Industrialización y Sociedad en la España del Siglo XIX: Un Recorrido Histórico

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Evolución de la Siderurgia en la España del Siglo XIX

La siderurgia española del siglo XIX pasó por tres etapas clave:

  • Málaga (1830): En sus cercanías se hallaba la mina de hierro de Ojén, explotada por el empresario Agustín Heredia, que obtenía hierro a partir de carbón vegetal. Cerró en 1860 debido a su escasa rentabilidad.
  • Asturias (1860): Se quemaba hulla para obtener hierro. Esta etapa concluyó en 1880.
  • Vizcaya (1880): Triunfó gracias a la llegada del coque galés, intercambiado por hierro vasco. Nacieron así las dos grandes siderurgias vascas, que acabarían fusionándose: Altos Hornos de Vizcaya. Esta industrialización dominó el mercado nacional y se diversificó en industria naval, mecánica, eléctrica y química, capitalizándose en los bancos de Bilbao y Vizcaya.

La Llegada de las Nuevas Industrias a Finales del Siglo XIX

A partir de 1885, se instalaron nuevas industrias que confirieron a España un carácter de nación industrializada. Se considera que la Revolución Industrial llegó de la mano de:

  • Industria química: Producción de cemento, explosivos, abonos, pinturas y medicamentos.
  • Industria eléctrica: Impulsó la mecanización y el alumbrado de ciudades y maquinaria.
  • Industria del petróleo: Representó una nueva fuente de energía y materias primas.
  • Industria del automóvil: Significó una revolución en el transporte (en 1904, la Hispano-Suiza fabricó el primer coche español).

Este interesante desarrollo, sin embargo, estaba desequilibrado: solo se beneficiaron Madrid, Cataluña, el Levante y el litoral cantábrico.

Transformaciones Sociales: La Burguesía

La burguesía, beneficiada por las reformas de Mendizábal, incrementó su fortuna comprando tierras y edificios desamortizados, aprovechando la libertad industrial y comercial, y realizando inversiones en Deuda Pública u obras como el ferrocarril. Sus negocios se extendían por toda la geografía española. Su deseo era ennoblecerse mediante matrimonios o la compra de títulos. En el interior, eran rentistas, mientras que en la periferia, se mostraban más emprendedores. Adquirían todo tipo de lujos mobiliarios y de ocio.

A finales del siglo XIX, surgieron nuevos grupos de profesionales (de la construcción, del derecho, de la enseñanza y de la administración) que vivían cómodamente y se aproximaban a esta burguesía; eran denominados la gente de clase media.

Transformaciones Sociales: Las Clases Populares

Las clases populares representaban el 70% de la población, rozando la pobreza y el analfabetismo. Se dividían en varios grupos:

  • Trabajadores de servicios urbanos: Incluían criados de casas nobles (en su mayoría mujeres), mozos, vendedores ambulantes y empleados de limpieza, alumbrado y transportes públicos.
  • Proletarios: Obreros de las nuevas industrias (unos 200.000) que trabajaban para un patrón a cambio de un salario. No existían jornadas laborales, salarios ni descansos dominicales fijos, y cualquier protesta conllevaba el despido. Sus condiciones de vida eran pésimas, con casas pequeñas sin servicios de agua, alcantarillado ni alumbrado público, donde arraigaban enfermedades.
  • Campesinos: A pesar de las desamortizaciones, la tierra seguía concentrada en unos pocos. Los pequeños propietarios, arrendatarios y jornaleros eran lo habitual. Gallegos y extremeños, ante la falta de tierras y bajos salarios, emigraban a las Islas Canarias.

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