El idealismo y el empirismo en la filosofía moderna

Tiene origen en Grecia, con Platón. La filosofía de Descartes también sigue el idealismo platónico en el cual se refiere al origen y valor del conocimiento humano. La idea más importante es que la experiencia sensible es fuente de errores y engaños, y no ofrece argumentos para apoyar el verdadero conocimiento.

Por tanto, el ser humano no debe confiar en todo lo que siente por los sentimientos, la imaginación y la memoria, ya que genera situaciones engañosas; solamente por la razón se puede dar el verdadero conocimiento, como en las matemáticas.

(Lo contrario a la posición idealista)

Apoya que solamente los humanos pueden conocer las cosas a través de los sentimientos, la imaginación y la memoria. Es decir, que las ideas y razonamientos solo pueden ser ciertas si se basan en esas experiencias.

Y para Hume, el concepto de sustancia planteado por Aristóteles es una ficción sin sentido, ya que no tiene apoyo de ninguna sensación.

El mayor intento de síntesis teórica entre el racionalismo y el empirismo moderno lo llevó Kant, con su crítica a la metafísica clásica que supuso el inicio de una etapa antimetafísica. Después de la metafísica apareció un nuevo tipo de realidad, la realidad virtual, que constituye una nueva realidad.

Está definida por algunos expertos como la simulación informática del espacio tridimensional.

Sin embargo, Juan Luis Cebrián (Académico de la RAE) mantiene que la realidad virtual se encuentra fuera de la realidad actual, no es que no exista, sino que integra a la vez el mundo de la imaginación con el real, ya que transporta la información a la velocidad de la luz.

En cambio, Javier Echeverría (filósofo español) la denomina como tercer entorno, ya que es producto de las nuevas tecnologías frente a las ciudades que son el segundo entorno o la naturaleza que es el primer entorno. La telépolis o tecnópolis es un nuevo ámbito de estilo de vida y sociedad, diferente al campo y a la ciudad.

PUNTO 2 PRIMERA PARTE