Explorando las Múltiples Dimensiones de la Globalización: Comercio, Finanzas, Cultura y Más

La Globalización Comercial

Una de las características de la globalización actual es el crecimiento vertiginoso del nivel de intercambios a escala mundial. Esto se debe a varios factores:

• La liberalización del comercio: impulsada principalmente por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
• Normativa común: se establecen estándares comunes para la fabricación y los controles de calidad.
• Cultura global: consumidores de lugares distantes consumen los mismos bienes, creando una cultura de consumo globalizada.
• Oportunidades de financiación: las empresas tienen acceso a una mayor financiación para afrontar compras o expansiones internacionales.

La Globalización Empresarial y Productiva

Las empresas ya no solo buscan vender parte de sus bienes en el exterior, sino que también externalizan su producción. Cada parte del proceso de fabricación se realiza en un lugar diferente. En las primeras fases de la internacionalización, las empresas buscaban estar cerca de sus posibles clientes o de los suministros. Hoy, también buscan ahorrar costes, ubicándose en lugares donde los factores de producción sean más baratos.

La Globalización Financiera

Los países están liberalizando sus movimientos internacionales de capital, con cada vez menos restricciones para que el dinero salga de un país y sea invertido en otro. Esto trae ventajas tanto para los ahorradores como para los prestatarios. Los ahorradores tienen más oportunidades para obtener rendimientos elevados, mientras que quienes necesitan financiación pueden encontrar prestamistas más fácilmente.

La Globalización Normativa

El proceso de normalización implica la existencia de normas similares en todo el mundo que fijan los sistemas de producción de los bienes y establecen normas de calidad internacionales. Esto permite conocer las características de los productos que cumplen con dichas normas. La normalización facilita los intercambios y la producción de bienes, ya que, al cumplir estos requisitos iguales, pueden comercializarse en varios países sin necesidad de adaptaciones.

Permite aprovechar las economías de escala: la posibilidad de producir un bien para todo el mundo abarata los costes. Otra faceta es la existencia de normas comunes para el comercio, el correo o las telecomunicaciones.

La Globalización Cultural

Para que funcione un único mercado, es necesario que los gustos de quienes lo conforman sean similares. La progresiva evolución de los medios de comunicación y de los transportes ha posibilitado un acercamiento entre los distintos pueblos del mundo. Esto lleva a que en muchos lugares se compren los mismos productos, se escuchen las mismas canciones, se vean las mismas películas o se lean los mismos libros. Esta globalización cultural no implica que exista una cultura que elimine a las otras.

La Globalización de las Ideas

Los medios de comunicación también posibilitan que las ideas fluyan entre personas de diferentes lugares. Esto incluye la concepción de cómo organizar un país, cuáles son los principales objetivos económicos y cuál es la mejor manera de alcanzarlos.

La Asimetría Comercial

El comercio mundial se incrementa cada vez más. Sin embargo, esta mejora no es simétrica: no todas las zonas se benefician por igual. Los países más ricos incrementan sin cesar su porcentaje de exportaciones mundiales, mientras que zonas como África o América del Sur quedan relegadas y su importancia disminuye. Cada día, un mayor porcentaje del comercio mundial se concentra en bienes industriales, mientras que los productos primarios provenientes de los países menos desarrollados representan un porcentaje cada vez menor. La subida de los precios industriales es superior a la de los del sector primario, lo que produce el efecto denominado "crecimiento empobrecedor". El crecimiento del comercio es asimétrico, beneficiando más a los ricos, mientras que los pobres participan cada vez menos.