Grandes artistas del Renacimiento italiano

BRAMANTE

Pintor y arquitecto del Cinquecento italiano. En cuanto a la arquitectura, en Milán realizó sus primeras obras, investigando sobre el uso de los órdenes clásicos y las plantas centralizadas. Y en Roma, su obra se caracteriza por la grandiosidad y la decoración pasa a un segundo plano, ya que lo principal son las formas arquitectónicas. Este autor aplicó leyes teóricas mediante las cuales la ilusión de perspectiva se convertirá en una "realidad" en sus edificios. Entre sus obras destacan:

• San Pietro in Montorio
• Proyecto para la Basílica de San Pedro del Vaticano
• Patio del Belvedere del Vaticano

RAFAEL SANZIO

(Rafael de Urbino): Pintor y arquitecto del Cinquecento, uno de los grandes maestros del Renacimiento italiano; evolucionó del clasicismo academicista hacia el manierismo en sus últimas obras. Se caracteriza por el equilibrio, la serenidad y la armonía. Como arquitecto, realiza el Proyecto para la Basílica de San Pedro del Vaticano. Sin embargo, destaca principalmente por su labor pictórica. Distinguimos tres etapas:

1. La de la escuela de Umbría
2. La de Florencia
3. La de Roma

Recibe influencias diversas, en especial de Leonardo y Miguel Ángel, pero su estilo es personal y único. Será un modelo y maestro para artistas posteriores.

MIGUEL ÁNGEL BUONARROTI

Fue un arquitecto, escultor y pintor del Cinquecento, trabajando para los papas en Roma. Él se consideraba sobre todo escultor. Como escultor, se caracteriza por su admiración por la antigüedad clásica, que se aprecia en sus anatomías poderosas, influidas por el helenismo griego. Otra característica es su interés por el movimiento, que se plasma en posturas helicoidales (serpentinatas) y quebradas, y su preocupación por la expresión, a través de gestos de gran intensidad (terribilitá), que consigue hundiendo los ojos y entreabriendo los labios (influencia de Scopas). En sus obras inacabadas (non finitas), como Los Esclavos, descubre el valor estético de la piedra sin trabajar, lo que influirá en la escultura contemporánea. Destaca El David, El Moisés, las tumbas mediceas, la Piedad del Vaticano. Como pintor, fue un excelente dibujante, prestando menor atención al color y a la perspectiva. También destaca en el tratamiento volumétrico y sus personajes muestran la terribilitá y el movimiento de su obra escultórica. Sus obras más importantes son la bóveda de la Capilla Sixtina, con representaciones del Génesis como La Creación del Hombre y La Creación del Mundo y el muro de fondo donde representará el Juicio Final. En la arquitectura, destacó por su admiración por Brunelleschi y la arquitectura romana, que se aprecia en la monumentalidad de la cúpula de San Pedro del Vaticano.