Homero y la Odisea: Un Viaje Épico a Ítaca

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Biografía de Homero

Las propias fuentes antiguas referentes al poeta contienen numerosas contradicciones. El historiador Heródoto afirmaba que había nacido hacia el 850 a.C., y se consideraba que provenía de algún lugar de Jonia, Asia menor; las ciudades de Esmirna y Quíos se disputaban ese honor.

En cuanto a su muerte, la versión más extendida era que aconteció en una de las islas Cícladas.

Lo único que se sabe con certeza de Homero es que los griegos le atribuían tradicionalmente la redacción de sus dos grandes poemas épicos: la Ilíada —cuyo eje era un episodio de la guerra de Troya provocado por la cólera de Aquiles— y la Odisea, que describía el retorno de Odiseo (o Ulises) a su hogar tras el fin de la guerra.

Introducción a la Odisea

Luego de la guerra de Troya, los guerreros sobrevivientes regresaban a su patria, pero por voluntad de los dioses algunos no regresaron, como Odiseo.

La Odisea es la segunda parte de la conocida obra la Ilíada. Se llama así por las fantásticas e increíbles desventuras de Odiseo ocurridas entre su partida de los campos de Troya y su regreso a Ítaca 33 años después.

Este relato cuenta desde que los dioses “liberan” a Odiseo, hasta cómo su hijo Telémaco, con ayuda de la divina diosa Atenea, va en busca de noticias sobre él y en el camino se encuentra a varios personajes que participaron en la guerra troyana (La Ilíada): Néstor, Menelao, Helena, etc.

Homero cuenta lo que vivió y sufrió Odiseo todo el tiempo que estuvo desaparecido de Ítaca.

Resumen de la Odisea por Cantos

Canto I: Los dioses liberan a Odiseo

Durante la junta de dioses, con la ausencia de Poseidón, quien ha perseguido a Odiseo durante muchos años, el cual está retenido en la isla de Calipso, Palas Atenea habla a su favor y le pide a Zeus, su padre, que lo deje llegar de regreso a su hogar. Los dioses están de acuerdo, así que Atenea, disfrazada de Mentes, decide ir a Ítaca a buscar a Telémaco y convencerlo de que vaya a buscar a su padre. La casa está llena de pretendientes de Penélope, su madre, y Telémaco le cuenta que se han acabado todos sus bienes. Mentes le aconseja que debería dar a conocer su caso en una asamblea.

Canto II: Cinismo de los pretendientes

Telémaco convoca a la primera asamblea después de la partida de su padre Odiseo, con el motivo de pedirles a los pretendientes de su madre que dejen de usar y malgastar sus bienes, y les pide que se vayan de su palacio. Ellos le responden con desprecio, diciéndole que eso no sucedería si Penélope se decidiera de una vez a quién elige como esposo. En la asamblea, un sabio anciano dice que Odiseo regresará y matará a todos los pretendientes. Telémaco decide ir en busca de noticias acerca de su padre, pero en el ágora no le proporcionan el barco que necesita, por lo que Atenea, en su disfraz de Mentor, llega a ayudarlo y consigue un barco prestado y a la tripulación necesaria para la embarcación. Telémaco no quiere que su madre se entere de esta hazaña, por lo que pide que no le digan nada hasta los once días que este se haya ido. En la noche, Telémaco sale a escondidas con su tripulación a empezar el viaje.

Canto III: Telémaco busca a su padre

A la mañana siguiente, Telémaco, Mentor y la tripulación llegan a Pilos en busca de Néstor. Este los invita a pasar a su palacio y hacen una alabanza a Poseidón. Telémaco le cuenta a Néstor quién es y le pregunta que si sabe algo de su padre. El rey Néstor le relata con detalle el regreso de otros héroes desde la guerra de Troya y la muerte de Agamenón. Telémaco le pide sinceridad, pero Néstor no tiene información específica de Odiseo. Les sugiere que se vayan a Esparta a hablar con Menelao, quien acaba de regresar de varios largos viajes. Milagrosamente, la diosa Atenea desaparece. Néstor, impresionado de que un joven esté acompañado por una diosa, decide arreglar a Pisístrato, su hijo, para que acompañe a Telémaco a Esparta.

Canto IV: En casa de Menelao y Helena

Llegando a Esparta, Telémaco y Pisístrato son hospedados en el palacio del rey Menelao y Helena, su esposa. Menelao les cuenta todas las experiencias que vivió con Odiseo en la guerra troyana. Al siguiente día, Menelao consuela a Telémaco y le cuenta cómo el dios Proteo, el viejo del mar, le reveló que Odiseo era prisionero de Calipso. Telémaco se despide de Menelao dándole las gracias, pero este le pide que se quede para darle unos regalos y una despedida como él se lo merece. Pero Telémaco no quiere entretenerse más, así que Menelao decide cambiar el regalo a una jarra de plata con bordes de oro.

Mientras tanto, en el palacio de Odiseo, los pretendientes de Penélope siguen acabándose los bienes de Telémaco. Los pretendientes se enteran de que Telémaco fue a Pilos, y estos, muy enojados, deciden hacer un plan para emboscarlo y matarlo cuando regrese. Penélope se entera de que Telémaco se ha ido y que sus pretendientes quieren matarlo. Penélope se pone muy triste y angustiada, pero la diosa Atenea la logra calmar por medio de un sueño.

Canto V: Odiseo deja a la diosa Calipso

Los dioses se juntan en una asamblea en la cual Atenea insiste a su padre con que quiere ayudar a Odiseo. Zeus le dice a su hija que ella se encargue de cuidar a Telémaco y que él se encargará de Odiseo.

Zeus le dice a Hermes que vaya con la bella ninfa Calipso y que le diga que libere a Odiseo embarcándolo en una balsa sujeta por cuerdas. Hermes lo obedece y va con la ninfa. Esta, muy molesta, dice que los dioses le tienen envidia, pero aun así lo hace, construye una balsa y le da algunos víveres. Después de navegar mucho tiempo, Odiseo ve tierra, pero Poseidón provoca una tormenta que destruye la barca. En el mar, Odiseo se encuentra a Ino Leucotea, que se apiada de él y le da una banderola con las instrucciones de cómo debe usarla. Odiseo ve tierra y, besándola, se pone algunas hojas para taparse, y Atenea lo duerme en un profundo sueño.

Canto VI: Odiseo es bien recibido en Esqueria

Mientras tanto, Atenea visita en un sueño a la princesa Nausícaa, diciéndole que al despertar debe ir al río a lavar sus prendas. Nausícaa, al despertar de su sueño, lo hace muy asombrada y se dirige a su padre pidiéndole que le prepare un coche con mulas porque necesita ir al río. Nausícaa, al llegar al río y hacer lo que le dijo Atenea en sus sueños, la diosa despierta a Odiseo para que este pueda ver a la princesa. Él le pide que lo ayude. Ella ordena que lo vistan y le den de comer. La princesa le pide a Odiseo que la siga a la casa del rey para pedirle a su madre hospitalidad. Ella le dice que lo lleve a un bosque consagrado a Atenea para que pueda descansar. Odiseo aprovecha para rogarle a la diosa que lo ayude.

Canto VII: El rey Alcínoo, excelente anfitrión

Mientras Odiseo sigue rogándole piedad a Atenea, la diosa se disfraza de doncella para guiarlo hasta el castillo del rey Alcínoo.

Al llegar al castillo, le sirven algo de comer y de beber. Arete, la reina, se da cuenta de que la ropa que trae puesta la confeccionó ella misma. Ella le pregunta que quién es y de dónde viene. Odiseo le responde contándole su estancia como prisionero de Calipso, su liberación, la tormenta y la ayuda de la princesa Nausícaa.

Alcínoo le ofrece a Odiseo la mano de su hija, o si lo prefiere, la ayuda para regresar a Ítaca, y luego ellos se dirigen a dormir.

Canto VIII: El aedo canta la guerra de Troya

A la mañana siguiente, el rey Alcínoo conduce a Odiseo al ágora de los feacios. Alcínoo organiza una fiesta en honor a su huésped. La reina invita al aedo Demódoco a cantar, y este canta acerca de la guerra de Troya. Al cantar, Odiseo llora, se cubre el rostro para que nadie lo vea, y cuando el aedo deja de cantar, él cesa sus lágrimas. Los feacios invitan al aedo a que cante otra vez, y cuando este lo hace, Odiseo llora de nuevo, esperando que nadie se dé cuenta, pero Alcínoo lo alcanza a ver y para el canto para que puedan iniciar los juegos. Ya iniciados estos, Laodamante, hijo de Alcínoo, invita a Odiseo a participar, pero lo provocan y se enoja, así que decide participar y gana. De regreso a la fiesta, el aedo comienza a cantar y Odiseo llora otra vez. Alcínoo le pregunta quién es.

Canto IX: Odiseo deja ciego al cíclope

Odiseo le dice a Alcínoo quién es, que es reconocido por su astucia y que proviene de Ítaca. Les cuenta cómo Calipso lo retuvo en sus grutas y cómo, navegando desde Troya, llegó a Ismaro, donde saquearon la ciudad. Luego llegaron al país de los lotófagos, y algunos hombres probaron loto y no querían regresar a los barcos, por lo que los tuvieron que obligar. Luego llegaron a la tierra de los cíclopes. Odiseo les pidió a doce de sus más valientes hombres que lo acompañaran a ver si les ofrecían hospitalidad. Ellos, en vez de hospitalidad, encontraron a Polifemo, el cíclope hijo del dios de los mares Poseidón, quien encerró a Odiseo y sus hombres, y se comió a varios, lo que hizo que Odiseo lo engañara para escapar y lo dejara ciego, por lo que Polifemo pidió venganza a su padre, diciéndole que no dejara llegar a Odiseo a Ítaca.

Canto X: Devorados por antropófagos y convertidos en piedras

Odiseo y su tripulación fueron invitados a Eolia, donde el rey de los vientos, Eolo Hipótada, le regala a Odiseo una bolsa donde dentro vienen todos los vientos y le dice que por ningún motivo deje que se salga ni un pequeño soplo. Mientras Odiseo duerme, sus tripulantes revisan la bolsa esperando encontrar un gran tesoro, pero se liberan todos los vientos. Llegan a la ciudad de Lamos, situada en la Lestrigonia Telepila, donde los lestrigones, gigantes antropófagos, mataron y se comieron a gran parte de la tripulación. Luego llegaron a Eea, donde encontraron a Circe, quien los hechizó convirtiéndolos en cerdos. Ayudado por las hierbas mágicas que le dio Hermes, Odiseo logra hacer un trato con Circe y esta libera a sus compañeros y les brinda hospitalidad. Luego de un largo tiempo, Odiseo le pide a Circe que lo deje ir y que lo ayude a regresar a Ítaca. Ella le dice que primero debe ir a donde Hades y consultar el alma de Tiresias. Cuando Odiseo va con su tripulación a hacer lo que dijo Circe, Elpénor, un joven tripulante, se resbala y muere.

Canto XI: Odiseo conoce su tormentoso futuro

Al llegar a las tierras de Hades, Odiseo invoca a las almas y el primero en salir es Elpénor, y este le pide que le llore y que queme su cuerpo. Después, el alma de su madre, Anticlea, quien cuando Odiseo partió estaba viva. Por último, apareció Tiresias, quien le predijo su futuro y luego de esto, enviadas por Perséfone, vio a esposas e hijos de héroes, quienes le contaron quiénes eran. Luego de contar este relato, Arete, la reina, pide que le den regalos a Odiseo, y el rey Alcínoo pedía que siguiera narrando sus desventuras, y así lo hizo. Odiseo cuenta cómo Agamenón se acercó ante él y le contó su muerte, aconsejándole que se cuidara de no hacer lo mismo. También ve a Aquiles, quien le pregunta por su hijo y sobre Peleo. Luego vio la imagen fuerte de Heracles (Hércules), quien se encontraba con los dioses.

Canto XII: El canto de las sirenas

Odiseo regresó a Eea para hacer lo que Elpénor le había pedido. Circe le dio algunas indicaciones de qué hacer cuando se presenten problemas. Cuando están por pasar cerca de las sirenas, Odiseo les tapa los oídos a su tripulación con cera para que no oigan su canto y ellos lo amarran al mástil. Luego lograron huir de la horrible Caribdis y Escila. Luego llegaron donde estaba el ganado de Helios. Odiseo ordenó a su tripulación que si veían algún buey o una oveja no la cazaran, pero mientras él rogaba a los dioses que le mostraran el camino, su tripulación lo desobedeció, tomando algunos bueyes de Helios, y los dioses los castigaron. Odiseo es el único que se logra salvar y llega a la isla de Ogigia, donde vive Calipso.

Canto XIII: Ofensa y venganza del dios Helios

Al día siguiente, Alcínoo le da unos presentes a Odiseo y se despide de él y de los hombres que lo llevarán a su patria. Cuando llegaron a Ítaca, los feacios lo bajan del barco junto con los presentes y lo dejan en la playa. Odiseo se encuentra con Atenea, convertida en un joven, y le explica en dónde se encuentra. Después le dice quién es y le ayuda a esconder su tesoro. Luego le cuenta lo de los pretendientes en su palacio y lo convierte en un mendigo para que nadie lo reconozca y pueda planear cómo deshacerse de los pretendientes.

Canto XIV: Odiseo llega a su natal Ítaca

Odiseo va a buscar a un porquero, Eumeo, quien cuida sus bienes como nadie. Cuando este lo ve, le da alojo y lo invita a comer. Eumeo le informa lo que ha pasado y dice que Odiseo nunca regresará, pero Odiseo, convertido en mendigo, le dice que sí, que él estará aquí de vuelta, y le inventa una historia donde dice que es de Creta. Eumeo lo invita a dormir en las porquerizas mientras él duerme en el monte con los cerdos.

Canto XV: El rey de Ítaca transformado en mendigo

Atenea se dirige a Lacedemonia y mediante un sueño le dice a Telémaco que debe regresar a Ítaca, y cuando llegue deberá buscar al porquero y que lo mande hacia la ciudad a avisar a Penélope su regreso. Él y Pisístrato se despiden de Menelao y Helena y se dirigen a Pilos, donde se despide de Pisístrato y sube a su embarcación para dirigirse a Ítaca. En el momento de embarcar, llega Teoclímeno, que le pide ayuda para huir porque ha matado a un hombre. Mientras que en Ítaca, Eumeo y Odiseo platican algunas historias y luego duermen. Telémaco llega a Ítaca y, como le dice Atenea, se dirige a las porquerizas.

Canto XVI: Padre e hijo se encuentran después de veinte años

Telémaco entra a la porqueriza y Eumeo queda estupefacto al verlo. Luego lo abraza y lo besa. Telémaco le pregunta por su madre y le pide que vaya a avisarle que está de vuelta. Eumeo lo obedece y va. En ese momento, Atenea aparece, solo visible para Odiseo, y le dice que le debe decir la verdad a su hijo. Atenea lo convierte de nuevo en él y Odiseo le dice a Telémaco que es su padre, pero él no le cree. Entonces le explica lo sucedido y, llorando, se besan y abrazan. Prevén lo que van a hacer con los pretendientes, quienes están asombrados de que su plan haya fracasado. Eumeo avisa a Penélope que Telémaco ha regresado. Los pretendientes deciden idear otro plan, pero Penélope se molesta. Eumeo llega a la porqueriza, les avisa que vio llegar una nave.

Canto XVII: Odiseo conoce a sus enemigos

Al día siguiente, Telémaco regresa al palacio y su madre, contenta de verlo, llorando lo besa en la cabeza. Telémaco le dice a su madre lo que Menelao le dijo. Teoclímeno profetiza que Odiseo está vivo y regresará. El porquero dirige a Odiseo hacia la ciudad. Al llegar a su palacio, el único que lo reconoce es su perro Argos, que, haciendo un último esfuerzo para llegar a Odiseo, muere. Durante el banquete de los pretendientes, Atenea le dice a Odiseo que se pasee entre ellos solicitando su caridad. Antínoo lo desprecia, pero Penélope lo defiende. Penélope le pide al porquero que mande llamar al forastero para ver si sabe algo de su esposo.

Canto XVIII: Primer encuentro con los pretendientes

Llega un mendigo al palacio llamado Arneo, con apodo de Iro, que se molesta al ver a Odiseo (convertido en forastero) en el palacio y lo provoca a una pelea. En dicha pelea, Odiseo gana e Iro se va. Penélope le dice a su hijo que no debe dejar que los pretendientes traten así al huésped. Melanto, sirvienta del palacio, es amante de uno de los pretendientes e insulta a Odiseo, quien se enoja. Eurímaco lo provoca, pero Telémaco lo reprende.

Canto XIX: La nodriza conoce a Odiseo

Odiseo planea junto con Atenea la muerte de los pretendientes y le pide a Telémaco que saque todas las armas de la casa. Telémaco obedece a su padre y juntos sacan todo tipo de armas de la casa. Odiseo habla con Penélope y le inventa una historia. Ella le pide una prueba de que conoció a su esposo, y este le dice que cuando vio a Odiseo llevaba un manto de lana púrpura. La reina ordena a Euriclea que le lave los pies al huésped. Cuando hace esto, reconoce que es Odiseo, por la cicatriz que tiene en el pie que le hizo un jabalí de pequeño. Entonces Odiseo le pide que no diga nada a nadie y ella le da su palabra.

Penélope le cuenta un sueño que tuvo y entre los dos tratan de buscar su significado. Penélope hace una prueba para los pretendientes y quien la gane se casará con ella.

Canto XX: Burlas de los pretendientes

Odiseo está sin poder dormir pensando cómo matar a los pretendientes. Atenea se aparece ante él y le dice que duerma porque le hará bien. Mientras tanto, Penélope, llorando, le pide a Artemisa que le quite la vida para no sufrir más.

Melantio, el cabrero, insulta a Odiseo, pero este no dice nada, mientras que Filetio lo trata bien, pero los pretendientes lo insultan. Teoclímeno, el adivino, les presiente una desgracia a los pretendientes, pero estos no le creen y se burlan.

Canto XXI: Inicia el juego final

Penélope les explica a los pretendientes la prueba, que consistía en que lancen una flecha con el arco de Odiseo y logren pasarla por los ojos de doce hachas, y el que lo pueda hacer se casaba con Penélope. Telémaco trata de hacerlo, pero Odiseo lo detiene con una señal. Odiseo les dice a Eumeo y a Filetio quién es en verdad y les dice que necesita su ayuda, y les explica su plan para matar a los pretendientes. Odiseo pide a los pretendientes tensar el arco y estos se molestan.

Mientras Odiseo arma el arco, da la señal a Eumeo y Filetio, y estos cierran las puertas. Odiseo pasa la flecha por los blancos y, haciéndole una señal con las cejas a Telémaco, este se une a su padre.

Canto XXII: Sangriento fin de los pretendientes

En ese momento, Odiseo se despoja de sus harapos y apunta con el arco a Antínoo y, lanzando una flecha, lo mata. Eurímaco le dice que no los mate, que cada uno de ellos le devolverá lo que se gastaron, pero Odiseo lo rechazó, y Eurímaco sacó su espada para lanzarse contra él, pero Odiseo le lanza una flecha y lo mata. Telémaco va por armas. La pelea se desata. Melantio llega a donde están las armas, pero es capturado por Eumeo, quienes lo castigan. Todos los pretendientes mueren, menos Femio y Medón. Odiseo pide a Euriclea que le diga quiénes fueron las mujeres traidoras y les pide que limpien y saquen los cadáveres. La casa fue purificada con azufre.

Canto XXIII: Encuentro amoroso de Odiseo y Penélope

Euriclea despierta a Penélope y le dice que Odiseo está de vuelta, y que mató a todos los pretendientes, pero ella no le cree. Ella la lleva con Odiseo y esta le pide una prueba para saber si es él, y él le dice cuál fue la manera en la que fabricó su lecho nupcial, y ella, llorando, lo abraza fuertemente. Cuando se encuentran solos, Odiseo le relata a su esposa todas sus desventuras y le dice que debe cumplir con la profecía que le había indicado Tiresias cuando fue a la morada de Hades.

Canto XXIV: Paz eterna y olímpica en Ítaca

Hermes evoca las almas de los pretendientes a las puertas de Hades, donde estos le relatan su suerte a Agamenón y Aquiles. La matanza de los pretendientes se ha propagado y la noticia llega al padre de Antínoo, quien quiere venganza. Empieza otra batalla. Laertes mata a Eupítes. Atenea y Zeus ayudan a hacer tregua y hacen un convenio de paz.

Personajes Principales

  • Odiseo: Rey de Ítaca y uno de los héroes de la guerra de Troya. Al principio, Odiseo/Ulises se rehusó a participar en el ejército que atacaría Troya, pero los griegos usaron a su único hijo, Telémaco, para influir en su decisión final. Luego de la guerra de Troya, pasa muchas tragedias, pero logra llegar a Ítaca, su patria.
  • Telémaco: Hijo de Odiseo. Joven valiente. Tras la ida de su padre a la guerra de Troya, decide ir por noticias de él, emprendiendo un viaje donde encuentra a varios de los que participaron en dicha guerra.
  • Penélope: Esposa de Odiseo. Ella permaneció fiel, rechazando a sus muchos pretendientes con la promesa de que elegiría a uno de ellos cuando terminara de tejer la mortaja de su suegro. Penélope tejía de día y destejía de noche. Su tela nunca terminaba de hacerse. Abrumada por las presiones, prometió que se casaría con el hombre que fuese capaz de doblar el arco de Odiseo, pero nadie pudo.
  • Atenea: Diosa hija de Zeus. Esta aboga por Odiseo y ayuda a Telémaco a buscar noticias sobre su padre.
  • Poseidón: Dios de todos los mares. Quiere la venganza hacia Odiseo por dejar ciego a su hijo, el cíclope Polifemo.

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