Historia y Evolución de la Educación Infantil: Un Recorrido Detallado

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Evolución de la Educación Infantil

1. Pasado de la Educación Infantil: Antecedentes (Antes del Siglo XX)

a) Los precedentes teóricos más importantes los encontramos en la Grecia Clásica y en Roma, proporcionando esta última las pautas para la educación occidental. Encontramos las primeras consideraciones sobre estas edades en Aristóteles (Grecia) y en Quintiliano (Roma); pero no existen todavía instituciones concretas que reflejen una práctica real de sus principios.

b) Hasta el siglo XVII no varía la situación anterior; a partir de este siglo se produce un lento cambio de mentalidad. Comenio es el primero que habla de escuela materna y considera que esta está formada por 6 etapas. Se trata sobre todo de un marco de aprendizaje situado en el seno de la familia, en el que únicamente la última etapa implica realmente una actividad escolar. Comenio se declara defensor de la edad temprana, ya que opina que esta evita la formación de hábitos no deseables…

c) En la segunda mitad del siglo XVIII se asiste a la propagación en varios países europeos de un tipo de escuela similar al sexto grado del sistema de Comenio. En Inglaterra surgen las dam schools y en España las escuelas de amiga. Ambas eran instituciones fundamentalmente de carácter asistencial y dedicaban la mayor parte del tiempo a prácticas religiosas, al aprendizaje de oraciones, aunque también a juegos y cantos, y al aprendizaje de algunas nociones de lectura, escritura y cálculo. Sus características más evidentes eran su falta de sistematización, la improvisación y el hecho de que las diferencias entre cada una de ellas se debían a las diferentes personalidades de los directores.

d) También en el siglo XVIII comenzó a surgir un nuevo planteamiento filosófico en torno al racionalismo imperante. Dentro del ámbito educativo, este movimiento estuvo capitaneado por Rousseau y su naturalismo. Rousseau llama la atención sobre el valor de la infancia y de sus derechos. Considera que los recursos educativos han de adaptarse a las etapas por las que pasa el niño. Rousseau, en definitiva, nos propuso una educación que hiciera posible la espontaneidad y la manifestación libre de la naturaleza humana (Gallego Ortega, 81).

a) Otro gran pedagogo de la infancia fue Pestalozzi. Escribió sobre la infancia desde una perspectiva social, pues el objetivo de aquella era la preparación del niño para ser hombre, pero teniendo en cuenta las necesidades que la sociedad en ese momento demanda de él. Al igual que Rousseau le dio gran importancia a la educación inicial del niño, ya que desde que este nace está aprendiendo. Destacó el papel importante de la familia en la educación de los pequeños. Y, finalmente, propuso crear aulas infantiles junto a las escuelas para que hubiera una mejor preparación de los niños, pues piensa que estos no se desarrollan solos sino que lo hacen a través de la educación (Gallego Ortega, 81).

b) Otros opinan que no empieza a haber educación preescolar propiamente dicha hasta que se produce el nacimiento de los sistemas públicos de educación. Van a ser las nuevas condiciones sociales las que van a favorecer el establecimiento de estas instituciones. A principios del siglo XIX, con las grandes migraciones, el incremento extraordinario de la población y la incorporación masiva de hombres y mujeres a las fábricas, las asistencias de carácter colectivo (las instituciones asistenciales) se convierten en indispensables, surgiendo asociaciones de carácter benéfico y filantrópico.

La por entonces naciente clase media fue el sector que más positivamente respondió a estas medidas. En esta nueva clase social empieza a gestarse una mentalidad de control fatalista, motivada por la idea de ofrecer a los hijos una atención más cuidada y con la voluntad de inscribir a los niños en instituciones educativas, incluso recurriendo a instituciones de pago.

Este es el marco en el que se desarrollan las primeras instituciones preescolares propiamente dichas en los países industrializados de Europa y de América.

c) En la Francia postrevolucionaria surge una serie de instituciones filantrópicas y aparece en 1826 la primera aula asilo. Coxin es la personalidad clave de este movimiento; en 1847 funda un centro de formación de maestras, cuya primera directora va a ser Pap-Carpentier, pedagoga francesa muy influenciada por Froebel. Las características principales de las aulas de asilo de Pap-Carpentier son: - reunían en su seno a gran cantidad de alumnos (unos 200); - estaban organizadas por los principios de la metodología lancasteriana (de Lancaster), es decir, según el sistema monitorial (de monitores: los propios alumnos transmiten los conocimientos a los otros alumnos).

d) Por otra parte, el influjo del modelo anglosajón no va a ser despreciable. En Inglaterra aparecen a principios del siglo XIX dos movimientos de escolarización:

  • Uno de ellos está dirigido a la naciente clase media y está inspirado en Pestalozzi.
  • Otro, dirigido a las clases trabajadoras, mostraba también un cierto aire pestalozziano, pero el funcionamiento era más propio del sistema de monitores lancasteriano.

Posteriormente los dos tipos de centros van a ser llamados infants schools.

a) Poco tiempo después nacen en España las escuelas de párvulos, que se hacen pronto eco de las experiencias británicas. Estas escuelas llegaron a través de Pablo Montesino, el cual logra establecer unas instituciones destinadas a educar a los más pequeños. En 1838 crea la primera escuela de párvulos y en 1939 funda la primera escuela normal, de la cual fue director. Escribió también un libro importante para la educación preescolar: Manual del maestro de párvulos. Para Montesino el propósito esencial de la educación es la formación integral del niño por medio de la metodología del juego, el conocimiento del entorno mediante la observación y la educación atractiva que evite la inculcación de miedos inhibidores del normal desarrollo infantil.

b) Todas estas instituciones aparecidas como consecuencia de la revolución industrial no acaban de encontrar su particular fisonomía, ya que sus objetivos se quedan a medio camino entre lo escolar y lo asistencial. Sin embargo, nuevas ideas y nuevos datos de la primera mitad del siglo XIX van a dar nuevo aire a la educación infantil. Por una parte, la aparición de una gran figura de la educación infantil: F. Froebel; por otra, una serie de intervenciones estatales de gran importancia.

c) Froebel

  1. Fundó en 1837 una escuela infantil en la ciudad de Bakmburg (Alemania), escuela a la que llamó kindergarten (jardín de niños o de infancia). El principal objetivo de esta escuela era facilitar la formación y la socialización de los niños desde su más temprana edad. Su escuela y su metodología influyeron en la pedagogía europea y norteamericana del momento. Igualmente, ofreció un currículum de carácter específico para trabajar con la infancia (Gallego Ortega, 82-83).
  2. Los fines que potenciaba su modelo de enseñanza eran: a) desarrollo de habilidades de discriminación sensorial, de coordinación motriz y de expresión verbal e intelectual; b) potenciar el amor hacia la música como elemento de creación; c) desarrollar la autonomía del sujeto en el desarrollo de actividades individuales y colectivas; d) desarrollar actitudes éticas, morales y religiosas.
  3. Todos estos fines son desarrollados a través del juego. Froebel considera la escuela como un aspecto de la vida, siendo el juego el principio que ha de presidirla. El juego es una actividad espontánea que ha de desarrollarse en un ambiente relajado y agradable, pues su fin era transmitir conocimientos. Estos conocimientos son organizados en una serie de materiales que eran llamados dones.
  4. Los dones están formados por una serie de actividades y juguetes que ayudan al niño a conocerse y reconocerse a sí mismo y al mundo exterior que le rodea… Estos dones son ordenados desde lo más simple a lo más complejo, además de diferenciarlos por sus formas, cualidades y texturas de manera que el niño sea introducido en el conocimiento de las grandes leyes del universo.
  5. Su concepto de la educación gira en torno a la figura del niño. La educación debe promover su actividad creativa y espontánea y hacer del niño el centro de la acción, y en interacción con los otros niños. Los principios que guían su educación son: individualidad, la libertad, la autoactividad, la relación y la unificación.
  6. Todo esto queda reflejado en los objetivos que plantea: - desarrollo corporal a través de ejercicios gimnásticos - desarrollo de los sentidos - desarrollo de la capacidad intuitiva y de la cognoscitiva - desarrollo de sentimientos morales y religiosos - desarrollo del carácter a través de conversaciones y narraciones - desarrollo de hábitos de bondad y buenas costumbres. Todos estos objetivos potenciarán el desenvolvimiento del niño según sus propias leyes: creer firmemente en la libertad y la creatividad humana, en la bondad natural del niño.
  7. El sistema de Froebel tuvo duras críticas: estas giraban en torno a la vaguedad de sus ideas, en su escaso carácter científico, su excesivo centralismo en la figura del niño y en la atribución de excesiva importancia a las actividades recreativas. En 1851 el gobierno de Prusia clausuró todos los centros educativos con características semejantes a los de Froebel. Sin embargo, entre todas sus aportaciones continúa destacando por haberse adelantado en el estudio psicológico de los primeros años de la vida del niño, de las actividades lúdicas, en la creación de los kindergarten (jardines de infancia) y en una pedagogía basada en las acciones de los dones. (Gallego Ortega, 83-84).

En cuanto a las intervenciones estatales de importancia debemos resaltar dos hechos fundamentales: 1) la Ley Foster, Inglaterra (1870), que estableció la escolaridad obligatoria a partir de los 5 años, y 2) en Francia se integra la escuela maternal dentro del sistema escolar público.


2. A Comienzos del Siglo XX

A comienzos del siglo XX la escuela nueva impulsa la educación infantil: se vive un clima de renovación y de sensibilidad hacia las necesidades de los párvulos y se abren nuevas perspectivas para la educación infantil (vv.aa,10). Dentro del movimiento de la educación recordamos a grandes figuras de la educación de niños:

a) Maria Montessori, fundadora de la casa di bambini, que une admirablemente teoría y práctica, ciencia y sensibilidad en el impulso de una pedagogía totalmente al servicio de la infancia.

b) O. Decroly, que impulsa los métodos de aprendizaje (lengua oral y escrita) y crea los centros de interés como respuesta a los intereses del niño, por un lado, y a la globalización, en atención a la forma global o sincrética de ver la realidad por parte del niño.

Las hermanas Agazzi que, basadas en F. Froebel, diseñan su propio método, orientando los procesos educativos de manera que se permitiera al niño, a partir de ejercicios de vida práctica, adquirir las capacidades perceptivas y lingüísticas (1,10).

b) C. Freinet, cuya influencia en la edad infantil es clara; en efecto, sus propuestas de la imprenta y del texto libre potencian mecanismos de síntesis a la vez que de globalización (id).

En España hemos de reseñar (recordando el antecedente de Pablo Montesino, que funda las primeras escuelas de párvulos) entre otras instituciones a la Institución Libre de Enseñanza (de clara influencia froebeliana), a las Escuelas del Ave María (en 1898 Manjón crea en Granada la primera escuela al aire libre llamada del Ave María, en oposición a la escuela tradicional española. La característica principal de estas escuelas es ver y entender el jardín como aula).

Entre estos centros de educación de la infancia -y durante la primera mitad del siglo XX- se advierten ya algunos caracteres propios:

a) Se supera el nivel de la institución meramente asistencial (guarderías) y se pone el énfasis en prácticas de signo claramente educativo (id,11);

b) El desarrollo, las necesidades e intereses del niño y el fomento de su autonomía y de las interacciones con el mundo material y social se convierten en ejes vertebradores de los modelos didácticos para la EI.

Este incipiente y reducido muestrario de pedagogía infantil se rompe en gran medida en España con el advenimiento de la guerra civil. Habrá que esperar décadas para que sobre todo la sensibilidad privada -de iniciativa social- realice lo que no llevaba a cabo la iniciativa del estado: grupos de padres y educadores que impulsan la creación de instituciones adecuadas y relanzan propuestas y experiencias innovadoras para los más pequeños (id).

3. Desde la Segunda Mitad del Siglo XX

En 1948 surge la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP); a partir del impulso que ella y la propia investigación científica, clínica y psicológica, proporcionan a la Psicología del Desarrollo se pondrá de relieve la importancia de los primeros años infantiles como básicos en la construcción de la futura personalidad (2, 499). (Podemos familiarizarnos ya desde ahora con los nombres de eminentes especialistas en psicología infantil: K. y C. Bühler (Austria), J. Piaget (Suiza), A. Gesell (USA), H. Wallon (Francia) y J. Rof Carballo (España).

En los años sesenta, debido a varios factores conjuntos, el desarrollo cognitivo (de los niños) mereció la atención de numerosos educadores (Gallego Ortega, 30). Cerca de los años ochenta se llega en EI a un equilibrio entre la atención asistencial y la educación personal, pero sin reconocer, en la mayoría de los países, esta etapa como obligatoria y acentuando su valor de preparación a la escolaridad obligatoria (valor propedéutico), lo que disminuía su matiz de orientación cognitiva (id).

4. La Educación Infantil Hoy (en el Sistema Educativo Español)

De lo anteriormente expuesto se puede decir que la legislación española sobre EI es relativamente reciente. La idea de infancia que ha prevalecido durante mucho tiempo favoreció este retraso. En efecto, hasta que el niño no poseía un cierto desarrollo neurológico, motor, psicomotor y cognitivo no parecía relevante la intervención educativa; la educación era básicamente familiar y no se trataba de un plan de educación infantil propiamente dicho. (En muchos casos se comenzaba a ir a la escuela cuando se cumplía la edad del ingreso obligatorio en la Educación Primaria: los seis años).

4.1. En la Ley General de Educación

Aparte de las experiencias españolas citadas anteriormente con respecto a la educación de los niños pequeños, la referencia legislativa importante respecto a la educación infantil comienza con la Ley General de Educación (1970). Esta ley implanta la Educación Preescolar, que cubría el espacio temporal previo a la escolarización obligatoria(Gallego Ortega, 449).

Se dice cubría pues se trataba más bien de conductas de cuidado y aseo que de un plan educativo en sentido estricto. Estas enseñanzas no regladas, es decir, sin programación educativa quedaban vertebradas en dos etapas: (MEC, 1973): los Jardines de infancia (2 y 3 años) y las escuelas de Párvulos (4 y 5 años). Tras ellas proliferaron las guarderías con objetivos similares: la custodia y el cuidado de los niños cuyas familias no pueden atender los en cierto horario (Gallego Ortega, 449).

El objetivo de la Educación Preescolar consistía en despertar en el niño su espontaneidad, su sentido de la creatividad y su espíritu de convivencia, así como facilitar la integración laboral de la mujer, madre de familia, en el mundo profesional (id).

Pero, aun así, no hay similitud entre la Educación Preescolar y la Educación Infantil; sólo se asemejaba la edad y la división en dos periodos o ciclos; pero las finalidades, los objetivos y la estructura propia de la etapa no. Mayor parecido tendrán, sin embargo, los llamados Programas Renovados de los años 80. En ellos, la E. Preescolar, en su segundo nivel (Escuela de Párvulos) se aproxima al modelo actual, al menos en la programación de unos contenidos fijos teóricos-conceptuales. No obstante, los pilares pedagógicos en los que se sustentaban estos programas difieren sensiblemente de los planteamientos que subyacen en la actual Educación Infantil (Gallego Ortega, 449).

4.2. La Educación Infantil de la LOGSE

Las bases de nuestra actual etapa llamada Educación Infantil se ponen en la Ley de Organización General del Sistema Educativo (LOGSE, 1990), en los artículos 7 a 11. Más tarde se desarrolla esta Ley a través de varios Reales Decretos. De los artículos de la Ley se desprende lo siguiente:

  1. La EI comprende la etapa que abarca de los 0 a los 6 años de edad. Sirve de enlace y ayuda a las familias y es de carácter voluntario;
  2. La EI contribuirá al desarrollo físico, intelectual, afectivo, social y moral de los niños (art. 7);
  3. Deberá desarrollar las siguientes capacidades (art. 8): a) Conocer su propio cuerpo y sus capacidades de acción; b) Relacionarse con los demás a través de las distintas formas de expresión y de comunicación; c) observar y explorar su medio natural , familiar y social; d)adquirir progresivamente una autonomía en sus actividades habituales.
  4. La EI comprenderá dos ciclos (art. 9): el primero, de 0 a 3 años; el segundo, de 3 a 6 años: ·En el primer ciclo de la educación infantil se atenderá al desarrollo del movimiento, al control corporal, a las primeras manifestaciones de la comunicación y del lenguaje, a las pautas elementales de convivencia y relación social y al descubrimiento del medio inmediato.·En el segundo ciclo se procurará que el niño aprenda a hacer uso del lenguaje, descubra las características físicas y sociales del medio en que vive, elabore una imagen de sí mismo positiva y equilibrada y adquiera los hábitos básicos de comportamiento que le permitan una elemental autonomía personal
  5. Los contenidos se expresan en Áreas curriculares; y la metodología (a partir de experiencias, actividades y juegos) se llevará a cabo en un ambiente de afecto y confianza (art. 9. 5).
  6. Los maestros de E.I.: La educación Infantil será impartida por maestros con la especialización correspondiente. En el primer ciclo los centros dispondrán asimismo de otros profesionales con la debida cualificación para la atención educativa apropiada a los niños de esta edad. (art. 10).
  7. Los centros podrán impartir el primer ciclo, el segundo o ambos. Las Administraciones educativas desarrollarán la educación infantil. (Art. 11)

4.3. En la LOE

La legislación actual está contenida en la Ley Orgánica de Ecuación (LOE) (después de una modificación sin efectos reales realizada por la LOCE). En los artículos 12 a 14 de la LOE se recoge -y se repite más o menos- el modelo de LOGSE con algunas pequeñas diferencias que no son sustanciales.

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