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Fragmento 1º (Impresiones e ideas). El tema de este fragmento es que Hume piensa que podemos dividir todo lo que percibimos en dos clases de percepciones que se distinguen por los distintos grados de intensidad con que se presentan para nuestra mente. Las impresiones serían nuestras percepciones más intensas que, se dividirían en dos tipos: sensaciones y sentimientos. Mientras que los pensamientos o ideas son las percepciones menos intensas de las que tenemos conciencia, cuando recordamos las impresiones que hemos percibido previamente.

Fragmento 2º (Límite del pensamiento y principio de copia). El tema de este fragmento es que Hume cree que, aunque el pensamiento parece no tener límites, porque todas nuestras ideas son copias de nuestras impresiones. Hume afirma que, aunque podemos pensar en cosas que no hemos percibido jamás, el poder creativo de nuestra mente se limita a mezclar, aumentar o disminuir lo que hemos percibido por los sentidos, o lo que hemos sentido. Podemos concluir que todas nuestras ideas provienen de nuestra percepción, son copias de nuestras impresiones.

Fragmento 3º (Primera demostración del principio de copia). El tema de este fragmento es que Hume pretende demostrar que todas nuestras ideas son copias de nuestras impresiones basándose en el argumento de que nuestras ideas complejas están formadas por ideas simples que han sido copiadas de una impresión. Pone el ejemplo de la idea de Dios, que surge, según él, de nuestra propia mente al aumentar,, las carácterísticas de la sabiduría y la bondad que hemos percibido en el ser humano. Queda demostrado que toda idea es copia de una impresión y aquel que quiera afirmar lo contrario tendría que mostrarnos alguna idea que no hubiese sido, al menos en parte, copiada de ninguna impresión, lo que le sería totalmente imposible.

Fragmento 4º El tema de este fragmento es que Hume pretende demostrar que todas nuestras ideas son copias de nuestras impresiones basándose en el argumento de que si una persona no posee alguno de nuestros cinco sentidos y no puede experimentar alguna clase de sensación, no podrá tampoco crear en su mente las ideas correspondientes a ese sentido que no posee  mientras que si recuperase el sentido que le falta no tendría ningún problema para formarse las ideas que surgen a partir de ese sentido. No tenemos ni idea de cómo serían las ideas correspondientes a las percepciones de seres vivos dotados de alguna capacidad perceptiva superior a la nuestra.