La Historiografía Romana en la Época Imperial: Tito Livio, Tácito y Suetonio
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La Historia en la Época Imperial
El género histórico, bajo los primeros emperadores, ve recortada la libertad de la que gozaba en la época republicana y se siente sofocado por la censura impuesta por el despotismo reinante. Los historiadores no pueden decir la verdad y se limitan a narrar acontecimientos nacionales, que no puedan comprometerlos, o acontecimientos extranjeros, como la Historia de Alejandro Magno, de Quinto Curcio. Además, este autor escribe su obra más como un escritor artista que como un escrupuloso historiador. En su historia, los acontecimientos se van sucediendo y encadenando como una serie de cuadros, pero reducidos a lo indispensable.
Llegados los Antoninos al poder (año 96 d.C), el género histórico conoce un renacimiento como resultado de la euforia que producen la desaparición del tirano Domiciano y los logros políticos y económicos de la nueva dinastía, que rige los destinos del Imperio hasta el año 192. Tácito, Suetonio, Justino y Floro son los representantes del género histórico de finales del siglo I y principios del II.
Tito Livio
Tito Livio nació en Padua (Galia Cisalpina) el año 59 a.C, en el seno de una familia acomodada. Sus primeros estudios de retórica los cursó en su ciudad natal, pero después pasó a Roma, donde completó su formación. Sus simpatías por el régimen republicano no le impidieron ser recibido en el círculo de Augusto, a quien alaba en varios pasajes de su obra por haber restaurado la religión y por haber procurado la paz al mundo. Incluso se cuenta que el emperador le encomendó la educación del futuro emperador Claudio. Vivió apartado de la vida política, consagrado por entero a escribir tratados de retórica y filosofía y, sobre todo, su magna obra, Historia de Roma, que lo ocupó durante 46 años. Regresó a Padua, donde falleció el año 17 d.C.
1 Historia de Roma
La gran obra de Tito Livio fue Historia de Roma (Ab urbe condita libri, según la tituló él mismo) en 142 libros, que se extendía desde la fundación de Roma hasta el año 9 a.C. Sus libros se publicaron según los iba escribiendo, pero pronto se agruparon de diez en diez (Décadas). La mayor parte de su obra se ha perdido, sólo la conocemos por los resúmenes que se hicieron de cada libro para los estudiosos y estudiantes de la historia romana, los cuales sí se han conservado.
Se conservan la primera Década (libros 1-10), que va desde los orígenes de Roma a la tercera guerra samnita (293 a.C); la tercera Década (libros 21-30), que trata de la Segunda Guerra Púnica (218-201 a.C); la cuarta Década (libros 31-40), que cuenta la conquista del Mediterráneo oriental; y la mitad de la quinta Década (libros 40-45), que narra la conquista de Macedonia (167 a.C).
2 Características de su Obra
Tito Livio no tiene la concepción moderna y científica de la historia, ésta es para él un género literario y oratorio, y su tarea consiste esencialmente en embellecer, con los recursos estilísticos de la poesía y de la retórica, los hechos que narra. Además no se preocupa demasiado por consultar las fuentes que tiene a su alcance (textos de los tratados, inscripciones) ni por apoyar sus afirmaciones en testimonios fiables. No obstante nos informa, a veces, de las distintas opiniones que reflejan, sobre un mismo hecho, las diversas fuentes.
La historia, para él, es un repertorio de ejemplos, unos buenos, que deben ser imitados, y otros malos, que se deben desechar. Por eso, aproximándose al pasado, quiere glorificar las virtudes que hicieron posible el Imperio y dar a sus contemporáneos, escépticos y corrompidos, una lección moral. Con ello intenta colaborar en la renovación nacional que pretende llevar a cabo Augusto.
Tito Livio no era partidario de la concisión de Salustio, sino más bien del periodo ciceroniano, aunque sus periodos son más variados y menos simétricos que los de Cicerón. Su frase es amplia, clara, de gran libertad sintáctica e intenso colorido poético, aunque no desprecia los usos populares y arcaicos. Los episodios que narra los presenta como verdaderos dramas, en los que brillan los discursos, inventados por él mismo, pero que responden a los que presumiblemente se pronunciaron. Tienen verdadero valor oratorio.
Cornelio Tácito
1 Obras
De las obras que escribió Cornelio Tácito, cuya vida estuvo marcada por la política, conservamos las siguientes, que enumeraremos por orden cronológico:
- Diálogo de los oradores (Dialogus de oratoribus). Es un ensayo de crítica literaria, escrito hacia el 81 y publicado más tarde. En él, unos oradores de la época de Vespasiano comparan los méritos de la poesía y de la elocuencia y buscan las causas históricas de la decadencia de esta última; entre las numerosas causas que enumera destaca la política pacifista de Augusto.
- Vida de Julio Agrícola (De vita et moribus Iulii Agricolae). Es una biografía y un panegírico de su suegro Julio Agrícola, gobernador de Britania, escrita dos años después de su muerte. Este tipo de biografías era muy frecuente en la época de Tácito. Julio Agrícola fue, para su yerno, un hombre digno y prudente que supo servir con valor y lealtad al Estado.
- Germania (De origine, situ, moribus ac populis Germanorum). Es un ensayo breve sobre la vida y costumbres de los germanos, destinado, parece ser, a poner en guardia a Roma sobre los peligros que suponía tener al otro lado de la frontera a estos pueblos tan guerreros. Germania es un documento histórico y etnográfico muy interesante a pesar de algunos errores y lagunas.
- Historias (Historiae). Constaban de 14 libros y contaban la historia romana desde el comienzo del gobierno del emperador Galba hasta la muerte del emperador Domiciano, época vivida por el autor; por tanto, los testimonios que aporta son contemporáneos y directos. Sólo se conservan los cuatro primeros libros y parte del quinto.
- Anales (Ab excessu divi Augusti). Constaban de 16 libros, pero se han conservado completos solamente los cuatro primeros y los seis últimos. Aunque fueron escritos después de las Historias, narran la historia romana anterior: desde la muerte de Augusto hasta la de Nerón. Fueron publicados después de la muerte de Trajano.
3 Valor histórico-literario
Tácito es un historiador bien informado. Antes de empezar a escribir sus obras se documentaba bien, consultando los archivos oficiales, sobre todo para los Anales, y estudiando las obras de los historiadores anteriores. Su intención era escribir los hechos sin ira y con imparcialidad. Cuando encontraba distintas versiones de un mismo hecho, se decidía por el historiador de más autoridad o reproducía los textos añadiendo el nombre del autor. A pesar de todo esto, a veces, su mentalidad retórica le lleva a exagerar las cosas falseando la realidad; otras veces un enorme pesimismo -era más inclinado a tomar la vida por el lado triste que por el risueño- le inclinaba a ver el lado negativo de los hombres y de las cosas. Su historia es una historia psicológica en la que trataba de penetrar en el interior del espíritu de sus actores.
Estilo
El estilo de Tácito se caracteriza por el uso conciso y preciso de la lengua, sobre todo en las Historias y en los Anales. Sus frases, muy breves, están llenas de contenido, pero, a veces, éste resulta un poco obscuro por las excesivas elipsis y por la profundidad de las ideas, no por la concisión. Utiliza voluntariamente los periodos asimétricos y las construcciones extrañas y poco frecuentes. Tácito, por su originalidad y por su estilo, es uno de los escritores que ocupa un lugar de primer orden en la literatura universal.
Suetonio
De Cayo Suetonio Tranquilo disponemos de pocas noticias seguras sobre su vida. Parece ser que nació hacia el año 75 en el seno de una familia ecuestre, pero no conocemos el lugar de nacimiento. Realizó estudios en Roma y fue amigo y protegido del escritor y aristócrata Plinio el Joven. Durante el mandato del emperador Adriano trabajó como su secretario-archivero. Al final de su vida cayó en desgracia y vivió retirado, ocupado en escribir sus obras. Murió hacia el año 140.
Suetonio, según el número de títulos de obras que nos ha transmitido la tradición, es uno de los autores enciclopédicos de la antigüedad, ya que escribió obras lexicográficas, biográficas, histórico-legendarias, naturalistas, de juegos, etc. Se le considera el último historiador notable de la literatura latina.
1 Obras
De la abundante producción de Suetonio sólo nos son conocidas dos obras de género histórico-biográfico:
- Sobre varones ilustres (De viris illustribus). Es un compendio de noticias biográficas de personajes importantes de la cultura: oradores, poetas, filósofos, gramáticos e historiadores. Pero sólo conservamos un pequeño tratado sobre los gramáticos y los retóricos. Es la primera historia de la literatura latina que se ha escrito distribuida por géneros literarios.
- Vida de los doce Césares (De vita duodecim Caesarum). En esta obra, Suetonio se acerca ya a la concepción moderna de la historia: no hay retórica ni discursos ficticios, sino hechos relatados a la vista de documentos o después de una minuciosa investigación en los archivos, o simplemente documentos insertados textualmente para justificar sus aseveraciones.
2 Valor histórico
Suetonio está convencido de que el historiador debe decir toda la verdad, de modo imparcial, y eso le lleva a servirse de panfletos, libelos difamatorios, memorias, entrevistas, etc., que sirven para salpicar de detalles la narración. Cuando aparece la Vida de los doce Césares, hacía poco que Tácito había publicado sus Anales e Historias, que describían el mismo periodo histórico que la obra de Suetonio. Para que ésta fuera diferente, Suetonio intenta presentar una historia en la que haya de "todo", pero sin hacer un juicio crítico de los hechos.
Aunque Suetonio estaba bien informado por haber trabajado como archivero, algunos de sus relatos son dudosos de autenticidad, sobre todo los referidos a los emperadores que mermaron la autoridad del senado, pues era firme partidario de la nobleza senatorial. Las biografías revelan grandes cualidades de historiador, pero encierran graves defectos: importancia relativa de los hechos generales, cronología frecuentemente incierta, falta de originalidad y carencia de análisis psicológico de los personajes.
El esquema o composición del relato de las vidas de los personajes es muy monótono, siempre se repite: trata sucesivamente de la familia, nacimiento, adolescencia; de la vida pública; de la vida privada; y, finalmente, de la muerte. Su intención es ofrecer el mayor número de detalles sobre cada uno de los emperadores cuya biografía nos presenta.
Su estilo es sencillo, claro, cuidado, a veces austero y seco, pero sus obras se leen con agrado ya que nos muestran a los emperadores en el gobierno del Imperio, al frente del ejército, durante la guerra y la paz y en su vida privada. La influencia de Suetonio ha sido permanente en sus contemporáneos y en los historiadores posteriores. En el Renacimiento se difundieron por toda Europa las ediciones de la Vida de los doce Césares.