Formaciones antidisturbios

Nos encontramos ante una cliserie de vegetación del Sistema Central, que es una representación gráfica de las variaciones de la vegetación en función de los distintos pisos de vegetación en este sistema montañoso.

Pasamos ahora a analizar la distribución de las especies en función de la altura y la orientación junto a los factores que determinan dicha distribución, para concluir con sus posibles aprovechamientos.

Lo primero que nos llama la atención es que no existen variaciones entre las vertientes norte y sur de esta cliserie, por lo que no aludiremos a este hecho a lo largo del comentario y simplemente nos centraremos en las variaciones altitudinales. Encontramos 5 tipos de especies vegetales tal y como se indican en la leyenda inferior. 

En primer lugar, observamos la presencia de encinas (género Quercus) hasta los 1200 metros. Esta especie, típica del bioclima mediterráneo, la encontramos como una de las especies principales del bosque perennifolio mediterráneo, adaptada a unas condiciones climáticas de escasas precipitaciones y temperaturas elevadas. A partir de los 1200 metros ya no la encontramos debido a la disminución de temperaturas, por lo que es reemplazada por otra especie del género Quercus, el roble rebollo o melojo, mejor adaptada a menores temperaturas, llegando hasta los 1500 metros. 

Entre los 1500 y 1900 metros encontramos los pinares, en este caso de pino albar, formando un bosque de coníferas resistente a bajas temperaturas y mayor aporte hídrico, consecuencia de la altura. 

Finalmente, observamos la presencia de piornos entre los 1900 y 2100 metros, formación vegetal arbustiva que sustituye al bosque de coníferas por el matorral debido a la altitud, y que en último lugar da paso a los prados en altura a partir de los 2100 metros, donde ya no encontramos formaciones vegetales de gran talla.

Concluimos el comentario con los posibles usos de estas formaciones vegetales. En lo referido al encinar, su aprovechamiento es fundamentalmente agropecuario, en concreto para la ganadería extensiva del porcino en forma de dehesas. El aprovechamiento del melojar es similar al del encinar.   Los pinares tienen una función repobladora del monte, pero también podríamos citar su aprovechamiento maderero y resinero. Por su parte, piornales y prados son aprovechados para la ganadería trashumante (ovino y caprino) como pasto en época estival.