Imperio Bizantino: Auge, Caída y Legado

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La Ruptura de la Unidad del Imperio Romano

La División del Imperio

Las conquistas realizadas por Roma durante la República y el Imperio contribuyeron a la formación de un gran imperio en torno al Mediterráneo. En la época de mayor extensión, bajo el emperador Trajano, sus fronteras llegaban desde Europa hasta las Islas Británicas. La unidad de este extenso imperio se rompió en el año 395. Las invasiones de los pueblos germánicos, instalados al otro lado de las fronteras de los ríos Rin y Danubio, obligaron al emperador Teodosio I a dividir el imperio en dos partes para defenderlo mejor: el Imperio Romano de Occidente, con capital en Roma, y el Imperio Romano de Oriente, con capital en Constantinopla.

El Imperio Romano de Occidente

El Imperio Romano de Occidente desapareció en el año 476, cuando el jefe de uno de estos pueblos germánicos, el hérulo Odoacro, depuso al último emperador romano, Rómulo Augústulo. Este hecho se toma como referencia para marcar el final de la Edad Antigua y el inicio de la Edad Media. A partir del 476, en los territorios del antiguo Imperio Romano de Occidente se formaron diversos reinos germánicos. Entre ellos destacó el reino franco de la Galia, que bajo el gobierno de Carlomagno intentó restablecer la unidad del Imperio Romano.

El Imperio Romano de Oriente (Imperio Bizantino)

El Imperio Romano de Oriente, conocido más tarde como Imperio Bizantino, sobrevivió a las invasiones germánicas y se mantuvo hasta 1453. La denominación de Imperio Bizantino procede de Bizancio, ciudad reconstruida por el emperador Constantino en el año 330. Gracias a sus excelentes murallas, logró resistir a los ostrogodos. Desde entonces atravesó por diferentes etapas:

  • A principios del siglo VI, el territorio del Imperio Bizantino estaba formado por los Balcanes, Grecia, Asia Menor, Siria y Egipto.
  • Durante el reinado de Justiniano I, el Imperio Bizantino alcanzó su máximo esplendor. Justiniano intentó restaurar las fronteras del antiguo Imperio Romano y reconstruir la unidad perdida. Conquistó diversos territorios en Occidente: el norte de África, Sicilia, Italia y el sureste de Hispania. Tras su muerte, el imperio entró en un periodo de crisis, perdiéndose la mayoría de sus conquistas.
  • En el siglo VII, los musulmanes conquistaron las provincias más ricas del Imperio Bizantino (Egipto, Palestina y Siria), dejando reducido su territorio a Asia Menor y los Balcanes. A partir de este momento, Bizancio tuvo que enfrentarse a numerosos ataques de los musulmanes, por el sur, y de los búlgaros, por el norte.
  • Desde mediados del siglo XI, Bizancio entró en una profunda crisis. En Occidente, los normandos expulsaron a los bizantinos de Italia. En Oriente, por su parte, tuvo que hacer frente a los cruzados cristianos, que se apoderaron de diversos territorios, y a la amenaza de los turcos, que acabaron conquistando Constantinopla en 1453. Este hecho puso fin al Imperio Bizantino.

Organización Político-Administrativa del Imperio Bizantino

  • El emperador bizantino adoptó desde el siglo VII el título griego de basileus y concentró todo el poder. Como jefe político, gobernaba y dirigía la administración y el ejército.
  • La administración central contó con una burocracia bien organizada, formada por numerosos funcionarios, y con una legislación basada en el derecho romano.
  • El ejército, que contaba con una poderosa caballería, y la armada desempeñaron un papel importante en la supervivencia del imperio.

Economía Bizantina

  • La agricultura era la principal actividad económica. Se organizaba en latifundios o grandes propiedades, pertenecientes a la nobleza o a los monasterios, y eran trabajadas por siervos.
  • La artesanía se basó en la fabricación de artículos de lujo, como seda, tapices, orfebrería, marfil y esmaltes.
  • El comercio se vio favorecido por la estratégica situación geográfica del imperio y de su capital, Constantinopla.

Los principales productos del comercio fueron la seda y las especias, procedentes de Oriente; el marfil y las perlas, de la India; y el ámbar, las pieles y el trigo, del norte de Europa.

Sociedad Bizantina

La sociedad bizantina se estructuraba en tres niveles:

  • Nivel más alto: Grandes latifundistas, altos cargos del gobierno y la administración, y la jerarquía de la Iglesia, encabezados por el patriarca de Constantinopla.
  • Nivel medio: Clero secular y monjes; funcionarios del Estado; comerciantes enriquecidos y campesinos libres.
  • Nivel bajo: Siervos y esclavos que realizaban las tareas agrarias y domésticas, y los numerosos mendigos urbanos.

La Iglesia Bizantina

  • El emperador intervenía en los asuntos de la Iglesia, puesto que era él quien nombraba al patriarca de Constantinopla.
  • La disputa de las imágenes enfrentó durante los siglos VIII y IX a los emperadores iconoclastas, que prohibieron el culto a las imágenes sagradas o iconos, con los monjes y buena parte de la sociedad bizantina, defensores de aquellas. Los emperadores pretendían reducir el poder de los monasterios y confiscar sus tierras.
  • La rivalidad entre el patriarca de Constantinopla y el Papa de Roma por su primacía sobre la cristiandad terminó en 1054 con la separación entre las iglesias oriental y occidental, el Cisma de Oriente.

Cultura y Arte Bizantino

La cultura bizantina mantuvo hasta el siglo VII la tradición y la herencia del mundo romano.

El arte bizantino, y en particular la arquitectura, utilizó materiales pobres como el ladrillo, que se recubrían, a veces, en el exterior con mármol y en el interior con ricos mosaicos. Destaca la Iglesia de Santa Sofía en Constantinopla como una de las obras cumbre de este periodo.

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