La guerra de Yugurta: Monografía sobre la lucha entre el pueblo y la nobleza

La guerra de Yugurta es una monografía que narra la guerra entre Roma y Yugurta, rey númida, que tuvo lugar del 111 al 105 a.C. Esta guerra es posterior a la Conjuración de Catilina y está documentada por las Memorias de la época y obras en lengua púnica. El autor, S., muestra un gran conocimiento del país, ya que estuvo como procónsul en el año 46 a.C. Su obra tiene un gran valor histórico y muestra sus dotes narrativas. En el estudio de este episodio, la lucha entre el pueblo y la nobleza, se caracteriza la ascensión al poder del plebeyo Mario y el autor muestra un conocimiento detallado de los problemas sociales. La obra se titula Bellum Iugurthinum y consta de cinco libros que narran desde la muerte de Sila hasta el año 67 a.C. Presenta las funestas consecuencias de la dominación de Sila, la corrupción de la clase noble y los enfrentamientos entre los dos partidos dominantes. Aunque solo se conservan fragmentos de esta obra, se puede apreciar que estaba escrita de forma literaria muy cuidada.

El arte de Salustio

Salustio es un autor moralizador que lleva su moralismo al terreno del análisis concreto. Se inspira en Catón y tiene una concepción política pragmática, influenciada por Tucídides. Su obra historiográfica, a diferencia de otras, no es pintoresca, ya que reduce el relato a lo esencial. Sin embargo, da el placer de comprender las causas de los sucesos y las intenciones ocultas de los personajes. Su historia es intensamente dramática, ya que las luchas de las clases y de los individuos dan a sus obras la atracción de un drama. Aunque hay pocas descripciones, abundan los discursos y los retratos, destinados a comprender las situaciones y pintar a los actores.

El estilo de Salustio es célebre por su concisión y movimiento rápido. Utiliza procedimientos como la disimetría para dar variedad a la frase, el infinitivo narrativo para dar más rapidez al relato y arcaísmos para volver el estilo más grave (gravitas) y severo. Su prosa se construye sobre períodos cortos, asimétricos y variados, con frecuentes elipsis y asíndeton. La brevedad, la agudeza y la rapidez son las características más destacadas de su estilo.

La historia como drama: TÁCITO

Las obras principales de Tácito son las Historiae, publicadas a partir del año 106 d.C., y los Annales, publicados en el año 117 d.C. Las Historias se oponen al reino de los Antoninos y narran el período de convulsiones y servidumbre que le precede inmediatamente, desde la muerte de Nerón hasta la de Domiciano (68-96). Solo se conservan los cuatro primeros libros y el comienzo del quinto. Los Annales, en 16 ó 18 libros, se refieren a los más lejanos acontecimientos, desde la muerte de Augusto hasta la de Nerón (14-68). Quedan los libros I-IV y XI-XVI (este último incompleto) y fragmentos del quinto y el sexto. Tácito ve la historia como un hombre de experiencia política al que los acontecimientos contemporáneos han golpeado duramente y a través de ellos ha llegado a conocer a los hombres. La historia tiene unas preocupaciones que él asume y ofrece al medio de servir al Estado mediante la denuncia de su debilitamiento interior y los daños que le amenazan. También en ella encuentra la forma de arte que mejor se adecua a su genio. Su obra histórica se basa en una información sólida, controlaba los trabajos y las memorias de escritores anteriores, documentos oficiales y archivos del Senado. Su método riguroso le permite hacer un juicio imparcial de los crímenes de la época inmediatamente anterior. Su objetivo es más moral que científico: le interesan los dramas de la corte imperial, los actores y el despertar de los pueblos bárbaros. Su sensibilidad y su imaginación le arrastran a menudo a interpretaciones personales y sus preocupaciones literarias le empujan a modelar la realidad según su gusto. Estas libertades pueden dañar algo el valor histórico de su obra, pero no su autenticidad humana y su belleza artística. Tácito es un gran pintor por su visión dramática de la historia y el relieve que da a los personajes que animan sus dramas. Su análisis psicológico se refleja en retratos vivos, en la descripción de los gestos y en los discursos. A través de estos retratos, Tácito analiza los caracteres del alma humana, escruta con penetración, con finura y a veces con demasiada sutileza, llegando a sospechar que en todas partes existe el mal y la hipocresía.

Su estilo, a veces efectista pero marcado por la sobriedad, no quita nada a la potencia de la evocación. Tácito se opone a la elocuencia ciceroniana: su frase es variada en su estructura y en todos sus elementos, pero siempre vigorosa. Imita a los poetas en el vocabulario, la sintaxis, el ritmo y el orden de las palabras; su estilo es poético. Este arte no responde solamente a la moda, sino que expresa el vigor y la pasión del escritor en su obra.

Influencia en la literatura posterior

Desde el Renacimiento, el estudio de la historia ha tomado gran importancia. Muchos historiadores se han inspirado en la manera de trabajar de Tito Livio.