El Individuo Romántico: Pasión, Rebeldía y el anhelo de lo Ideal

El Romanticismo: La Revolución del Sentimiento y la Imaginación

Introducción

El Romanticismo, un movimiento estético, ideológico y vital surgido a finales del siglo XVIII en Alemania e Inglaterra, se opuso a la excesiva confianza en la razón de la Ilustración, argumentando que esta podía anular el misterio esencial en la vida. Los románticos valoraron aspectos como el sentimiento, lo misterioso, la imaginación; en definitiva, lo irracional. Dos rasgos fundamentales lo definen: la valoración del YO y el conflicto del individuo con su vida.

1. El Individuo Romántico y la Exaltación del YO

El Romanticismo está ligado a ciertas corrientes filosóficas que enfatizan la importancia del individuo, exaltando un YO lleno de pasión y entusiasmo. Este individualismo se refleja en el arte, plenamente subjetivo, que no imita la realidad exterior, sino que expresa la intimidad y los sentimientos del artista. Por ello, el artista tiende a identificarse con el protagonista de sus obras, reflejando su propia pasión. Se busca expresar lo hermoso extremo, lo sublime, liberándose de normas y reglas, valorando la originalidad y la libertad, tanto individual como colectiva. Se rechazan las normas impuestas, ya que es el individuo quien decide. Se percibe la vida en constante cambio, sin nada fijo. Este espíritu romántico y revolucionario inicial evolucionó hacia una mirada al pasado, dando lugar a dos romanticismos: uno liberal y revolucionario, y otro conservador y tradicionalista.

2. La Idea de Libertad y el Conflicto Romántico

El Romanticismo presenta dos conflictos principales: el del individuo con la sociedad, y el del YO con la vida (deseos vs. realidad).

a) El Artista y la Sociedad

El artista romántico vive en conflicto con la sociedad debido a las normas que esta impone, generando rebeldía. Además, se siente diferente, incluso superior, aunque incomprendido y solo. Surge la idea del genio, del artista como ser especial que no encaja en la sociedad. También se siente a disgusto con la gente y la vida de su época, que considera mediocre y aburrida. Rechaza un mundo que valora lo material y lo utilitario, habitado por personas conformistas que prefieren la seguridad y traicionan los sueños de la infancia. Este espíritu provocador pervive en las vanguardias, donde poetas y pintores buscan escandalizar a la burguesía, rechazando un mundo uniforme y previsible.

b) El Conflicto entre Deseos y Realidad

El romántico se caracteriza por una insatisfacción vital. En su rebeldía, se manifiesta un sentimiento trágico al confrontar la realidad. El deseo, ya sea de libertad, amor o plenitud, surge de una carencia y de anhelar algo más. Pero al chocar con la realidad, la actitud vitalista y apasionada contrasta con la angustia de la frustración. La plenitud se busca en la naturaleza mitificada, la infancia, el pasado, un mundo idealizado, los sueños o la belleza. Se confía en el arte como medio para crear un mundo propio que permita vivir otra realidad.

La Muerte en el Romanticismo

La muerte adquiere gran importancia, mostrando una existencia carente de sentido y un pesimismo romántico atraído por lo lúgubre. La muerte se presenta como una respuesta al dolor de una vida angustiosa, un gesto de rebeldía, una consecuencia de vivir al límite, o incluso ligada al amor en su fuerza aniquiladora.