La Guerra Civil Española: Política, Impacto Internacional y Repercusiones

La Guerra Civil Española: Dimensión Política e Internacional y Consecuencias

Introducción

Las elecciones de febrero de 1936, aunque dieron la victoria a la coalición de izquierdas del Frente Popular, mostraron una España dividida en dos: derechas e izquierdas. La inestabilidad gubernamental, el deterioro del orden público —con conflictos en las ciudades y ocupación de tierras— y la radicalización de las posiciones hacían imposible una república reformista y moderada. Además de estas causas internas, en Europa también se enfrentaban dos concepciones políticas, fascismo contra comunismo, en el contexto de la crisis de los años 30, que hicieron de la Guerra Civil un ensayo y un preludio de la Segunda Guerra Mundial.

Dimensión Política

Evolución

a) España Republicana

Hubo falta de unidad tanto en lo político como en el terreno militar. Entre los días 18 y 19 de julio se producen cambios de gobierno, de Casares Quiroga a Martínez Barrio y, por último, a Giral, que permitió armar a los sindicatos para atajar el levantamiento. La revolución social que pretendían evitar los sublevados se inicia con la guerra. La estructura política, militar y económica del estado republicano quedó desarticulada, el poder político queda fragmentado entre el gobierno central, autonómico y sindical. Ante el avance de los sublevados, Giral dimite y el socialista Largo Caballero forma gobierno en septiembre de 1936 en el que participan todas las fuerzas del Frente Popular, incluso anarquistas. En noviembre, cuando se inició el ataque sobre Madrid, el gobierno se trasladó a Valencia.

Este gobierno llevó a cabo una intensa labor reformista: se producen repartos de tierra y los comités de obreros se apoderan de las fábricas; se inicia el control popular de producción con la nacionalización de industrias eléctricas, de bancos, líneas férreas y de CAMPSA. Los anarquistas de la FAI y la CNT llevaron a cabo la colectivización de tierras e industrias, especialmente en Cataluña y Aragón, con lo que iniciaron una verdadera revolución social. También se inicia la organización del Ejército Popular en el que han de integrarse las milicias, pero milicianos del POUM y la CNT se enfrentan a las fuerzas de la Generalitat en Cataluña en 1937.

Este conflicto da paso al gobierno de Negrín, apoyado por los comunistas, con el fin de posponer la revolución social y fomentar la unidad en la guerra. Se procede a la supresión de las milicias con la organización de un ejército republicano unificado y se disuelven los órganos revolucionarios anarquistas. Desde agosto de 1937, el presidente Negrín lanzó la consigna de la resistencia a ultranza con la esperanza de unir la guerra de España con el probable inicio del conflicto europeo y poder así salvar la República. En Madrid, en 1939, el golpe de estado del coronel Casado con Besteiro rechaza el gobierno de Negrín y pide negociaciones que son rechazadas. Se produce la última resistencia y el 1 de abril de 1939 termina la guerra.

b) La España Nacional

Política unitaria casi desde el inicio. Tras la muerte de Sanjurjo en accidente de aviación en el inicio de la guerra, se forma una Junta de Defensa Nacional en Burgos que asume todos los poderes y dirigió la sublevación de julio a septiembre, compuesta por los principales generales y presidida por el más antiguo, Cabanellas. Se nombra al general Mola jefe del Ejército del Norte y al general Franco jefe del Ejército del Sur. Pronto se establece una nueva organización del Estado: Franco como mando único, militar y político; nombrado Generalísimo de los Ejércitos y Jefe del Gobierno del Estado. La Junta de Defensa se convierte en Junta Técnica del Estado. Inmediatamente se procedió a la derogación de la legislación republicana, a la depuración y a la represión.

Las fuerzas sublevadas abarcan un amplio espectro ideológico y carecían de un programa político único. En abril de 1937 se unificaron en un único partido: Falange Española Tradicionalista y de las JONS. En julio de 1937, Franco recibió el apoyo fundamental de la Iglesia española, con lo que la guerra se presentó como una cruzada religiosa. A principios de 1938, Franco forma su primer gobierno y comienza la labor legislativa del nuevo Estado, un régimen personalista, en el que Franco acapara todo el poder y que se definía como nacionalsindicalista, que va a marcar los primeros años del régimen franquista tras la victoria.

Dimensión Internacional

Aunque la Guerra Civil fue, sobre todo, un enfrentamiento entre españoles, adquirió desde el principio una dimensión internacional. La opinión pública internacional...