Explorando la Identidad Sexual: Dimensiones y Elementos Clave

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Identidad Sexual: "La personalidad femenina y masculina": Dentro del concepto de identidad personal hay una dimensión importante que es nuestra identidad sexual y que resulta interesante de analizar como una dimensión separada, si bien esta separación es artificial, puesto que nuestra sexualidad forma parte integral y constitutiva de nuestra identidad personal. Somos hombres y mujeres desde el momento de nuestra concepción y aprendemos a asumir nuestra identidad sexual a lo largo de nuestras vidas. Nuestra identidad sexual parte desde el momento mismo de la concepción, en el mensaje genético de la unión del óvulo con el espermatozoide. Al nacer el bebé, la primera pregunta que formulamos es: ¿Fue varón o mujer? A medida que el niño/a crece, irá adquiriendo las características propias de su sexo a través del aprendizaje que se da primordialmente en la familia y a través de los modelos de ser hombre o mujer que representa el ambiente. Los roles asociados al sexo femenino o al masculino en nuestra sociedad son diferentes. La dulzura, suavidad y ternura son características deseables para las niñas, mientras que la brusquedad y agresividad son mejor toleradas en varones. Los niños aprenden a comportarse como hombres y mujeres a través de la imitación y la identificación con el progenitor de su mismo sexo. Los padres, la familia y la sociedad refuerzan en que se aprendan conductas que se asocian con el propio sexo. De modo tal que las niñas reciben aprobación por comportarse en forma femenina y los niños, en forma masculina. Al respecto, cabe señalar que las prácticas de crianza infantil difieren entre culturas y también en el tiempo, por ende, lo que resulta deseable en determinada sociedad no lo es necesariamente en otra.

Definición de Sexualidad: La sexualidad es un universo complejo en el cual intervienen aspectos tanto biológicos como psicológicos y sociales. También engloba una serie de condiciones culturales, sociales, anatómicas, fisiológicas, emocionales, afectivas y de conducta, relacionadas con el sexo que caracterizan de manera decisiva al ser humano en todas las fases de su desarrollo. Encontrar una definición de sexualidad es una tarea difícil, ya que la sexualidad hace referencia a un concepto multiforme, extenso, profundo y variadísimo de elementos que, todos unidos, forman el concepto de sexualidad como un todo. La sexualidad es vivida y entendida de modos diversos a lo largo y ancho de la geografía mundial, atendiendo a las diferentes culturas, ideales, modelos de sociedad y de educación. No podemos encajonar la sexualidad como algo estático y predecible, pues nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos, y va moldeándose al ritmo de nuestras experiencias de vida, poniendo su sello en todo lo que vemos, entendemos, sentimos y vivimos.

Elementos de la Sexualidad: Destacan algunos elementos que se engloban dentro del concepto de sexualidad:

  • El impulso sexual: Va dirigido tanto al placer sexual inmediato como a la procreación.
  • Identidad sexual y orientación sexual: La identidad y orientación sexual se entienden como tendencias sexuales en cuanto a aspectos de la relación psicológica con el propio cuerpo (sentirse hombre, mujer o ambos) y en cuanto a atracción sexual hacia un sexo, otro o ambos (heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad).
  • Relaciones sociales: La sexualidad cumple un papel muy importante en la vida diaria, ya que, desde el punto de vista emocional, afectivo y social, va mucho más allá de la finalidad reproductiva y compromete la vida de pareja, de familia y los lazos afectivos interpersonales. Además, la sexualidad juega un papel muy importante en la vida de la gente, porque si no se vive la sexualidad plenamente, o no se está satisfecho con ella, simplemente la persona no puede ser del todo feliz.
  • Dimensiones de la sexualidad: La sexualidad engloba tres dimensiones básicas del ser humano de forma decisiva en su desarrollo: biológica, psicológica y social. No debemos olvidar que el ser humano es indivisible, de modo que las tres dimensiones están íntimamente relacionadas y condicionadas unas por otras, por lo que no podemos separar el cuerpo de la mente, de las creencias o de la educación recibida.

Dimensión Biológica de la Sexualidad: Esta dimensión en el ser humano provee del sustrato anatómico fisiológico sobre el que se desarrollarán los distintos matices de la sexualidad de la persona. La dimensión biológica es crucial en distintos ámbitos de la vida sexual, como: procreación, deseo sexual, respuesta sexual, etc. Todos ellos están influenciados por la anatomía sexual. Asimismo, la alteración física o fisiológica (del funcionamiento) puede acarrear distintos trastornos sexuales o enfermedades que afecten a la vida sexual de la persona.

Dimensión Psicológica de la Sexualidad: La mente humana juega un papel fundamental en nuestro modo de vivir y sentir nuestra sexualidad. Nuestras formas de percibir la belleza, nuestras ideas de lo que está bien o mal en cuanto al sexo, nuestra personalidad, nuestras convicciones y el temperamento de cada persona son factores decisivos en nuestras relaciones sexuales. Nuestra propia identidad sexual y orientación sexual dependen en gran medida de nuestro modo de vernos y entendernos psicológicamente en relación a lo sexual.

Dimensión Social de la Sexualidad: La dimensión social engloba el papel fundamental que ejerce la familia, amigos, educación recibida en el colegio, religión, etc., sobre la sexualidad. Así es como las distintas sociedades poseen modelos distintos de entender y vivir la sexualidad.

Somos Psicológicamente Sexuados: No solo somos biofisiológicamente sexuados, sino también nuestro psiquismo, toda nuestra organización social y nuestra cultura son sexuados. Desde el nacimiento, asignamos nombres, vestidos, juguetes, actividades, etc., sexuados. Incluso se nos supone una manera de ser, aficiones, pensamientos y deseos sexuados. Antes de que el niño/a tome conciencia de su identidad sexual, le asignamos un rol sexuado que afecta a prácticamente todas las dimensiones y actividades de su vida. Todas las sociedades y culturas asignan actividades específicas al hombre y a la mujer, aunque lo hacen de forma, a veces, muy distinta. Estas asignaciones no se basan, en general, en diferencias biológicas, sino que, en la mayoría de los casos, se basan en formas de funcionamiento social que se han cristalizado a lo largo de la historia. Hacia los 2 y 3 años, niñas/os toman conciencia de su identidad sexual (se autodefinen como niño o niña) y, simultáneamente, comienzan un proceso de aprendizaje e interiorización de las funciones que la sociedad considera propias de la niña o del niño (roles de género). La identidad sexual: Soy hombre o mujer, pasa a ser una categoría permanente de los juicios que el sujeto hace de sí mismo, tal vez la más importante, y el rol de género, aquel que más define la vida de las personas a lo largo de su ciclo vital. ¿Qué otra cosa cambia más la forma de estar en el mundo que el hecho de ser hombre o mujer? También desde edades muy tempranas, a los 3 y 4 años, niños/as manifiestan intereses sexuales, se autoexploran, hacen preguntas, se observan, construyen sus propias teorías sobre su origen, reproducción, etc., y ponen de manifiesto conductas sexuales a través de los juegos y otras conductas. Es decir, expresan en conductas su sexualidad. La conducta sexual es una de las conductas humanas más significativas en todas las edades de la vida, sea cual sea la forma concreta que adopten en cada sujeto. A la conducta sexual observable subyacen los deseos, sentimientos y fantasías, que son elementos fundamentales de la psicología sexual. Estos se especifican y consolidan en la pubertad y permanecen a lo largo de toda la vida. Por tanto, para entender la sexualidad no basta con conocer la anatomía y la fisiología sexual, sino que es necesario tener en cuenta también la psicología sexual y la cultura que el individuo vive.

Sexualidad: Es lo que se desarrolla a lo largo de toda nuestra vida y donde intervienen todos los ámbitos. Género: Existe el género femenino y masculino. Identidad Sexual: Cuando una persona se siente cómoda con su cuerpo y lo que siente. Sexo: Identificación de cada persona, ya sea hombre o mujer. Acto Sexual: Unión que ocurre entre un hombre y una mujer. Identidad: Es lo que identifica a cada persona y que lo hace diferente al resto.

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