Historia de la Revolución Francesa: Etapas y Causas
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1. La Revolución Francesa
Causas
Malas cosechas, marginación política de la burguesía y crisis financiera.
Inicio
Una revuelta de la aristocracia. Los privilegiados se negaron a pagar impuestos y exigieron a Luis XVI que convocara los Estados Generales, el único organismo que podía aprobar una reforma fiscal. Los representantes del tercer estado exigieron la doble representación, la deliberación conjunta y el voto por persona (ya que el tercer estado era la mayoría de la población de la nación). Como el monarca y la nobleza solo aceptaron la doble representación, los diputados del tercer estado se erigieron en Asamblea Nacional y se comprometieron a elaborar una constitución que reflejara la voluntad de la mayoría de los franceses.
2. Etapas de la Revolución Francesa
Fases de la Revolución
- Monarquía constitucional (1789-1792): Burguesía conservadora que aspiraba a llegar a un acuerdo con el rey y los privilegiados para abolir el Antiguo Régimen e imponer el liberalismo.
- República democrática (1792-1794): Burguesía radical y sectores populares deseaban una transformación profunda de la sociedad en un sentido democrático e igualitario.
- República burguesa (1794-1799): Regreso al poder de la burguesía conservadora, que consagró el predominio de los propietarios.
3. Monarquía Constitucional (1789-1792)
En 1789, la Asamblea Nacional inició un proceso reformista para convertir Francia en una monarquía parlamentaria y constitucional. En 1791, se promulgó la Constitución, estableciendo la separación de poderes, la soberanía nacional y la igualdad legal de los ciudadanos, aunque reservando al rey el derecho de veto. También se estableció el sufragio indirecto y censitario, donde la gente pobre no tenía derecho a votar (ciudadanos pasivos) y los que tenían ciertas riquezas sí podían. Después de la aprobación de la Constitución, se formó una asamblea legislativa, en la que se redactaron nuevas leyes para garantizar la igualdad de todos los ciudadanos. También se expropiaron los bienes de la Iglesia, que fueron declarados bienes nacionales (desamortización) y vendidos a particulares. Las reformas del periodo 1789-1791 satisfacían a los grupos burgueses, porque les concedían derechos políticos y libertad económica. Pero el nuevo régimen también contaba con muchos opositores, como la nobleza, que quería recuperar sus privilegios, o el clero, que estaba descontento ante la desamortización, y la monarquía, que conspiraba para derrocar a la asamblea. Los sectores populares también mostraron su descontento ante la restricción del sufragio a los que poseían bienes o dinero y el encarecimiento del coste de la vida. La monarquía intentó marchar de Francia hacia Austria, pero desprestigiada, volvió a la capital y mostró su rechazo al impulso revolucionario. En 1792, la Asamblea Legislativa declaró la guerra a Austria, pero Austria invadió Francia hasta las puertas de París. Ese mismo año, los sans-culottes asaltaron el palacio, encarcelaron al monarca y proclamaron la república.
4. República Democrática (1792-1794)
La República quedó en manos de los girondinos, que convocaron elecciones por sufragio universal masculino para la nueva Convención Nacional. La Convención llevó a cabo un juicio contra el rey Luis XVI y su esposa María Antonieta, que fueron acusados de traición y condenados a la guillotina. La muerte del rey formó una alianza de las monarquías europeas contra la Francia revolucionaria. En 1793, los jacobinos lograron el poder y detuvieron a los principales dirigentes políticos girondinos. En el mismo año, se promulgó una nueva constitución basada en la democracia social: soberanía popular, sufragio universal directo y derecho a la igualdad. El ejecutivo quedó en manos de un Comité de Salvación Pública, que concentró todo el poder en Robespierre. La República impulsó la política del Terror y castigó con prisión y muerte a los sospechosos de ser contrarrevolucionarios (Ley de Sospechosos). Para responder a los anhelos de los sans-culottes, el Comité de Salvación Pública aprobó una serie de leyes sociales: el control de precios y salarios (Ley del Máximo), la distribución de bienes de los contrarrevolucionarios entre los indigentes, la venta de las tierras del clero en pequeños lotes y la instrucción obligatoria. En 1794, los peligros disminuyeron: las revueltas interiores habían sido sofocadas y los ejércitos franceses se imponían a los de la coalición extranjera. De modo que, mediante el golpe de Estado de Termidor, en 1794, fueron derribados y ejecutados Robespierre y otros dirigentes jacobinos.
5. La República Burguesa (1794-1799)
Después del golpe de Estado, la burguesía conservadora volvió a tomar el control de la Revolución. Se elaboró una nueva Constitución que otorgaba el poder ejecutivo a un gobierno colegiado (Directorio), restablecía el sufragio censitario y confiaba el poder legislativo a dos cámaras (el Consejo de los Quinientos y el Consejo de los Ancianos). El nuevo gobierno pretendía volver a los principios de la Constitución de 1791. Persiguió a los jacobinos, derogó la Constitución de 1793 y anuló todas las medidas de aquel periodo. La aristocracia se oponía al liberalismo de la nueva república. En 1799, un joven general, Napoleón Bonaparte, con el soporte de la burguesía, dio un golpe de Estado que puso fin al Directorio e inauguró el Consulado.