El Franquismo: Reformismo, Inmovilismo y Crisis (1959-1975)

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Reformismo Franquista e Inmovilismo (1959-1975)

El gobierno de los tecnócratas

La ascensión política del almirante Carrero Blanco significó el reforzamiento de los tecnócratas vinculados al Opus Dei en detrimento de los falangistas y militares, aunque se intentó mantener un cierto equilibrio entre ellos. Esto se tradujo en la incorporación de nuevos ministros tecnócratas como López Rodó y jóvenes falangistas como Manuel Fraga Iribarne.

Estos gobiernos se orientaron hacia el desarrollo económico y la renovación política para la modernización de la administración, legislación e instituciones. La prosperidad económica cimentaría la paz social y supliría la falta de libertades y participación política. El objetivo era consolidar el franquismo a través de reformas legislativas y de una mejora del bienestar social que modernizasen la imagen de la dictadura sin variar su carácter antidemocrático.

Las reformas legislativas

Se llevó a cabo una recomposición de las instituciones y de las leyes represivas de la posguerra:

  • 1963: Tribunal de Orden Público: remitía los delitos políticos a la jurisdicción civil, con el objetivo de suavizar el perfil de la dictadura en el exterior.
  • 1967: Ley de Seguridad Social: amplió los mecanismos de cobertura social con cargo al Estado, contribuyendo a la construcción del Estado del bienestar. Sin embargo, existía un retraso con respecto a Europa y un sistema fiscal que toleraba el fraude y la falta de equidad social en las cargas tributarias.
  • 1966: Elecciones en el Sindicato Vertical: éxito de las candidaturas no identificadas con el franquismo. Se produjo una flexibilización de la censura y mayor tolerancia cultural.
  • 1966: Ley de Prensa (Fraga Iribarne): supresión de la censura previa, permiso de publicación de nuevas revistas y sistema de multas y suspensiones para penalizar las publicaciones que superasen el margen permitido.
  • 1967: Ley de Libertad Religiosa: igualdad de todas las religiones y libertad de práctica. Ley de Representación Familiar: elección de procuradores que componían el tercio familiar. Ley muy restrictiva, solo candidatos afines al Movimiento y derecho a voto de los cabezas de familia.
  • 1967: Ley Orgánica del Estado: Ley Fundamental que pretendía coronar el edificio institucional del franquismo. Introdujo retoques en algunas leyes, depuró su lenguaje fascista, confirmó la institución monárquica del régimen y concretó las funciones de los órganos del Estado, manteniendo los poderes en el dictador pero introduciendo la separación entre jefe de Estado y presidente del gobierno.
  • 1969: Designación de Juan Carlos de Borbón como sucesor de Franco: culminación del programa de institucionalización política de Carrero Blanco y los tecnócratas. Se produjo tensión entre tecnócratas y falangistas: los primeros apostaban por la sucesión borbónica y los segundos pretendían impulsar las instituciones del Movimiento para la continuidad del régimen. Esto supuso el fin de las aspiraciones de Juan de Borbón, en quien recaía la legitimidad histórica pero Franco desconfiaba por sus declaraciones a favor de la democracia.

Las relaciones internacionales

En 1962, España solicitó su ingreso en la Comunidad Económica Europea, pero fue denegado porque solo podían ser admitidos los regímenes democráticos. En 1970, se firmó el Acuerdo Preferencial para reducir los aranceles y favorecer las exportaciones españolas.

España participó en el Proceso de descolonización africano:

  • 1956: Francia pactó con Marruecos el reconocimiento de la independencia del protectorado franco-español, lo que forzó a España a retirarse.
  • 1968: Concesión de la independencia de Guinea Ecuatorial debido a la presión de los nacionalistas ecuato-guineanos y las Naciones Unidas.
  • 1969: Cesión del territorio del Ifni a Marruecos. Del antiguo Imperio español en África solo quedó el Sahara Occidental hasta 1975.

El triunfo del inmovilismo

En 1969, estalló el escándalo Matesa, en el que una empresa de maquinaria textil conectada con el entorno del Opus Dei protagonizó un fraude financiero relacionado con la exportación de maquinaria. Las denuncias por corrupción implicaron a altos cargos del régimen. El escándalo fue difundido por la prensa y los sectores inmovilistas culparon a la apertura informativa de la Ley de Prensa de haber contribuido al desprestigio.

Este caso tuvo repercusiones políticas que provocaron la expulsión de los sectores más tecnócratas del gobierno. Carrero Blanco defendió la necesidad de endurecer la política interna modificando la Ley de Prensa y aumentando la represión. Algunos delitos volvieron a considerarse rebelión militar y el Estado de excepción se convirtió en un recurso frecuente. El Consejo de guerra en Burgos, con la petición de seis penas de muerte contra militantes de ETA, hizo estallar la contestación popular e internacional. El gobierno siguió recurriendo a la represión sobre la oposición para mantener el orden.

Las tensiones internas centradas en la continuidad del régimen después de Franco se decantaron a favor de las posiciones inmovilistas de Carrero Blanco y el propio Franco. El nuevo proyecto de la ley de Asociaciones Políticas quedó paralizado y se endureció la sanción de la Ley de Prensa.

Conflictividad Social y Oposición Política

Los movimientos sociales de oposición

La protesta de los trabajadores se convirtió en el principal foco de oposición al régimen a partir de la década de 1960. Aumentaron los conflictos laborales localizados en zonas de tradición sindical (Asturias, Barcelona,…), que comenzaban con reivindicaciones laborales y acababan politizándose. Las autoridades franquistas actuaban con métodos represivos.

En la década de 1960, la huelga de mineros asturianos impulsó el sindicalismo. En 1964 nació Comisiones Obreras (CCOO), un sindicato independiente y democrático que impulsaba la lucha laboral y política mediante huelgas (ilegales) o la elección de enlaces sindicales. En 1967, un grupo de sindicalistas vinculados a las Juventudes Obreras Cristianas se separaron de CCOO y fundaron la Unión Sindical Obrera.

La protesta estudiantil era el segundo frente de conflictividad social. En 1956 y 1957 se produjeron las primeras revueltas estudiantiles en las universidades de Madrid y Barcelona, que llevaron a la creación de sindicatos democráticos de estudiantes.

Surgieron también movimientos vecinales: asociaciones de vecinos impulsadas por una minoría politizada que reclamaba mejores condiciones de vida para unos barrios desatendidos.

La difusión de los postulados reformistas del Concilio Vaticano II y la preocupación por la injusticia social provocaron la aparición dentro de la Iglesia católica de actitudes críticas con el régimen. Se produjeron declaraciones del abad de Montserrat y la participación de organizaciones católicas (JOC, HOAC) en movilizaciones obreras. Una parte de la jerarquía se distanció del régimen y se expandieron las actitudes antifranquistas. En las filas del ejército se creó la Unión Militar Democrática (UMD).

La oposición política

La oposición política al franquismo se reorganizó: los viejos partidos políticos renovaron sus dirigentes y sus actividades y surgieron nuevos grupos que abarcaban desde la extrema izquierda al liberalismo monárquico:

  • PCE: Santiago Carrillo lideró el partido con mayor implantación política, que propugnaba la penetración en las organizaciones de masas.
  • PSOE: en el Congreso de Suresnes (1974) renovó su actuación y eligió nuevo líder, Felipe González.
  • Extrema izquierda: partidos como PCE-ML, PCI o FRAP (grupo terrorista).
  • Democracia Cristiana: diversos partidos de centro con líderes de prestigio (J.M. Gil Robles). Participaron en el Congreso del Movimiento Europeo donde coincidieron con la oposición al régimen para reivindicar la necesidad de una democracia.
  • Partidos nacionalistas: ERC y PNV se revitalizaron. En 1974 nació Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) y en 1959 apareció ETA, que propugnó una estrategia de lucha armada contra el franquismo.

La Crisis de la Dictadura (1973-1975)

La crisis política del régimen

En junio de 1973, Carrero Blanco fue nombrado presidente del gobierno con el objetivo de mantener la unión de los franquistas y asegurar la continuidad del régimen. Sin embargo, en diciembre del mismo año fue asesinado en un atentado de ETA.

La fractura entre inmovilistas (permanencia del régimen a toda costa) y aperturistas (cambio progresivo) se fue haciendo mayor. Los más ultras, que se oponían a cualquier transformación, afianzaron sus posiciones y formaron el búnker.

En enero de 1974, se formó un nuevo gobierno liderado por Carlos Arias Navarro, que pretendía la unión de aperturistas e inmovilistas. Se habló del “Espíritu del 12 de febrero”, que prometía un mayor pluralismo político:

  • Nueva Ley Municipal que permitiese la elección de alcaldes.
  • Aumento del poder de los procuradores en las Cortes, cuyo número ascendió.
  • Reformas sindicales y nueva ley de asociaciones políticas.

Los ultraderechistas denunciaron el peligro de destrucción del régimen. El gobierno de Arias Navarro se decantó por el inmovilismo y los ministros aperturistas salieron del gobierno. El franquismo demostró su incapacidad para democratizarse.

El auge del antifranquismo

En 1973, aumentó la conflictividad social y la contestación política. La protesta obrera y estudiantil se intensificó y la oposición promovió la creación de organismos para reivindicar la democratización del país.

En 1971 se creó la Asamblea de Cataluña, que englobaba a toda la oposición catalana. En 1974, el PCE impulsó la creación de la Junta Democrática de España, que integraba a CCOO, partidos de izquierda y derecha democrática. Su objetivo era la formación de un gobierno provisional que implantase la democracia y adoptase medidas como la amnistía y el reconocimiento de las libertades políticas.

En 1975, el PSOE impulsó la creación de la Plataforma de Convergencia Democrática junto con Democracia Cristiana, UGT y PNV. En 1976, ambas plataformas se unieron en la Coordinación Democrática.

La violencia política también se intensificó: ETA incrementó sus atentados y apareció el terrorismo del FRAP y el GRAPO. El franquismo respondió con represión: ejecución de Puig Antich (1974, militante anarquista); al año siguiente, un decreto significó el Estado de excepción permanente y en septiembre fueron ejecutados cinco activistas de ETA y FRAP.

La muerte de Franco

La enfermedad de Franco se agravó en 1974 y 1975. Un nuevo foco desestabilizador surgió con el conflicto del Sahara. En 1973, los saharauis crearon el Frente Polisario, que abogaba por la independencia. España optó por aceptar la descolonización.

En octubre de 1975, el rey de Marruecos organizó la Marcha Verde, una invasión pacífica del territorio. España optó por claudicar y el 14 de noviembre se firmó el Acuerdo de Madrid, que supuso la entrega del Sahara a Marruecos y Mauritania. El conflicto aún sigue sin resolver entre el Frente Polisario y Marruecos.

El 20 de noviembre de 1975, Franco falleció.

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