La importancia de la persona en educación y su dignidad

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El hombre y su relación con la realidad

El hombre es un ser de realidades, es decir, necesita situarse en relación a su propia realidad y a la realidad que le rodea. Esto es estar educado, formado. Lo que forma es siempre la cantidad de realidad de la que uno puede hacerse cargo. La educación es una tarea de la construcción en lo real de la persona. La realidad es el único sitio donde el ser humano se asienta con comodidad. Debemos construir nuestro “ser” pero no sabemos cómo, para eso está la educación.

Adaptación de la realidad

La realidad se adapta al sujeto y el sujeto a la realidad. Nuestro deber como profesores es adaptar la realidad a las capacidades y edad de los niños.

El hombre como ser de irrealidades

El ser humano es inacabado y tendente. Necesita proyectar su propia realidad en el futuro. Proyecta su realidad, pero debe hacerlo a partir de lo real. Ese todavía “no-ser”, se construye con 3 factores:

  • La realidad presente: lo que yo tengo
  • La libertad: lo que yo hago cada día con lo que tengo
  • El destino: parte desconocida e incontrolable que tenemos que asumir.

Estos tres factores van situando la vida humana. El pasado tiene influencia en nosotros, pero lo que realmente nos determina es el presente y la proyección de este. La educación se construye sobre esta forma de irrealidad. Esto es lo que mueve a todo proyecto educativo: la capacidad para alcanzar algo que todavía no se tiene. Por eso la educación no es posible sin esperanza.

La importancia de la persona en educación y su dignidad

Ser persona significa que por medio de la Educación se consigue el crecimiento personal y una noción de sí mismo bien fundamentada. La persona es sustancia individual de naturaleza racional (Boecio, S.V): Sustancia: ser en sí, no en referencia a otros sujetos. Individual: forma una unidad que no puede ser alterada sin perder su sentido. Y naturaleza racional: de su naturaleza racional proviene su capacidad de querer y de entender.

La dignidad de la persona humana

La dignidad de la persona humana se basa en 2 condiciones:

  1. La capacidad de conocer: por medio del conocer hacemos nuestra mente, eso es informarse.
  2. Capacidad de querer: lo que queremos es lo que nos define como seres humanos. Tenemos la capacidad de que cuando queremos algo, lo convertimos en parte de nosotros mismos.

Cada uno tiene la posibilidad de usar su dignidad para comerciarla y llamar la atención, para cosas que la propia dignidad no reclama. Los atentados contra la dignidad personal no sólo se quedan en uno, sino que repercuten en todos los demás.

Dignidad ontológica y moral

Dignidad ontológica: valor de la persona por ser persona. Es una dignidad intrínseca de la persona, que no puede disminuir ni perderse de ninguna manera, perdura toda la vida y tiene que ser respetada siempre.

Dignidad moral: tiene que ver con lo que yo hago y lo que nos hacen los demás, con las acciones libres y los actos ajenos. Esta dignidad crece o decrece con los actos y se apoya en la antológica.

La libertad en la educación

La educación es un coactividad del educador y del educando, donde es necesaria la confianza. La base de la educación es la gratuidad: el don, lo que se da sin esperar retribución alguna.

Libertad y confianza

La eficacia de la tarea educativa reside en gran parte en la existencia de la confianza, en la capacidad de crearla y mantenerla en el tiempo. Confiar en alguien consiste en ponerse en sus manos. La consecuencia es la capacidad del maestro de confiarle lo que sabemos y confiarle tareas.

Dinámica de la confianza en educación

Hay que dar oportunidades. La educación consiste también en volver a confiar cuando sea necesario. No se puede caer en un clima de absoluta desconfianza, esta provoca el cinismo. Hay que educar en libertad y para la libertad: la confianza se tiene que dirigir a que la persona elija lo mejor libremente.

Tres formas de entender la libertad

Libertad trascendental o libertad ontológica: la apertura que tiene el hombre hacia la totalidad de lo real. Libertad electiva o libre albedrio: No hemos elegido ser libres, No podemos elegir más que lo que se nos antoja bueno, No podemos elegir todo, Elegimos en un tiempo y circunstancias determinadas. Libertad moral: es acertar: dar con la solución más adecuada. Es una libertad cumplida, finalizada, aquella que hace al hombre feliz y consiste en la elección interior del bien. Capacidad de querer y obrar el bien arduo. Sus consecuencias mayores son el desprendimiento de uno mismo y la disponibilidad hacia los demás.

El valor y su importancia en la educación

Un valor es la importancia que algo tiene para alguien. Los valores se encuentran en la realidad y hay que tener capacidad de descubrirlos. Para eso hace falta la educación, ya que no todas nuestras valoraciones son iguales. Por eso un colegio cuyo valor principal sea la enseñanza de idiomas es un colegio que no está bien estructurado en cuanto a valores. Una persona que está mal educada valora cosas que no debería valorar, por ejemplo: valorar más el dinero que la amistad. Es una persona deformada, que no es capaz de asignar a cada cosa o situación el valor que le corresponde, por lo que no tiene unas prioridades claras en su vida. La formación de una persona no radica en el mundo afectivo, ni en las valoraciones momentáneas de la realidad, sino en su racionalidad y voluntad. Lo que hay detrás de un valor, o es virtud o no es nada.

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