Lo inefable tópico literario

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1.1.2. Las nuevas ideas filosóficas --> Se critica al pensamiento medieval y se revitalizan ideas anteriores

  • Escepticismo: actitud crítica frente al dogmatismo medieval.
  • Epicureísmo: goce de la vida y los placeres.
  • Estoicismo: dignidad del hombre y una vida según el orden de la naturaleza.
  • Neoplatonismo: belleza de los seres naturales como reflejo de la divinidad. León Hebreo "Diálogos de Amor".
  • Erasmismo: religiosidad íntima centrada en la pureza de las costumbres. Erasmo de Róterdam. Lazarillo

En consecuencia, se lleva al antropocentrismo y al poder de la razón y el cultivo de la inteligencia convierten a la persona en un ser superior. Se abandona el teocentrismo y la naturaleza aparece como un lugar de goce.      Michel de Montaigne (ensayo)

1.1.4 Los principios del humanismo

Se emprenden los estudios humanísticos que comprendían gramática, retórica, poética, historia y filosofía, y la preocupación por
la cultura clásica. El humanista es un erudito, crítico, y se basa en:
 Conocimiento de la cultura grecolatina
 Quiere restaurar los ideales clásicos
 Defensa del estudio, lectura y uso de lenguas clásicas
 Valoración del mundo y del ser humano
Esto, unido a la preocupación por las ciencias y el estudio de la naturaleza crean un nuevo concepto del mundo y el arte, el
Renacimiento.

1.2 Precursores del Renacimiento

 Alighieri: Divina comedia, primer escritor moderno europeo
 Petrarca: Humanista que en sus obras canta a su amada Laura
 Boccaccio: Prosista y autor de Decamerón, sátira en contra de las instituciones.

2.1 Rasgos peculiares --->


Dos factores contribuyen a que el Renacimiento español tenga una personalidad propia:
1. El reinado de Carlos I de España y V de Alemania es símbolo de esplendor, plenitud política y progreso económico
2. El reinado de Felipe II sigue el espíritu de la Contrarreforma y ejerce una censura con la Inquisición.


4. Nuevas formas métricas

La Poesía de Cancionero, emplea el octosílabo y el verso de arte mayor castellano. El Renacimiento emplea combinando el
heptasílabo, el endecasílabo, apto para la expresión de un lirismo hondo y conmovedor. Estos dos versos constituyen la base de
modelos estróficos hasta entonces en la poesía española (con excepción del soneto).

A. Estrofas

B. Poemas estróficos

 Canción: número variable de estancias, el esquema métrico de la primera estrofa se repite.
 Soneto: Formado por 14 versos endecasílabos, distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos. La rima era
consonante. ABBA ABBA CDC DCD es la estructura típica.

5. Tendencias poéticas

Se clasifica así:
 Poesía petrarquista:
amor, naturaleza y mitología.
 Poesía ascético-moral: huida del mundo y ansia de transcendencia.
 Poesía mística: uníón del alma con Dios.
 Poesía patriótica y épica culta: ideal patriótico.

6. La poesía petrarquista

Con el petrarquismo culmina el progreso de espiritualización del amor cortés. Petrarca, a mediados del Siglo XIV, incorpora
elementos innovadores: análisis del alma, fusión con la naturaleza y sinceridad al expresar los sentimientos. Los seguidores
italianos de Petrarca al comienzo del XVI introducen componentes neoplatónicos. Varios temas son: amor, tópico del carpe
diem, naturaleza y mitología.

6.1 El amor

Es anhelo de belleza: Dios es la Belleza y la Bondad máximas, por encima de todo. La amada es un reflejo de la divinidad. Pese a
lo dicho, en Garcilaso en ningún momento la dama no está divinizada. La divinización de la amada es un acto de adoración, de
culto, que impulsa al poeta a proclamar las perfecciones de la dama de un modo impreciso. Garcilaso busca la salvación a través
de su amada, Isabel. La amada responde con indiferencia, adopta una actitud esquiva. El amado, afligido y sujeto a su destino
(no dejar de amar) sufre un dolor extremo, pero gozoso. Reacciona entre lamentos, reprochándole a la amada, refugiándose en
la naturaleza o mediante la introspección amorosa.

6.1.1 La plasmación de la belleza

La exaltación de la belleza se plasma en un retrato poético de la amada normalmente circunscrito al busto y ajustado a unos
cánones estéticos preestablecidos. (tabla pg 206, no creo que se obligatoria)


 -Se trata de un retrato físico.
 -Se produce una sustitución metafórica de la cualidad aplicada al rasgo corporal por un elemento de la naturaleza
(metales, luz, flores…)
 -Se trata de metáforas estéticamente ascendentes, el elemento de la naturaleza que sustituye a la cualidad es más
hermoso que esta.

La repetición de este retrato poético conduce al tópico. Los poetas renacentistas no solo describen a la dama de la misma
manera, sino que también utilizan las mismas imágenes para referirse a la belleza femenina (metáforas lexicalizadas). Metáforas
que se han incorporado.

6.2 Carpe Diem
Uno de los tópicos mas difundidos


6.2 Carpe Diem
Uno de los tópicos mas difundidos durante el Renacimiento es el Carpe diem (aprovecha el día), que adapta al ámbito amoroso
el precepto horaciano del disfrute del momento presente. El poeta se dirige a una joven, instándola a gozar de la juventud antes
de que el tiempo marchite su belleza.

6.3 La naturaleza

La naturaleza renacentista es apacible, agradable armoniosa e idealizada con arreglo a los presupuestos estéticos del
Neoplatonismo, que va reflejada en la belleza del creador. Los elementos utilizados que conforman este paisaje idealizado (locus
amoenus) son: arboleadas con sauces, pinos, robles y encinas, por cuyos troncos crecen las hiedras y a su sombra crecen flores,
arroyos de agua cristalina, que discurre lentamente por el prado donde pasta el ganado y una brisa fres y perfumada que
acaricia los arboles donde se posan las aves que con sus trinos inundan de armónía el paisaje.
Ese remanso de paz y armónía, cuyos referentes literarios más directos están en las Bucólicas y las Geórgicas del poeta latino
Virgilio, se erige en testigo del sufrimiento amoroso del poeta, disfrazado de pastor: en su presencia el enamorado eleva sus
quejas por el rechazo y la indiferencia de la amada. La naturaleza se muestra unas veces, impasible y distante, ajena al dolor
humano; otras, en cambio se conmueve y resulta la confidente ideal de su aflicción.

6.4 La mitología

La mitología clásica impresiona al hombre renacentista debido a su vitalismo, su sensualidad y su belleza, y encuentra en las
Metamorfosis de Ovidio una fuente inagotable de motivos de inspiración. Los mitos clásicos cumplen, una función estética y
ornamental pero no solo eso, cuando acude a ellos para inspirarse, el poeta escoge aquellos cuyo significado mantenga alguna
relación su propio conflicto sentimental (función simbólica). Un ejemplo la historia de Dafne, transformada en laurel cuando el
Dios la perseguía, simboliza el amor inalcanzable: el viaje de músico Orfeo a los Infiernos en busca de su amada esposa Eurídice,
muerta por una mordedura de una serpiente, representa la inquebrantable fidelidad amorosa, que es capaz de vencer a la

Muerte



7. La poesía ascético-moral

Durante el segundo Renacimiento (segunda mitad del Siglo XVI), se produce la cristianización de tendencias paganizantes
inspirada en la literatura de la primera mitad. Aparecen dos manifestaciones de carácter religioso: mística y la poesía ascético-
moral. En esta última confluyen una mezcla de corrientes filosófica cuyo tratamiento literario se centra en la huida del hombre de este
mundo y en su de deseo de trascender y fundirse con la eternidad.
El hombre vive en la prisión del mundo. Para evadirse de esta cárcel terrenal debe iniciar un recorrido purificador a través de:
La práctica de la virtud, el estudio y búsqueda de conocimiento; el contacto con la naturaleza para huir de lo mundano. La
fuente de esta interpretación se busca en Horacio autor de una oda que exalta la dorada medianía.
La expresión beatus ille, ha dado nombre a un motivo que cobró gran auge en la España del Siglo XVI: Garcilaso, en su Égloga II
recrea el tópico y más tarde fray Luis de León; por último, la percepción del arte musical, como medicina que purga el cuerpo.
Todas las realidades son destellos de realidades supremas, el Bien, la Verdad… Por eso cuando el hombre se desentiende del
mundo, y ejercita la virtud y cultiva su espíritu, atisba las realidades que le hacen recordar su esencia última.
Este proceso de purificación conduce a un estado de quietud hasta la contemplación de estas ideas, que se identifican con Dios.

8. Poesía mística

La poesía mística describe la experiencia de la uníón del alma con Dios, la cual es difícilmente expresable:
 -Exige un proceso de purificación a través del cual el alma con la renuncia y penitencia se desentiende del mundo.
-No depende de la voluntad humana, sino que es una gracia divina, solo unos cuantos son elegidos a vivir la uníón
mística con Dios
 -Es extática, el alma al fundirse con la divinidad se sumerge en un estado de arrobamiento, embelesamiento en el que
desconecta del mundo, todo éxtasis místico es temporal, es decir, no dura para siempre.
 -Es inefable, el poeta es incapaz de encerrar en palabras el cumulo de sensaciones vividas y para describirlo usa el
símbolo, la alegoría, la paradoja y la antítesis.
Las grandes figuras de la mística en santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz.

Las coplas como Ars Moriendi (arte de bien morir)


La literatura medieval esta dirigida a la enseñanza: enseña a vivir, y, por tanto, a morir, ya que la vida es entendida como un
tránsito hacia la muerte. Las coplas son un ars moriendi, y don Rodrigo Manrique es el primero en practicar ese arte, de hecho,
es el ejemplo del hombre que sabe bien morir. La doctrina de J.M explayada en ocho estrofas (de la 33 a la 40) trata sobre que el
hombre muere cuando este debe hacerlo según la inescrutable providencia de Dios.
“Después de puesta la vida… / después de tanta hazaña… vino la muerte a llamar a su puerta” (estrofa 33), es decir, la repetición
anafórica del después de haber cumplido meritoriamente su labor terrenal (consagrada en pelear contra los enemigos de su rey
y Dios), la muerte viene a poner remate a su honorable vida, es decir, es el premio de su vida (del padre del autor).
Esto es significativo, ya que en el Siglo XV la muerte (según Huizinga en su libro “El otoño de la Edad Media” ha perdido todo
sentido y se la ve con horror, tal como sucede en el mundo de “La Celestina”, donde esta es representada como la gran enemiga
del género humano. Por eso, en un siglo donde la muerte se convierte en enemiga del hombre, J. Manrique, paladín de fe
cristiana, acude con su obra para restaurar el sentido cristiano, tranquilizador de la muerte.
¿Cómo lo hace? Dándole voz a la muerte, para que se defienda y anule el pavor que inspira. Así, la muerte encuentra tres modos
de vivir: a) vida del común de las gentes, que acaba con la muerte de cada uno; b) la vida de la fama del poeta y el guerrero, que
perdura cuando mueren; c) la vida eterna o perdurable que se consigue orando el monje y derramando sangre de paganos el
guerrero, como el padre del autor (Estrofas 35, 36 y 36)
En resumen, la muerte aquí es el ingreso a la vida eterna, es decir, por una vez la muerte en las Coplas es liberación, una tregua
a los males del hombre. Por eso, don Rodrigo Manrique “consiente en su morir, con voluntad placentera, clara y pura, que
querer hombre vivir, cuando Dios quiere que muera, es locura” (estrofa 38).
La novela sentimental
La novela sentimental se desarrolla en un ambiente protagonizado por personajes aristocráticos. No sería correcto calificarla como fantástica, pero menos correcto seria calificarla como realista. El espacio geográfico en que transcurre es inverosímil, impreciso y sin apenas desarrollo. Ahora bien, lo destacable de esta novela es su tema, que es el amor. En este sentido, a la novela sentimental se la puede calificar como precedente de la psicológica, que destaca por el pormenorizado análisis de los sentimientos. La visión del amor que nos propone la novela sentimental se ajusta al patrón del amor cortés (divinización de la amada por su amante), pero llevado este al límite, de manera que solo se puede entender como una patología. Así de Leriano, protagonista de “La cárcel de amor”, como enamorado de Laureola, se puede afirmar que está loco, su amor le roba el juicio y su pasión contrariada lo expone a un tormento atroz que acabara en la muerte, la cual teme y desea con la misma intensidad. (El amante enfermo y loco se repetirá en Calisto, el protagonista de “La Celestina”). La razón de esta pasión es el honor. Un honor férreo e inflexible, la prenda más estimada por esta sociedad aristocrática del XV, que teme por encima de todo a lo que pueda arruinar la buena fama de que uno disfruta, y precisamente aquello que mas puede ofender a este honor es el amor, de ahí el firme y expreso rechazo del amor por parte de Laureola, encarnación de ese honor firme y atemorizado. La prevalencia del honor hace imposible el amor y conduce al mismo a un fracaso irreparable, y siendo el amante un devoto del amor, este rechazo de que es objeto lo deja privado de razón y voluntad y abocado a una muerte que queda escenificada en un rito extraño, macabro y masoquista: Leriano, encerrado en la cárcel de amor, aparece en un sillón de fuego, con una corona de clavos que le atraviesan el cerebro, mientras un negro vestido de amarillo lo golpea en la cabeza con una alabarda.
Por último, esta es una literatura en pro de la mujer, pues el propio Leriano, que se deja morir por la pasión frustrada que siente por Laureola, ofrece hasta veinte razones a favor de las mujeres, cuando, según lo que a él le sucede, lo esperable es que se aviniera al parecer de Tefeo en contra de ellas. Es decir, Leriano, antes de poner punto final a su vida, hace una defensa detallada y fervorosa de por qué los hombres están obligados a las mujeres. Luego muere, tragándose los trozos de las cartas hechas pedazos de Laureola vertidos en una copa. Y su muerte, a la vez que una tragedia es vista como una muerte noble, inevitable, digna de un amante perfecto y, además, gozosa.

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