La industria en España: Evolución, características y desafíos
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Clasificación de la industria
Las industrias se pueden clasificar en diferentes tipos según su actividad principal:
Industrias de base
Estas industrias toman la materia prima directamente de la naturaleza y la transforman en productos semielaborados. Estos productos, a su vez, son utilizados por otras industrias para su posterior transformación.
Industrias de bienes de equipo
Utilizan los productos semielaborados de las industrias de base para crear equipos productivos. Estos equipos son esenciales para el funcionamiento de otras industrias.
Industrias de bienes de consumo
Se encargan de fabricar productos destinados al uso directo por parte de los consumidores finales.
Industrias maduras
Son industrias que han alcanzado su máximo desarrollo y su producción se encuentra estancada, sin grandes cambios ni innovaciones.
Industrias punteras
Se caracterizan por estar en constante expansión y por su alto contenido tecnológico. Suelen ser industrias innovadoras y con un gran potencial de crecimiento.
Industrias intermedias
Un ejemplo de este tipo de industria es la industria automotriz, que utiliza componentes de diversas industrias para fabricar vehículos.
Factores de localización industrial
La elección de la ubicación de una industria no es aleatoria, sino que se debe a una serie de factores que buscan optimizar su funcionamiento. En general, se busca el emplazamiento que minimice los costes de producción y distribución.
El proceso de industrialización en España
La industrialización en España comenzó más tarde que en otros países de Europa Occidental debido a diversos factores:
- Un espíritu empresarial menos desarrollado en la población española.
- Escasez de capitales para invertir en la industria.
- Exportación de recursos naturales y energéticos en lugar de utilizarlos para el desarrollo industrial interno.
Despegue industrial (1900-1930)
A pesar de este retraso, entre 1900 y 1930 se produjo un despegue industrial impulsado por:
- La repatriación de capitales tras la pérdida de las últimas colonias.
- La neutralidad de España en la Primera Guerra Mundial.
- El impulso de las obras públicas.
- Una política proteccionista que favorecía la producción nacional.
Recesión y autarquía (1936-1959)
La Guerra Civil Española (1936-1939) supuso un duro golpe para la industria española, dando inicio a una fase de descenso en la producción y un modelo económico basado en la autarquía.
En 1941 se fundó el Instituto Nacional de Industria (INI) con el objetivo de impulsar la producción industrial. Empresas como ENDESA, Iberia y SEAT se crearon bajo el paraguas del INI. Sin embargo, esta etapa se caracterizó por la falta de competencia, tecnología y capitales. La industria se concentraba principalmente en el País Vasco, Andalucía y Cataluña.
Desarrollismo (1959-1973)
A partir de 1959, España experimentó un gran desarrollo industrial conocido como"desarrollism". El Plan de Estabilización de 1959 marcó un hito al introducir un sistema de planificación económica basado en ayudas y subvenciones. Se establecieron polos de desarrollo y promoción industrial, así como polígonos de descongestión industrial para aliviar la presión sobre las grandes áreas industriales. Este periodo trajo un crecimiento económico sin precedentes y consolidó a España como un país industrial.
Crisis y reconversión (1973-1986)
La crisis económica internacional de 1973, junto con la transición política española tras la muerte de Franco, marcaron el inicio de una nueva etapa. La incertidumbre política y económica paralizó las inversiones y retrasó la adopción de medidas de ajuste. En 1983, se anunció la necesidad de una reconversión industrial que conllevó una desindustrialización en algunas zonas del país. Paralelamente, se implementaron políticas de reindustrialización para modernizar el tejido industrial.
Integración en la CEE (1986-Actualidad)
La entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986 supuso un nuevo escenario para la industria española. El acceso a un mercado de más de 325 millones de consumidores trajo nuevas oportunidades, pero también desafíos. Las directrices para España se centraron en:
- Continuar con el proceso de reconversión industrial.
- Invertir en proyectos de modernización.
- Apoyar a las pequeñas y medianas empresas (PYMES).
- Impulsar la investigación y la innovación.
El INI jugó un papel clave en la coordinación de la reconversión de los sectores en crisis.
Rasgos de la industria en la actualidad
La globalización ha impactado profundamente en la industria española, manifestándose en:
- Procesos de concentración empresarial, con la fusión de empresas para aumentar su competitividad.
- Deslocalización industrial, trasladando la producción a países con costes laborales más bajos.
- Externalización o subcontratación de tareas a empresas especializadas.
- Reducción de la mano de obra debido a la automatización de procesos.
- Desaparición de empresas y ramas industriales menos competitivas.
Distribución geográfica de la industria en España
Las principales zonas industriales en España se concentran en:
Madrid
Presenta una gran diversificación sectorial y se extiende a lo largo de las principales carreteras, formando corredores industriales.
Litoral mediterráneo
Desde Girona hasta Cartagena, destaca Barcelona y su área de influencia, con una gran diversificación industrial.
Litoral vasco
Con una especialización en metalurgia, vehículos y maquinaria, se extiende hacia el interior del País Vasco.
Valle del Ebro
Con una excelente conexión con los principales focos industriales del país.
Litoral atlántico gallego
Desarrollo de industrias metalúrgicas, mecánicas, químicas y de transporte.
Asturias
Especializada en metalurgia.
Andalucía
Destacan los triángulos industriales de Sevilla-Cádiz-Huelva, con producción centrada en los sectores químico, mecánico y agroalimentario.
Debilidades de la industria española
A pesar de su competitividad, la industria española enfrenta algunos desafíos:
- Menor tamaño medio de las empresas en comparación con otros países de la Unión Europea.
- Menores inversiones en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), lo que afecta a la productividad.
- Menor productividad en comparación con otros países de la UE-15.
- Mayores costes energéticos.
Si bien los costes salariales se han reducido en los últimos años, siguen siendo un factor a considerar.