Explorando el Teatro Español del Siglo XX: Realismo, Comedia e Innovación

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El Teatro Español del Siglo XX: Un Recorrido por sus Tendencias

Teatro Realista o de Alta Comedia

El teatro realista, también conocido como de alta comedia, continúa con la tendencia realista de la segunda mitad del siglo XIX. Es un teatro burgués, cuyos temas se centran en las costumbres sociales. Se desarrolla en un marco urbano y se dirige a la alta y media burguesía.

Destaca Jacinto Benavente, quien comienza criticando los defectos de la clase media. Su primera obra, El nido ajeno, no tuvo buena acogida. Sus obras de mayor éxito fueron La malquerida y Señora ama, dos dramas psicológicos que suceden en un ambiente rural. También destaca Los intereses creados, comedia de títeres que se abre con humor donde el autor expone su visión del teatro. Benavente recibió el Premio Nobel. Autores que siguieron su línea fueron Gregorio Martínez Sierra y Lucas de Tena.

Teatro Histórico en Verso

Su temática principal fue el drama histórico, ideológicamente muy conservador y tradicional. Destacan Eduardo Marquina con obras como En Flandes se ha puesto el sol y Francisco Villaespesa con El alcázar de las perlas.

Teatro Cómico

Aparece con el Novecentismo y las Vanguardias, y su intención es pasar un buen rato. Destaca Carlos Arniches con obras como Los caciques y La señorita de Trevélez. Este autor crea personajes populares de gran fuerza expresiva a través de graciosos y chocantes diálogos que se consideran el precedente del esperpento de Valle-Inclán. Otros autores que destacan son Pedro Muñoz Seca con su obra La venganza de Don Mendo, que inaugura el género del astracán, y los hermanos Álvarez Quintero con obras pobladas de tipos andaluces, como La reja, Abanicos y panderetas, Amores y amoríos y Malvaloca.

Teatro Innovador

Entre los autores de la Generación del 98 están Unamuno, que aborda en sus obras los mismos temas de sus novelas: los problemas de conciencia, la vida, la muerte, Dios... con sus obras Fedra y Raquel encadenada. Para él, en el teatro lo fundamental es el conflicto de los personajes. Por otro lado, destaca Machado con su hermano Manuel, que compusieron La Lola se va a los puertos. La labor de Azorín en el género teatral no dio obras del gusto del público, huye de los esquemas realistas y experimenta con fórmulas más imaginativas para representar los temas que le inquietaban.

Su obra más lograda es la trilogía de Lo invisible. Jacinto Grau realiza un teatro intelectual con títulos como El conde Alarcos o El hijo pródigo, o su mayor éxito con El señor de Pigmalión.

De la Generación del 27 hay que mencionar a Pedro Salinas y Alberti. De este último, citaremos su gran obra Noche de guerra en el Museo del Prado. Otros autores son Jardiel Poncela y Miguel Mihura, que llevan a cabo una profunda renovación del teatro del humor. Este último sobresalió por ser un precursor del teatro absurdo con Tres sombreros de copa.

Valle-Inclán y el Esperpento

Valle-Inclán fue uno de los más controvertidos que se ha dado en la literatura. Se inició en el Modernismo con novelas de la serie de las Sonatas, memorias del Marqués de Bradomín, un don Juan feo, católico y sentimental, donde conviven la elegancia y la provocación. Continuó con las Comedias Bárbaras, híbridos entre novela y drama, difícilmente representables por su gran extensión, por sus rápidos cambios de escenario y extensas acotaciones escénicas. Su última etapa es la de los esperpentos, sobresalen Divinas palabras y Luces de bohemia (1920). Según España, Max Estrella es una deformación grotesca de la civilización europea y la tragedia es un género demasiado noble para reflejar ese ambiente de decadencia. Solo mediante esta nueva técnica dramática, el esperpento, se puede mostrar la tragedia real que vive España.

Federico García Lorca: Poesía y Drama

Lorca representa una de las altas cumbres del drama español moderno. Su obra supone un intento de restablecimiento de la pureza original de la palabra evocadora y connotativa, alejada del fin utilitario del lenguaje pero sin olvidarse del poder de comunicación y de provocación de los sentimientos universales. Como dramaturgo muestra un concepto renovador. Su teatro parte de tres principios: depurar el teatro poético, incorporar las tendencias vanguardistas y acercar el teatro al pueblo. La mujer en una sociedad machista, marcada por un destino trágico. Las obras representan la tragedia de toda persona que se siente frustrada ante un mundo hostil que impide la realización de los deseos y los sueños más íntimos. El tema que atraviesa gran parte de sus obras es el de la frustración (Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba). También cultiva un teatro innovador, de raíz surrealista: El público y Así que pasen cinco años.

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