La felicidad no es solo conquista sino también don

Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Religión

Escrito el en español con un tamaño de 9,23 KB


“La principal barrera a la comunicación interpersonal, es nuestra tendencia a juzgar al otro, aprobar o a desaprobar, lo que dice la otra persona” (Carl Rogers).
a)Y por el contrario cuatro actitudes básicas favorecen tanto la comunicación interpersonal, como el buen trabajo de grupo:• Mirar con simpatía a cada uno de los integrantes del grupo.• Pensar en los demás tanto, por lo menos, como en uno mismo.• Mirarse a sí mismo con agrado.• Tomar en serio lo que se va a realizar y querer ir a lo esencial. Y para lograrlo: • Hablar con sinceridad: evitar toda hipocresía. Ser libre. • Dominar la propia voz: ◊ Ni demasiada timidez: tú vales, tú tienes una palabra que decir, tú eres persona. ◊ Ni demasiada vehemencia: la verdad vale por sí misma... ◊ Claro, no olvides que también te puedes equivocar. • Escuchar a los demás, interesarse realmente por lo que dicen, esmerarse por comprender su interioridad. • No coartar la libertad de los demás con burlas, risas, o interrupciones. Esperar que el otro termine de exponer su pensamiento. • No monopolizar la palabra, las preguntas, las respuestas. Buscar ir a lo esencial y no perderse en demasiada palabrería. • No comenzar disculpándose o disminuyéndose. Es evidente que todos tenemos nuestras limitaciones, que todos tenemos derecho a equivocarnos.
b)Esforzarse por lo tanto para evitar “poses” o “prototipos” bloqueadores de la verdadera integración del grupo: • El eterno preguntón. • El “contreras” por sistema. • El terco obstinado. • El mudo voluntario. • El desfasado perpetuo (ahora hace matemáticas, en matemáticas cumple la tarea de redacción...). • El que siempre insiste en ser el “chistoso”. • El que te mira con aires de suficiencia/superioridad. “Sabiondo” y orgulloso. • El (o la) parlanchín/a: prolonga inútilmente y por sistema sus intervenciones. • El ombligo del mundo: él/ella quieren siempre hacerse notar y estar al centro de la conversación. c) Dos convicciones fundamentales: 1. Nadie es tan rico que no pueda recibir algo, ni nadie es tan pobre que no pueda dar algo. 2. Delante de Dios todos somos iguales, tenemos derecho a ser respetados. Nadie es más que otro.

Los valores que poseemos
a) EL “VALOR” de cada uno de nosotros nos viene: • del hecho de ser personas. • de ser personas escogidas y amadas por Dios. • destinadas a vivir para siempre. ...Y no del aprecio de ésta o de aquella persona... Cada uno de nosotros ha de estar persuadido de que vale ante Dios. Por lo tanto “yo valgo” por mí mismo. “Yo tengo dones” personales. “Yo puedo enriquecer a los demás” y “no he de tener vergüenza de expresarme...”. Por otra parte, cada uno ha de saber respetar a los demás: • Respeto externo. • Respeto interno. b) Ser persona plena es TENDER HACIA LA MADUREZ. La madurez es cualidad de la personalidad que ha integrado una serie de importantes carácterísticas. • Es una tendencia hacia la estabilidad y el equilibrio. • Es la capacidad de continuar realizando trabajos, de perseverar en ellos hasta haberlos terminado lo mejor posible. • Es la determinación de dar lo mejor de uno mismo, con la disposición de hacer más de lo que por obligación se pide en una situación determinada. • Es la cualidad que hace que los demás puedan contar con uno, lo cual supone merecer y ganarse la confianza de los otros. • Es la persistencia en la lucha por lograr una meta superando todas las dificultades que se presenten. • Es la tolerancia y la paciencia con los demás y consigo mismo en las situaciones desagradables, incomodidades y frustraciones. • Es la capacidad para afrontar y resolver los problemas y tomar adecuadas decisiones personales. • Es una determinación firme de la voluntad para cooperar, trabajar Reconocer la presencia de Jesús entre nosotros
Reconocerlo en sus dones, abrirnos a su acción transformadora, aceptarlo como “savia” nos permitirá descubrir e interiorizar los valores durante estas sesiones, y así poder dar fruto.

Jesús nos dice:

 “Yo soy la vid verdadera, mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que no da fruto lo corta; los que dan fruto los limpia para que den más. Ustedes están ya limpios por el mensaje que les he comunicado. Sigan conmigo, que yo seguiré con ustedes. Si un sarmiento no está unido en la vid, no puede dar fruto. Así tampoco ustedes, si no están conmigo. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos.


lo tiran como a un sarmiento y se seca. Los recogen, los echan al fuego y los queman. Si siguen conmigo y mis palabras siguen con ustedes pidan lo que quieran que se cumplirá.  En eso se manifi esta la gloria de mi Padre: en que den fruto abundante y sean mis discípulos”.

(Jn 15, 1-8)


Si siguen conmigo y mis palabras siguen con ustedes pidan lo que quieran que se cumplirá. En eso se manifi esta la gloria de mi Padre: en que den fruto abundante y sean mis discípulos”. (Jn 15, 1-8).

Método para estudiar en equipo un texto bíblico

PRODUCIR Crear una nueva expresión del texto: dibujos, representación, canción, poesía... SUBRAYAR Palabras clave, por ejemplo: sustantivos, verbos...  ANALIZAR Oposiciones - Repeticiones. COMPARAR con otros textos. INTERPRETAR Y ACTUALIZAR ¿Qué significa para nosotros? ¿Cómo aplicarla a nuestras vidas? EXPRESAR LIBREMENTE Cada uno opina sobre lo que le llama la atención del texto.
1.2 Nuestra aspiración a la felicidad ¿Existe plena felicidad en este mundo? ¿Por qué? • ¿Puede una persona feliz ser realista? ¿Por qué? • ¿Viviendo en condiciones infrahumanas puede darse la felicidad? • ¿Dios nos quiere felices? ¿Qué felicidad? ¿A qué precio? • ¿Reconoces cuándo una persona finge ser feliz? ¿Cuándo, cómo y de qué manera? • ¿Se puede compartir la felicidad? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿De qué manera? • ¿Tiene derecho un cristiano a estar triste? ¿Cuándo? ¿Por qué? • ¿Ha cambiado tu concepto de felicidad en la vida? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué? • ¿Eres feliz? ¿Qué necesitas para ser feliz? • ¿Qué recomiendas a un amigo tuyo para que sea feliz?

Niveles de felicidad

• Posesión de bienes materiales: alimento, comodidad, títulos. • Posesión de bienes no materiales: amistad, contemplación de algo bello, de algo tranquilizador. • Don de sí a los demás para su bien. La felicidad no se persigue, se vive, “es manera de viajar”. La felicidad es consecuencia de la realización de la persona dentro del plan de Dios.

Las formas cristianas de realizarse como persona son en particular

• Vivir y ser protagonista de la propia historia. • Aceptar a Cristo como Salvador en la propia vida y adherirse a Él. • Participar activamente en la construcción del Reino de Dios en este mundo.

1.4 Nuestra dignidad como personas Para no ser persona

Premisas perfectas para apagar a la persona: • No pienses. • No ames. • No sientas.• No actúes. • No arriesgues. • No experimentes. • No hagas nada en lo que puedas equivocarte. • ¿Dios? ¡Quítalo si te estorba, empléalo si te sirve!

Ejemplos de falta de respeto a la dignidad de la persona en la vida pública
• Cuando un funcionario o un partido no le deben su cargo a los electores, sino al fraude, a la corrupción o al favoritismo. • Cuando la conservación de un cargo no depende de la voluntad de los electores sino del poder político o militar. • Cuando un partido o un funcionario no actúan para responder a las expectativas de los ciudadanos sino para conservar el poder a cualquier precio. • Cuando se institucionaliza o se propicia el fraude electoral que significa: ◊ Falsificación de votos. ◊ Presiones sobre burócratas, militares, campesinos, para que voten por determinado partido, mediante amenazas o promesas. ◊ Presiones a los ciudadanos, ofrecíéndoles servicios, que deberían ser prestados normalmente por el gobierno. ◊ Poner al servicio de un solo partido todos, o casi todos, los medios de comunicación social, silenciando al mismo tiempo la información relativa a los demás partidos o candidatos. ◊ Desviar fondos de la administración pública, para cubrir gastos de campañas políticas de determinado partido. ◊ Vincular a un determinado partido las organizaciones intermedias, que por su naturaleza deberían ser independientes, por ejemplo los sindicatos, utilizándolos con fines partidistas o electorales.
La dignidad de la persona es consecuencia de su valer y la persona vale porque no solo es un algo, sino alguien y este alguien es capaz de ser libre, de amar, de trascender y vivirá para siempre.
La persona es un sujeto no un objeto y merece siempre ser tratada como sujeto. Desde la fe cristiana descubrimos que el ser humano ha sido dignificado como criatura de Dios, hecho a su imagen y semejanza y además salvado por Cristo y hecho partícipe de la misma divinidad por el don del Espíritu Santo.

Entradas relacionadas: