Herencia mórbida
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En el ser humano la “voluntad de poder” es la fuerza que se manifiesta por nuestros impulsos, de nuestros instintos naturales y el deseo, también biológico e involuntario, de vivir todo lo placentero y todo lo doloroso de la vida, de sentir todo lo que nos aporten los sentidos. Es el deseo, más profundo e inconsciente, por disfrutar y por sufrir todo lo relacionado con el cuerpo, los instintos, el cambio, el placer, el dolor y la muerte…
Para Nietzsche todo se encuentra dominado por los instintos y las fuerzas naturales que se enfrentan y su finalidad es vivir más allá del bien y del mal.
b) La transvaloración de todos los valores:
De acuerdo con su interpretación de la vida como “voluntad de poder”, Nietzsche cree que debemos valorar cualquier teoría teniendo en cuenta si niega o afirma los valores Debemos rechazar toda teoría acerca del ser humano o del mundo, que no se base en el deseo de afirmación de la existencia y que niegue la vida. Según él, el mundo ha sido interpretado en contra de esos valores vitales desde la antigua Grecia, es necesaria una “transvaloración de todos los valores”. Es decir, la eliminación de todos los valores de la cultura occidental y la creación de nuevos valores. La moral occidental es la cristiana y se basaba en los valores antivitales del platonismo: en la renuncia a la vida que hace decir a Platón que “el cuerpo es la cárcel del alma” y a Sócrates preferir la muerte antes que huir. La enfermedad, el envejecimiento, la violencia y la muerte nos hacen sufrir, por eso, los “débiles” rechazaron esta vida y se inventaron otra espiritual donde ya no estaríamos “atados al cuerpo” y no sufriríamos por él.
Nietzsche propone, una moral basada en la “voluntad de poder”, que ame y desee la vida hasta tal punto que esté dispuesta a vivir sus aspectos más dolorosos. Frente a la moral judeocristiana de los “débiles”, de los que temen a la vida tratan de “soportar la vida”, Nietzsche defiende la moral de los “fuertes”, de los que aman la parte más dolorosa de la vida, una moral que él llama “aristocrática” por estar basada en el mundo griego, inspirada en los valientes héroes homéricos y en los personajes de la tragedia. Se trata de desear la “voluntad de poder”.
c)El superhombre. Para Nietzsche, llos “fuertes”, los llama “superhombres”. El superhombre de los nazi desprecia la debilidad del judeocristianismo y defiende la fuerza de los antiguos héroes homéricos y germánicos. El superhombre de Nietzsche posee 3 rasgos importantes que se oponen, a esta interpretación de ideología nazi:-Los superhombres no son ninguna clase social privilegiada cuyo poder haya sido obtenido por la fuerza y transmitido por herencia social ni por herencia biológica. Los superhombres, para Nietzsche, son “individuos” fuertes y nunca grupos sociales. No se trata de la raza aria ni de la aristocracia alemana.-Los superhombres rechazan la “moral de los débiles” que son como “esclavos” que se limitan a obedecer órdenes. Detestan la “moral del rebaño”, ya que, en lugar de pensar y decidir por sí mismos, piensan y de actúan como la mayoría, siguiendo normas morales establecidas. Los superhombres son individuos libres que crean sus propios valores morales de acuerdo con la vida, su conducta será distinta a la de la mayoría. Los nazis “se limitaban a cumplir órdenes”.-Los superhombres creen en sí mismos y en la vida. No creen Dios ni en nada que le quite valor a la vida. Los nazis creían en la raza aria, en el Estado alemán y en Hitler, al que convirtieron en un Dios, al obedecer sus órdenes sin cuestionarlas.
d) El eterno retorno: es la forma nietzscheana de entender el tiempo y que representa la máxima defensa de esta vida. El eterno retorno consiste en amar tanto esta vida que se pueda desear que todo lo que ha ocurrido en el pasado, lo que ocurre en el presente y lo que ocurra en el futuro se repita eternamente. Nietzsche entiende el tiempo de manera cíclica al creer que todo instante presente es eterno porque se repite sin fin. Frente a la concepción lineal platónico-cristiana del tiempo y de la vida que espera la muerte para huir del dolor de este mundo y llegar al “otro mundo” , Nietzsche defiende que este mundo es el único que existe y que debemos amarlo, puesto que la vida es fugaz.