Los hechos sociales y el suicidio según Durkheim

Qué son los hechos sociales y cuáles son sus principales características

Emile Durkheim, creó una serie de obras, siendo una de ellas “Las reglas del método sociológico”, en donde plantea las reglas y pasos a seguir en la construcción de una sociología objetiva. Además introduce los principios sociológicos necesarios para llevar a cabo un trabajo científico. Según Durkheim, el objeto de estudio de la sociología vienen a ser los hechos sociales, que los define como: “modos de actuar y de pensar, exteriores al individuo y que poseen un poder de coerción en virtud del cual se imponen”, por ende, no todo fenómeno social es un hecho social, para serlo deben de cumplir con las características enunciadas por el autor.

Él establece a lo largo de su obra, que los hechos sociales son exteriores a los individuos, existen fuera de él. Estos se originan y residen en la sociedad, no en sus partes ni en los individuos. Un individuo nace en una sociedad, en la que ya se han construido un conjunto de creencias, normas, formas de conciencia colectiva, que prácticamente preexisten al individuo (están presentes previamente al nacimiento de este). La forma de existencia de los hechos sociales no depende de la individualidad.

Asimismo, Durkheim caracteriza a los hechos sociales como coercitivos. Esto quiere decir que son impuestos al individuo, por el uso de la fuerza, para controlar los comportamientos humanos, para que se respeten estas creencias y normas sociales. En este sentido, lo social no es una condición optativa, sino que determina y condiciona la práctica del individuo en sociedad.

Además, estos hechos son colectivos, ya que para Durkheim, los hechos sociales constituyen modos de acción extendidos dentro de una sociedad, en tanto, no están presentes en un solo individuo de esta sociedad, sino que son compartidos con un grupo de personas.

Aplique las características del hecho social al suicidio como tal

En primer lugar, según Durkheim, el suicidio es: “todo caso de muerte que resulte directa o indirectamente de un acto positivo o negativo realizado por la víctima misma sabiendo ella que se iba a producir ese resultado”. El resultado en este contexto viene a ser la muerte. Este enunciado deja en claro que el suicidio responde a causas principalmente sociales. Es importante destacar como un fenómeno que por lo general se piensa individual, puede ser social.

El suicidio es externo y precedente al sujeto y como realidad social externa se le imponen, son coactivos a su voluntad y tienen un significado social. El suicidio presenta, como manifestación del grado de integración de distintos medios sociales, la propiedad de la exterioridad. El individuo nace en una sociedad en la que ya se han construido un conjunto de creencias, formas de conciencia colectiva, que prácticamente preexisten al individuo (están presentes previamente al nacimiento de este). La existencia del suicidio no depende de la existencia de este individuo.

Además es coercitivo en el sentido de que lo social determina y condiciona la práctica del individuo en sociedad. De todos modos, la coacción exterior se percibe muy imperfectamente ya que la sociedad, salvo en determinados casos de suicidio altruista, no amenaza con una sanción a quien no se suicida, pero por su constitución puede coaccionarlo para realizar ese acto de suicidio.

Además es colectivo porque el suicidio es una acción que se realiza dentro de una sociedad, como producto de la falta de integración social y grupal, o como producto de un grado de integración tan alto que hace que el individuo se sienta dispuesto a sacrificarse en nombre de la sociedad o, además, se puede dar como consecuencia del cambio de normas que están impuestas en la sociedad, en donde el individuo no logra adaptarse. La causa fundamental del suicidio reside en los grupos mismos, donde se produce. Se puede percibir, entonces la tendencia al suicidio como algo colectivo.

Cómo explica Durkheim los distintos tipos de suicidio a partir del grado de integración social

Durkheim clasifica el suicidio en 3 categorías diferentes. Por un lado, se encuentra el ‘suicidio egoísta’. Este tipo de suicidio se crea gracias a la falta de la integración del individuo en la sociedad, la ausencia de interacción con otras personas, cuando el individuo tiene muy poca relación con la sociedad; falta de cohesión social. Todo esto lleva a que el individuo se sienta aislado, solitario y abandonado. Estas personas tienden a quitarse la vida cuando piensan mayormente en sí mismos, cuando no están integrados en un grupo social por ejemplo. En el suicidio egoísta predomina el individualismo, es decir la persona piensa y actúa independientemente, no depende ni piensa en otras personas o cosas; se opone a las intervenciones externas sobre sus ideas o opciones personales.

Por otro lado, está el ‘suicidio altruista’, en donde el individuo tiene una integración social tan grande y excesiva, que está dispuesto a dar su vida, sacrificarse por la sociedad. Esto puede ser por muchos motivos (ej: religiosos y filosóficos). Esta persona es solidaria, generosa, quiere el bien para el otro, y no espera nada a cambio como recompensa.

Por último se encuentra el ‘suicidio anómico’. Este suicidio supone un cambio de normas como consecuencia de una crisis, por ejemplo. El individuo no logra adaptarse a este cambio, vive inquietudes, decepciones, entonces alude al suicidio. El problema aquí lo tiene el individuo que no es capaz aceptar las normas de las sociedad en la que está. Hay una relación que se crea entonces entre la integración social y el suicidio. El suicidio varía en sentido contrario del grado de integración de los grupos sociales de que forma parte una persona. Se evidencia la incidencia de una alta integración sobre la cantidad de suicidios.

Las causas del suicidio radican en los medios sociales que afectan la vida del individuo, y que lo preservan o impulsan, frente a determinados circunstancias, a quitarse la vida, según su grado de integración.