al-Ándalus.
La Mezquita de Córdoba
La Mezquita de Córdoba fue una obra suprema de la arquitectura musulmana de Al-Ándalus, todavía conservada.
El Califato
Al principio, el califa era el jefe religioso y se le reconocía como príncipe de los creyentes. Enseguida se convirtió en la máxima autoridad del mundo islámico, pues organizó las administraciones central y territorial, así como la justicia. Los califas emprendieron reformas con el fin de unificar las costumbres islámicas en todos los territorios del califato.
La Ley Islámica
La ley islámica prohíbe a los fieles beber alcohol y comer carne de cerdo. Además, hace una serie de recomendaciones: el musulmán se abstendrá de soplar los alimentos, deberá utilizar la mano derecha para comer, usará mondadientes con frecuencia y no comerá ajos ni cebollas crudas antes de ir a la mezquita.
La Kaaba
La Kaaba es una piedra negra, probablemente un meteorito. El culto a la piedra negra atraía a numerosos peregrinos a La Meca desde antes del nacimiento de Mahoma.
La Medina
La medina era la zona que quedaba en el interior de las murallas. En ella se situaban la mayor parte de las viviendas, la mezquita y el zoco o mercado, donde se localizaban las tiendas y los talleres artesanos.
La Mezquita
La mezquita es el lugar de culto de los musulmanes, donde van a orar.
El Año 711
Un ejército de árabes y bereberes (musulmanes procedentes del norte de África) al mando de Tarik entraron en la península aprovechando las luchas internas que existían entre los visigodos por la sucesión al trono. En una batalla que tuvo lugar en las cercanías del río Guadalete (Cádiz), derrotaron al ejército del último rey visigodo, Rodrigo. Tras la victoria, los musulmanes ocuparon rápidamente casi toda la península, establecieron la capital en Córdoba y llamaron Al-Ándalus a los territorios conquistados.
El Califato de Córdoba
El emir Abderramán III se proclamó califa, por lo que Al-Ándalus pasó a ser un califato independiente de Bagdad, tanto en política como en religión, con capital en Córdoba.