Fundamentos de la Filosofía de Kant: Conocimiento y Ética
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Epistemología Kantiana
En la Crítica de la Razón Pura (KrV), Kant responde a la pregunta ¿qué puedo conocer? Esta cuestión se traduce en si la metafísica es o no una ciencia, si es posible llegar a conocer lo relativo al mundo, a Dios o al alma. A su juicio, dos son las condiciones que debe satisfacer cualquier discurso que pretenda ser científico, a saber, universalidad en el juicio y aporte de información. Así, se propone operar un giro copernicano en el ámbito epistemológico porque hasta el momento se ha supuesto que “todo nuestro conocer debe regirse por los objetos”. Expresa entonces la necesidad de que sean los objetos los que se conformen a nuestras condiciones cognoscitivas, que darían forma científica a lo investigado. Si tales condiciones a priori existen para desarrollar la ciencia metafísica, habrá que elevar la metafísica al lugar que le corresponde y, en caso contrario, anuncia, tendremos que olvidarnos de ella para siempre.
La Estética Trascendental
En la Estética trascendental, descubre que la sensibilidad, capacidad para intuir el fenómeno, es la depositaria de las formas puras: espacio y tiempo. El fenómeno deja de ser, pues, aquello que aparece sin más ante el sujeto, para concebirse como algo que el sujeto trascendental construye en la medida en que él imprime la forma. Esto fundamenta la matemática como ciencia.
La Analítica Trascendental
En la Analítica trascendental, trata el entendimiento como la capacidad de conceptualizar y juzgar. El entendimiento es el portador de las categorías, que ya no son concebidas como formas originarias, sino como conceptos puros. Las categorías constituyen la posibilidad de que la física sea una ciencia.
La Dialéctica Trascendental
En la Dialéctica trascendental, realiza la crítica a la razón teórica a la que concede dos usos. La razón, en su uso lógico, unifica los juicios. Sin embargo, en su uso puro, la razón trata de unificar estos argumentos en ideas absolutamente generales. La razón engendra las ideas metafísicas (Dios, Alma y Mundo) y pretende obtener un conocimiento del mundo metafísico y trascendental como si estas ideas fueran la representación fiel de la realidad. La metafísica no es, pues, una ciencia.
Kant no se declara simplemente idealista, sino que se declara Idealista trascendental, esto es, entendiendo que la realidad externa al sujeto (el mundo) tiene una doble dimensión: el mundo es fenómeno (mundo empírico) y es noúmeno (mundo trascendental).
El giro supone la mayor importancia que tiene la razón práctica sobre la teórica, el abandono de la especulación teórica a favor de la reflexión que toma por objeto la acción y no el ser. El noúmeno ya no es un objeto de conocimiento, sino de realización. De modo que lo que sea la verdad ya no es un objeto de conocimiento, sino de realización. La filosofía con Kant deja de ser la actividad contemplativa para convertirse en un instrumento que debe servir para mejorar las condiciones de vida de los seres humanos.
Ética Kantiana
Formula la pregunta ¿Qué debo hacer? Kant dice que la razón trascendental, ahora práctica, se presenta como el contenedor de la forma a priori. Es en la forma del imperativo categórico donde la forma del deber se define. Formulaciones del imperativo:
- a) Obra de manera tal que quieras que la máxima que guía tu acción se convierta en universal.
- b) Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de otro, como un fin en sí mismo y no como un medio.
- c) Obra como un legislador en un reino de fines.
La primera formulación hace referencia al carácter universal que Kant persigue para su programa ético; la segunda, a la dignidad del hombre como límite al ejercicio de la libertad; y la tercera, al fin que desde el comportamiento moral perseguimos, esto es, un reino de fines. El reino de fines ha de ser entendido como el espacio en el que la dignidad de todos los seres humanos es respetada. El reino de fines kantiano no es más que una reformulación del Estado de Derecho. El estado de derecho para Kant es un estado permanentemente en vías de constitución.
La buena voluntad es el corazón, el fundamento de la moral, aunque el deber se defina desde la Razón. En cuanto a las ideas metafísicas, Kant entiende que la libertad (mundo) es un postulado de la moral, puesto que no se puede hablar de moral sin libertad. Dios es un postulado de la acción moral que funciona como ideal de perfección. En cuanto a la inmortalidad del alma, se trata de un postulado mediato. Pensar en Dios y en la inmortalidad del alma le permite mantener la esperanza más allá de los límites de la razón teórica.
Kant lo resuelve decidiendo conducirse en la vida con el cielo estrellado sobre él y la ley moral en su corazón.