Impacto del Turismo en las Áreas Costeras

Áreas Turísticas

La hegemonía del turismo de sol y playa explica la fuerte asimetría de nuestro mapa turístico. Existe un gran contraste entre el litoral y el interior, y entre el litoral mediterráneo y canario frente al cantábrico.

Litoral Mediterráneo y Canario

Dos factores explican el nivel de ocupación de este litoral:

• La accesibilidad: las infraestructuras que conectan las zonas emisoras con los puntos de destino, tanto por vía terrestre como aérea.
• La estructura preturística: las actividades y usos del suelo existentes antes de la irrupción del turismo de masas en el litoral mediterráneo.

El litoral mediterráneo se organiza en diversos tramos:

• Costa Brava: con sus bellas playas y acantilados se beneficia por su cercanía a la frontera francesa y su accesibilidad tanto terrestre como aérea. Ej.: Lloret de Mar.
• Costa Dorada (Tarragona): predomina el alojamiento extrahotelero, es decir, segundas residencias. Sobresale la ciudad de Salou, que ha incrementado su oferta de ocio con un parque de atracciones.
• Costa de Azahar, Costa Blanca y Costa Cálida (Castellón y Almería): ofrecen playas de gran calidad, pero con signos de saturación, como Benidorm, Santa Pola o La Manga del Mar Menor en Murcia. Predomina la 2º residencia del turismo español, aunque la comarca de La Marina está especializada en turismo extranjero.

El aeropuerto de Valencia y la autopista del Mediterráneo favorecen la gran afluencia de turistas, cuya oferta de sol y playa se amplía con parques temáticos, campos de golf y puertos deportivos.

Consecuencias Geográficas del Turismo

– Acusada estacionalidad: casi el 50% de los turistas eligen el verano para sus vacaciones, lo que provoca masificación de las áreas más visitadas: litoral mediterráneo, Baleares y Canarias. Además, genera una infrautilización de la infraestructura hotelera durante el resto del año.

– Concentración especial de la oferta en el litoral mediterráneo y los archipiélagos, acogiendo al 85% d ellos turistas extranjeros y a muchos nacionales.

– Concentración de la demanda procedente del exterior. El 60% de los turistas extranjeros proceden de solo 3 países (Reino Unido, Alemania y Francia). Diversificar la demanda garantiza que la llegada de turistas siga creciendo cada año.

– Dependencia de los turoperadores, que son empresas que ofrecen al turista extranjero un paquete completo de sus vacaciones, reserva de viajes y financiación, que el cliente paga en el país emisor, de forma que la mayor parte del gasto se queda en su país. Son escasos los turoperadores registrados en España. Una mayor inversión en este tipo de empresas podría resolver este problema.

– Oferta extrahotelera y minifundismo empresarial: El 90% de los alojamientos se hacen en apartamentos no declarados; los turistas españoles optan por este tipo de alojamientos.

– Impacto medioambiental: es uno de los problemas visibles y preocupantes. El negocio inmobiliario ha provocado una urbanización masiva en todo el litoral mediterráneo e insular bajo 2 modelos. La falta de planificación ha conducido a un deterioro medioambiental.

Afortunadamente, están surgiendo iniciativas para evitar el despilfarro de agua, controlar la generación de recursos o utilizar energías renovables.

– Necesidad de aumentar la calidad de nuestros servicios nos exige contar con un personal cualificado.