La oposición al zarismo:
Desde finales del S.XIX, se había desarrollado una creciente oposición a la autocracia zarista y a sus estructuras sociales. Los primeros opositores eran conocidos como populistas y propugnaban la destrucción del zarismo y la construcción de un socialismo de base agraria. De los populistas surgíó el anarquismo,teniendo como ejemplo a Bakunin. Una de sus organizaciones era Tierra y Libertad, que propugnaba el reparto de la tierra y entre los campesinos y defendía la acción directa contra la autocracia (asesinato del zar
Alejandro II, en 1881). A principios del S.XX se creó el Partido Socialista Revolucionario, que tenía gran influencia sobre los campesinos al defender la necesidad de expropiar la tierra a los terratenientes. El desarrollo del proletariado comportó la difusión del marxismo y, en 1898, se fundó el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso.En 1904, este partido se escindíó en dos alas:
Bolchevique:
Con Lenin como líder. // Menchevique:
Partido de masas que seguía las directrices de la II Internacional.
La revolución de 1905:
En 1905 estalló un movimiento revolucionario en San Petersburgo. Una manifestación frente el Palacio de Invierno donde residía el zar, protestó contra el despotismo y la injusticia social y demandó mejoras en las condiciones de vida de la población y la celebración de una Asamblea Constituyente elegida por el pueblo. La protesta fue reprimida por el ejército y a éste día se le conoce como Domingo Sangriento en el que fallecieron más de 300 personas. La revolución llevó al zar a emprender algunas reformas económicas y políticas, que anunció en el Manifiesto de Octubre, en el que se comprometía a respetar las libertades públicas. El zar convocó una Duma y el ministro propuso una reforma agraria para aumentar la producción. La creación de la Duma provocó el surgimiento de partidos liberales de parte de la burguésía: El Partido Octubrista: defendía una monarquía constitucional y apoyó las reformas propuestas por el zar.// El Partido Democrático Constitucional representaba a las clases medias y propónía una Asamblea Constituyente elegida por sufragio universal para determinar la forma del Estado Ruso.
La revolución de Febrero de 1917:
Unas reformas insuficientes: Las reformas iniciadas tras la revolución de 1905 no fueron suficientes para transformar las antiguas estructuras sociales y políticas del Imperio.El poder del Parlamento era escaso y el zar y sus ministros no eran responsables ante él. Además, la reforma agraria había favorecido a loskulaks, que habían aumentado sus propiedades a costa de los campesinos más pobres. Pero en 1914 parecía que el zarismo había superado sus problemas, sin embargo, la participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial al lado de las potencias aliadas crearon la circunstancia para un nuevo estallido revolucionario.
La difícil cuyuntura de la Guerra Mundial:
La economía rusa se orientó en abastecer el ejército. La mayoría de las fábricas se transformaron en industrias de guerra y el reclutamiento de campesinos hizo disminuir la producción agraria. Los productos de primera necesidad comenzaron a escasear, los precios subieron y la capacidad adquisitiva de los salarios disminuyó. La escasez y el hambre se extendieron entre la población. A esto había que sumarle las derrotas militares ante Alemania al estar poco equipado y mal dirigido. A las manifestaciones contra la carestía de la vida se uníó el descontento por lo que sucedía en el frente. Para frenar las críticas, el zar disolvíó la Duma y el malestar y el malestar político aumentó, esto provocó que perdiera confianza y el Estado se hundiera. Los complots se sucedían en una corte en la que el monje Rasputín tenía gran influencia sobre la familia. En un complot en 1916 fue asesinado. El desastre militar, la penurria económica y el descontento político condujeron a la revolución de 1917.
La caída del zarismo:
La revolución comenzó con una gran manifestación en Petrogrado y pasó lo mismo en distintas ciudades del Imperio. Se formaron comités revolucionarios de obreros, campesinos y soldados (los soviets) que agrupaban fuerzas revolucionarias de oposición al zarismo y que adquirieron un gran protagonismo en la organización de la revuelta. Poco después tuvo lugar una huelga general en las principales ciudades, que fue seguida por el amotinamiento de la guarnición militar, que se negó a disparar a la multitud. Todas las protestas exigían la retirada de la guerra, dimisión del zar y mejora de las condiciones de vida. El zar decidíó abdicar por lo que la Duma tomó protagonismo en la crisis y, de acuerdo con el sóviet de Petrogrado nombró un gobierno provisional.