Las Guerras Civiles en Roma y el Imperio Romano: Historia, Crisis y Legado

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Las Guerras Civiles en Roma

Roma se vio envuelta en un periodo de guerras civiles que acabaron con la República.

Primera Guerra Civil

El primer episodio fue la lucha entre Mario y Sila. La victoria de Sila supuso la instauración de una dictadura bajo su mando, que duró pocos años.

Primer Triunvirato

Tres generales, Pompeyo, Julio César y Craso, formaron una alianza política.

Segunda Guerra Civil y Dictadura de Julio César

Julio César alcanzó un gran poder y popularidad después de conquistar la Galia. Fue nombrado por el Senado dictador vitalicio, pero el 15 de marzo del 44 a.C. fue asesinado por los partidarios de la República.

Segundo Triunvirato

El asesinato de Julio César desencadenó una nueva crisis que terminó con la formación del segundo triunvirato por Marco Antonio, Octavio y Lépido, que se repartieron el mundo romano.

Guerra entre Octavio y Marco Antonio

Marco Antonio controlaba los territorios de oriente, mientras que Octavio tuvo la habilidad de presentar este conflicto como una lucha de Roma contra un Oriente. El desenlace tuvo lugar en la batalla de Accio, en la que Octavio venció a Marco Antonio y Cleopatra. Desde aquel momento, Octavio fue el único amo del mundo romano.

Octavio Augusto, el Primer Emperador Romano

Octavio Augusto fue nombrado por el Senado princeps (primer ciudadano) y augustus (elegido por los dioses). Se convirtió en emperador (jefe de todos los ejércitos). Recurrió a grandes escritores, como Virgilio, que escribieran sobre mitos que justificasen la gloria de Roma y la legitimidad de su gobierno. El historiador Tito Livio escribió la historia de Roma desde su fundación. Respetó las instituciones tradicionales, como el Senado y las magistraturas, aunque las dotó de un poder meramente simbólico. Instauró un periodo de paz, la Pax Romana. Reformó el ejército y creó una guardia personal del emperador, la Guardia Pretoriana. Tras su muerte, fue divinizado, y se instauró así una costumbre que repetirían sus sucesores.

El Imperio Romano

La palabra imperio proviene del término latino imperium (poder).

Las Grandes Dinastías Imperiales

  • La Julio-Claudia, a la que pertenecía Augusto, continuó tras su muerte con Tiberio, Claudio y Nerón.
  • El año de los cuatro emperadores, período de luchas por el poder tras la muerte de Nerón y que terminó con una nueva familia.
  • La dinastía Flavia, formada por antiguos oficiales y grandes burgueses de las provincias.
  • La dinastía de los Antoninos: Trajano, Adriano y Marco Aurelio trajeron al imperio una etapa de estabilidad, prosperidad y florecimiento cultural.

La Crisis del Siglo III

En el siglo III, el imperio entró en una grave crisis provocada por varios factores:

  • Los ingresos disminuyeron por el fin de las conquistas y se incrementaron los impuestos, lo que ocasionó un empobrecimiento de la población.
  • El control de las provincias más alejadas de Roma, amenazadas por los pueblos extranjeros.
  • El ejército se convirtió en una fuerza para frenar los ataques exteriores, aumentando su influencia hasta el punto de nombrar y destituir a los emperadores.

El Cristianismo y el Fin del Imperio

Desde los siglos I al III después de Cristo, el cristianismo se fue extendiendo por todo el imperio. Los cristianos se negaban a adorar al emperador y fueron víctimas de persecuciones. A pesar de ello, el número de cristianos siguió aumentando. Constantino legalizó la religión cristiana mediante el Edicto de Milán y creó una segunda capital, Constantinopla. La frontera con oriente y con los pueblos germánicos en los Balcanes supusieron el principio del fin del mundo romano. En el año 395 después de Cristo, Teodosio decidió dividirlo. El imperio occidental, con capital en Roma, sufrió la invasión de los pueblos germánicos en el año 476 después de Cristo. El imperio oriental, con capital en Constantinopla, sobrevivió a las invasiones y se convirtió en el imperio bizantino, que duró mil años más y tomó otra decisión: convertir el cristianismo en la religión oficial del estado.

Hombres Libres y Esclavos

Los ciudadanos libres se diferenciaban en varias clases:

  • Patricios: descendientes de los fundadores de Roma, agrupados en familias (gentes) con un antepasado común y con derechos políticos.
  • Clientes: dependían jurídicamente de un patrono del que recibían protección.
  • Plebeyos: ciudadanos no patricios que habitaron Roma tras su fundación, solo poseían derechos civiles.
  • Libertos: antiguos esclavos que habían conseguido la manumisión.
  • Esclavos: pertenecían a un señor o al estado y no poseían derechos. La condición de esclavo se podía llegar por nacimiento, por haber cometido un delito o por ser prisionero de guerra.

Instituciones de Gobierno de la Monarquía

  • El rey poseía el poder militar, judicial, legislativo y religioso. Era electivo y solo podía acceder a él un patricio elegido por el Senado.
  • El Senado estaba formado por patricios elegidos por el rey, asesoraba al monarca y proponía al trono.
  • Los comicios eran asambleas de dos tipos: los comicios curiados, formados por patricios y elegían a los monarcas, y los comicios centuriados, que se crearon posteriormente según el poder de los ciudadanos.

Instituciones de Gobierno Republicanas

  • Los magistrados asumían el gobierno, siendo el consul el de mayor rango. Más tarde se creó el cursus honorum, la carrera política en Roma.
  • Los miembros del Senado seguían siendo elegidos entre los antiguos magistrados y su cargo era vitalicio.
  • Los comicios centuriados se convirtieron en la asamblea fundamental. Se crearon los comicios tribunicios, cuyo criterio de organización no era económico, sino territorial.

El Poder Imperial

El poder se concentró en la figura del emperador, que tenía los títulos de imperator, princeps y pontifex maximus. Las instituciones republicanas mantuvieron un papel meramente simbólico. El emperador ejercía el gobierno asesorado por nuevos cargos de su confianza: el consejo imperial asistía al emperador en las funciones administrativas y judiciales, y la prefectura del pretorio.

Orígenes y Desarrollo del Ejército

En el siglo II a.C., el cónsul Cayo Mario profesionalizó el ejército y proporcionó a los soldados adiestramiento, armas y un sueldo. La carrera militar, que duraba 20 años, ofrecía a los soldados una compensación.

Los Legionarios Romanos

Los legionarios romanos llevaban un escudo rectangular (scutum), una coraza (lorica), una espada de doble filo (gladius hispaniensis), una lanza arrojadiza (pilum) y sandalias (caligae). Su táctica más famosa era el testudo (tortuga).

Composición de las Tropas

La unidad mayor del ejército era la legión, compuesta por infantería y caballería. Cada legión, que podía tener seis mil legionarios, estaba comandada por un legado. A su vez, cada legión se organizaba en cohortes comandadas por un prefecto y en grupos de cien hombres (centurias) al mando de un centurión. En época republicana, el ejército era comandado por un cónsul, mientras que en el imperio, el jefe de todos los ejércitos era el emperador.

Más Allá de la Guerra

Los legionarios desempeñaron un papel esencial en la romanización de los territorios que conquistaban:

  • Los soldados eran los encargados de construir las calzadas y todo tipo de infraestructuras.
  • El ejército se establecía en campamentos, muchos de ellos tuvieron carácter permanente y se convirtieron en centros urbanos.
  • Como compensación tras licenciarse en el ejército, los soldados podían recibir tierras en las que fundar nuevas ciudades.
  • Los campamentos romanos (castra), organizados en cuadrículas, estaban fortificados con una muralla y se levantaban torreones de vigilancia. Los soldados estaban encargados de construir y vigilar las fortificaciones (límites).

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