Galilea religión

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Tema 5 3.

La Tierra de Jesús. Mapa

La tierra de Israel está dividida en tres territorios principales: Galilea: Es la situada más al Norte y es donde Jesús pasó la mayor parte de su vida. Clima fresco y húmedo. LOCALIZACIONES: Séforis (capital), lago de Genesaret (Mar de Galilea). CITAS: Jn 2,1 , 4,43 Mt 4,18 Mc 3,7 Samaria: Entre Galilea y Judea, es montañosa y poco verde. Capital: Sicar. Los judíos y los samaritanos llevaban enemistados mucho tiempo por razones políticas y religiosas. CITAS: Hch 8,9 , 1,8 Lc 17,11 Jn 4,4 , Lc 10, 25-37. Judea: Al sur. Zona montañosa, desértica cuando te acercas al Mar Muerto. Dos grandes ciudades: Jerusalén y Jericó. Jerusalén era el centro cultural, religioso y político de Israel. CITAS: Lc 4,44 , 2,4 , 3,1 Mc 10,1.

Jesús en las fuentes

Durante los siglos I y II varios historiadores hacen referencia muy por encima a la existencia de Jesús. Por ello, nos basamos en la aparición de Jesucristo en las fuentes judías, romanas y cristianas.FUENTES JUDÍAS.
Bar Serapio era un filósofo que comparó la inutilidad de la muerte de Sócrates con la muerte del “sabio rey” de los judíos. Esta muerte es comparada con la caída del templo de Jerusalén en el año 70.
Flavio Josefo fue un historiador que participó en la conquista romana de Jerusalén en el 70. Tras volver a Roma, escribíó “Antigüedades de judíos”
. En este libro, tenemos la mejor referencia sobre la existencia de Jesucristo, cuando se dice y habla de la muerte en el año 62 de Santiago, “hermano” de Cristo (refiriéndose ya a Cristo como como El Mesías).

Talmud

: se pinta a Jesucristo como un rey herético y lo único que hace es desacreditarlo. Hay algunas coincidencias inevitables con textos cristianos como: “Jesús tenía discípulos” o “se enfrentó a los fariseos”. (Mc 10, 28) y (Mt, 23) FUENTES ROMANAS.
Plinio el Joven escribía Epístolas y cartas dirigidas al emperador Trajano. En una de ellas (año 112) habló sobre los  cristianos de Bitinia, si se debía permitir que practicaran su religión y cómo comportarse ante los que renegaran de la fe.

Tácito:

alrededor del año 116, habló en su libro Anales sobre cómo, tras el incendio de de Roma, Nerón culpó a los cristianos de ser los causantes del incendio que había sido provocado por él mismo, para parar la fuerza que tenían los seguidores de Cresto (en griego, beneficioso), hombre que había sido crucificado en tiempos de Poncio Pilato.

Seutonio

: en su libro, la Vida de los Césares del año 110, narra cómo el emperador Claudio “expulsó de Roma a los judíos, que provocaban alborotos continuamente a instigación de Cresto”. De esta expulsión se habla también en Hc 18, 2.

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