La II República Española: Orígenes, Reformas y Conflictos
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La II República Española: Orígenes y Contexto
5: La II República tiene su origen en el pacto de San Sebastián, que reunió en agosto de 1939 a tres fuerzas principales para tratar un cambio en la república:
- Las constitucionalistas: reunían a políticos monárquicos dispuestos a deslizarse hacia un indefinido republicanismo.
- El Partido Socialista
- Los republicanos históricos
El acuerdo político del pacto de San Sebastián implicó la creación de un comité revolucionario formado por Alcalá Zamora, Azaña y de las Pias. De esta alianza estuvieron ausentes la CNT y otras fuerzas obreras.
Convocatoria de Elecciones
Primero habría que convocar unas elecciones municipales y luego unas elecciones generales a Cortes. Las primeras se celebraron el 12 de abril de 1931, con un clima de limpieza por parte del gobierno. Sin embargo, estas elecciones acabaron convirtiéndose en un plebiscito sobre la monarquía. El día 13 de abril, tras conocerse los resultados electorales, miles de personas salieron a la calle para manifestarse a favor de la república.
La victoria electoral de los republicanos en las ciudades trajo consigo la caída de la monarquía. El cambio de régimen se realizó el 14 de abril de 1931, tras la proclamación de la II República en Madrid y Barcelona. El conde Romanones aconsejó a Alfonso XIII abandonar el país. Cuando el jefe de la Guardia Civil, el general Sanjurjo, hizo saber a sus hombres que no lucharían por la monarquía, el rey tomó el camino del exilio. Mientras tanto, en la mayoría de las ciudades españolas se celebraron manifestaciones pacíficas.
El Nuevo Gobierno Provisional
El nuevo gobierno provisional, al frente del conservador Alcalá Zamora, asumió el poder y se puso manos a la obra para la transformación del estado. El primer problema serio se produjo en Barcelona cuando Francesc Macià proclamó la República Catalana. Sin embargo, diferentes políticos del nuevo gobierno convencieron al líder de Esquerra Republicana para que confiara en el reconocimiento de la singularidad catalana a través de un futuro estatuto.
El nuncio del Vaticano en Madrid animaba a la iglesia española a colaborar con la república. Pero no había cumplido un mes el nuevo gobierno cuando, tras la publicación de una pastoral del arzobispo de Toledo (el cardenal Segura), un centenar de edificios eclesiásticos fueron incendiados por vándalos republicanos anticlericales. Esta quema de conventos daría argumentos a los enemigos de la república, responsabilizando de estas acciones a Maura, ministro de Gobernación, por su pasividad ante los hechos.
Las Elecciones a Cortes
Un mes más tarde, la expulsión de Segura del país daría a los católicos intransigentes nuevas razones contra la república. Las elecciones a Cortes se hicieron el 28 de junio con una participación del 70% de la población. La unión republicano-socialista obtuvo una mayoría en todas las provincias, a excepción del País Vasco y Navarra. El Congreso estaba inclinado a la izquierda, como por ejemplo Unamuno.
La primera tarea fue la redacción de una nueva constitución, tras haber elegido presidente de la cámara al socialista moderado Besteiro. Los debates alcanzaron su punto álgido al tratar las cuestiones religiosas. La constitución disolvía aquellas órdenes religiosas consideradas un peligro para la seguridad del estado y eliminaba el presupuesto del clero, separando el poder civil del eclesiástico. En su protesta por estas disposiciones, los diputados abandonaron el Congreso, Alcalá Zamora y Maura dimitieron.
Reformas de Azaña
Manuel Azaña ocupó la jefatura del estado y se convirtió en el mejor símbolo de la II República. España se convertía en un estado laico, democrático, con un gobierno responsable y con un presidente cuyo mandato es de 6 años y puede disolver las Cortes hasta 2 veces por mandato. Se resolvió el problema de las nacionalidades mediante los estatutos de autonomía.
El 10 de diciembre de 1931, Alcalá Zamora era elegido presidente de la república y Manuel Azaña era nombrado jefe del gobierno. Se llevaron a cabo una serie de reformas, de las que se pueden destacar:
- Reforma educativa: Azaña comenzó a sustituir los métodos y profesores religiosos por otros. Sin embargo, algunas medidas, como la disolución de la Compañía de Jesús, fueron agresivas y conllevaban el peligro de enfrentar a la opinión pública. Ni el tiempo ni el dinero permitieron eliminar el monopolio docente de la iglesia, pero en 1933 cerca de 10,000 escuelas nuevas probaron la mejora de la educación en España. El porcentaje de analfabetismo en España fue del 45%.
- Reforma militar: El gobierno intentó modernizar el ejército. La primera medida fue jubilar con el sueldo íntegro a 7,000 oficiales. Otras medidas fueron disminuir la jurisdicción militar en beneficio de lo civil y el cierre de la academia militar en Zaragoza. Las reformas irritaron amplios sectores del ejército que vieron en ellas un intento por parte del gobierno de reducir el poder.
- Reforma agraria: Extensos latifundios de Andalucía y Extremadura, campesinos hambrientos y arrendatarios explotados esperaban un remedio a sus problemas. Muchos pensaban que el gobierno intentaría una justa distribución de la tierra, para lo cual era necesaria una ley que expropiara grandes fincas. Este proyecto chocaba con latifundistas y partidarios de la derecha. En agosto de 1932, el fracaso del levantamiento monárquico del general Sanjurjo fortaleció a Azaña, quien hizo aprobar la ley de bases de la reforma agraria, con una serie de decretos que reformaban la realidad del campo español. Los altos costes de la expropiación y la resistencia de los propietarios afectados solo permitieron que unas 12,000 familias recibieran tierras.
- Reforma laboral: Con la misma urgencia, se estableció una política laboral, bajo la dirección del ministerio social de Largo Caballero, llevando a cabo algunas reformas: extensión al campo de las jornadas de 8 horas, prolongación de los contratos de arrendamiento de tierras. El instrumento más eficaz fue el de los jurados mixtos de empresarios y obreros, que impulsaron un alza de los salarios agrarios. Así, descendió el nivel de conflictividad agraria.
Estatutos de Autonomía
La constitución definía a España como un estado integral con la opción a la autonomía de varias regiones cuyos electores así lo decidieron con la mayoría de dos tercios, con la aprobación posterior del parlamento. El 9 de septiembre de 1932 se aprobó el estatuto de Cataluña. Azaña pronunció un discurso que consiguió arrancar votos de los diputados para el estatuto. Azaña era el jefe de un gobierno que construía escuelas y sujetaba a los militares.
En el País Vasco era diferente el panorama. El verdadero espíritu vasco solo existía en los tradicionalistas. Los socialistas y republicanos consideraban el estatuto un asunto menor. La derecha vasca no tenía ningún interés en el proyecto autonómico. Los vínculos de España se limitaban a la exportación de minerales y productos agrícolas. La crisis mundial provocó una caída de las exportaciones y disminución de compras. La evasión de capitales y el aumento del paro no paraban. Dicho problema provocó el retorno de emigrantes.
Desafíos y Conflictos
El gobierno desarrolló un programa económico procurando huir de los excesos y manteniendo una actividad austera. Prieto llevó a cabo una reforma fiscal que introducía el impuesto sobre la renta. El problema más grave de la república fue el hecho de tener que contar con la exigencia revolucionaria frente a su actividad reformista. De ahí que la conflictividad aumentara. Los desórdenes deterioraban la imagen de la república y debilitaban la autoridad de Azaña. Los hechos de Casas Viejas fueron culpados a Azaña. La CNT se hizo más radical, la FAI y socialistas se agruparon en torno a teorías revolucionarias.
Mientras tanto, la derecha explotaba el anticlericalismo de la república para garantizar un movimiento de masas. La supresión de la Compañía de Jesús produjo una fuerte conmoción entre Cataluña, que desde entonces lucharon para cambiar el gobierno de España. Más a la derecha se encontraban los ultramonárquicos que en 1933 habían fundado la Renovación Española, con Calvo Sotelo de promotor. El problema de España solo podía resolverse con el apoyo de los movimientos autoritarios. El carlismo devino de un movimiento nacionalista. En el ambiente estudiantil surgían grupos fascistas, ejemplo: la Falange, fundada por José Primo de Rivera. Era contrario a la república democrática y defensora de un fuerte nacionalismo.
El Desplazamiento de la Izquierda
Las movilizaciones de la derecha provocaron que el partido de Azaña perdiera las elecciones. La miseria y la división de izquierdas hicieron que la derecha obtuviera un triunfo indiscutible, compartido con el partido republicano radical de Lerroux. A pesar de ser la CEDA el grupo con mayor número de diputados, Zamora llamó a Lerroux a formar gobierno, intentando evitar un desplazamiento del gobierno hacia la extrema derecha.
Los sucesivos gobiernos revisaron, suspendieron o anularon las reformas de Azaña. A la vez se rebajaron los salarios a los patronos y redujeron las mejoras a los trabajadores. Las Cortes dieron un respiro a la iglesia que les aseguraba el cobro de sus ingresos y su actividad. Los militares recuperaron su protagonismo. No se concedió ningún estatuto de autonomía.
La CNT declaró una huelga general en Zaragoza, además protagonizó varias movilizaciones en el campo. La conflictividad se manifestaba en Cataluña; también en el País Vasco se desataron enfrentamientos. Allí los problemas surgieron con el estatuto del vino. Madrid intentó desgravarse el consumo de vino para facilitar la salida de los stocks de vinos españoles.