generacion 27

Enviado por Chuletator online y clasificado en Griego

Escrito el en español con un tamaño de 7,63 KB

Poesía desarraigada: La publicación de Hijos de la ira de Dámaso Alonso y Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre supuso una reacción a la poesía arraigada. Esta nueva poesía se publicará principalmente en dos revistas: Espadaña e Ínsula, cuya difusión, aunque restringida, facilita los intercambios y la circulación de sus ideas. 

Entre ellos están: Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Gabriel Celaya o Blas de Otero. El hombre se encuentra solo. Los temas que aparecerán serán: el vacío personal, la soledad del hombre y el desarraigo. Lo religioso aparece también con frecuencia, pero será una religiosidad conflictiva, con dudas y hasta desesperación. La lengua literaria tiene un tono áspero, doloroso y su lenguaje poético será sencillo y muy emotivo. 

1
Hijos de la ira es una revolución poética. Se plasma en la obra el sentimiento de angustia ante la realidad histórica. El hombre doliente se convierte en el centro de la poesía. Utilización de versos libres. 

DÉCADA DE LOS 50 (poesía social) 

En los años 50, predomina en la poesía el deseo de ofrecer un testimonio crítico de la realidad. Es la poesía social, que parte de la idea de que el poeta debe anteponer los problemas y sufrimientos de los hombres de su tiempo a cualquier otra circunstancia.

Los temas fundamentales: las injusticias sociales, la solidaridad con los desfavorecidos, la opresión, la lucha por la libertad, etc. 

Blas de Otero:Uno de los poetas más relevantes de la primera promoción de posguerra.

-Poesía desarraigada (existencial, humana): Ángel fieramente humano, Redoble de conciencia: Ancia. En general son sonetos que se centran en la búsqueda desesperada de Dios. El poeta lanza gritos de angustia en medio de la más absoluta desolación.El Dios que aparece en estas composiciones es el representante del Poder, de la Ley, un ser que aplasta y destruye. 

-Poesía social: Pido la paz y la palabra, En castellano y Que trata de España. Etapa que discurre bajo el protagonismo del nosotros, en la que el poeta se siente hermanado con aquellos a quien dirige sus versos. Ha dejado de buscar a Dios y proclama que ahora tiene fe en el hombre, en la paz y en la patria. El tema de España pasa a primer plano.

El poeta arrincona ahora sus angustias, y el camino que no encontró en la religión lo busca en esta ocasión en la solidaridad con los que sufren; es una temática histórica y social. A esta orientación responde el hecho de que Otero se dirija ahora “a la inmensa mayoría”; de acuerdo con ello buscará un lenguaje más sencilla. También puede observarse una menor tensión poética, por el deseo de ser más accesible y contribuir a “transformar el mundo” con la poesía



Entradas relacionadas: