Exploración de la Trayectoria Literaria de Gianni Rodari: Compromiso, Juego y Fascinación
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Etapas en la Obra de Gianni Rodari
Se pueden distinguir tres etapas en la obra de Gianni Rodari, que, de manera no muy precisa, coinciden con cada una de las décadas que van desde 1950 (aunque había comenzado a escribir para niños un poco antes) hasta su muerte en 1980.
1. El Compromiso Político (1950-1960)
Durante este primer período, Rodari es un periodista e intelectual italiano de izquierdas comprometido con el pensamiento político del Partido Comunista Italiano (PCI). Pone de manifiesto en su obra los aspectos problemáticos de la sociedad italiana, recién salida de la II Guerra Mundial, con el recuerdo del fascismo y de la Resistencia aún muy reciente en la memoria colectiva.
En sus narraciones crea ambientes neorrealistas e introduce en su literatura infantil temas y personajes que hasta entonces habían estado excluidos de la misma, como el mundo del trabajo, de los marginados y de la posguerra. Sus primeros trabajos para niños son algunos cuentos breves y filastrocche, que publica en las páginas de L'Unità y en Il Pioniere.
De esta primera época hay que destacar fundamentalmente:
- Pequeños vagabundos: Novela de corte realista que no se basa en la imaginación, donde relata el sufrimiento de los más humildes, tratando de provocar una reacción en el lector.
- Las aventuras de Cebolleta: Obra en la que cada personaje es un tipo diferente de verdura, un canto a los desfavorecidos que son capaces de unirse para hacer frente al poder despótico.
- Gelsomino en el país de los mentirosos (1959): Un niño se enfrenta a un tirano que ha impuesto en su reino la mentira y el terror.
- El Bandido
En todas estas obras, sobre todo en Pequeños Vagabundos, manifiesta sin trabas, explícitamente, su ideología. Entremezcla en estas obras su mensaje político, las intuiciones poéticas y creativas, combinándolas con una gran atracción por la fantasía (no en Pequeños vagabundos ni en El Bandido). Esta inmensa capacidad fantástica es la que muchas veces hace que su mensaje político e ideológico quede filtrado a menudo.
2. La Dialéctica, Juego Literario y Ética (1960-1970)
Esta segunda etapa es la más importante y se caracteriza por su acercamiento al mundo de la educación, en la que inicia un período de animador pedagógico y tiene los primeros contactos con el Movimiento de Cooperación Educativa.
La preocupación por el lenguaje, los juegos lingüísticos y la ideología se entremezclan, y del enfrentamiento dialéctico entre ambos aspectos surge una obra más madura. El compromiso ético de la etapa anterior se mantiene, pero pasa ahora a defender valores más generales con los que se puede identificar la mayoría de la sociedad italiana: la libertad, el pacifismo, la justicia, la solidaridad...
La publicación en la editorial Einaudi en 1960 de sus obras marca esta etapa, pues gracias a ello sus obras llegan al gran público, tanto por los grandes canales habituales, como incluso a través de la radio y de la televisión. En esa editorial conoce a Bruno Munari, ilustrador por excelencia de su obra. Poco a poco Rodari deja de ser el "diablo rojo" y se convierte en un escritor verdaderamente revolucionario en el campo literario.
Hay que destacar en esta etapa:
- Filastrocche in cielo e in terra (1960): Selección de poemas de inspiración popular directamente relacionados con las nanas y las cantinelas populares, en los que presenta a los niños todos los temas desde una visión humorística. En estos poemas lo importante es el sonido y la musicalidad de las palabras. Poesía llena de color y ritmo, pero también acompañada de ideas profundas y una gran delicadeza de imágenes y enorme fantasía.
- Cuentos por teléfono (1962): Marca un cambio en su obra y es el libro emblemático de su capacidad creativa. Son cuentos breves (forma literaria en la que más destacó) en los que un padre que se ve obligado a estar ausente de casa por razones de trabajo, llama cada noche a su hija para contarle un cuento. Introduce en estas páginas el trabajo de los menores, el olvido de los ancianos, la miseria, la sinrazón de las guerras.
- Jip en el televisor (1962): Presenta la "televisionitis" que padece Jip, que le hace precipitarse en el televisor e ir apareciendo en diversos programas de todo el mundo.
- El libro de los errores (1964): Intenta desdramatizar los errores ortográficos y gramaticales.
- La tarta voladora (1966): Novela de ciencia ficción que incluye buenas dosis de sátira antimilitarista.
- Cuentos para jugar (1971): Fueron en principio escritas para un programa de radio, en el que los niños tenían que terminarlas. Pero en el libro, Rodari ofrece tres finales distintos en los que el niño tiene que elegir el preferido.
- Cuentos escritos a máquina (1973): Marca los difusos límites con la última parte de su obra. Utiliza el humor para ahondar en el conocimiento de la sociedad. Es una crítica irónica a la sociedad de consumo.
3. Fascinación por las Palabras (1970-1980)
En esta etapa se ha creído observar un debilitamiento de la capacidad creadora y de la fantasía de Rodari. En su descargo, hay que reconocer que, debido al éxito que tuvo su producción, estuvo en una incesante actividad respondiendo a los continuos requerimientos de los centros escolares y asociaciones culturales. También afectan a su capacidad creadora los problemas de salud que comienza a sufrir.
En esta etapa, su obra se caracteriza por el predominio del juego con las palabras y las situaciones. Tiende a desarrollar el humor y el pensamiento divergente para potenciar en el lector la capacidad de pensar por sí mismo, en lugar de aceptar ideas y valores establecidos de antemano.
En el aspecto formal, el juego con el lenguaje queda reducido a actividad casi exclusivamente mental. Es un ejercicio excesivamente abstracto.
Por todo ello, los últimos libros son de una mayor complejidad lingüística, con referencias en ocasiones muy cultas y alejadas de los intereses y posibilidades de los niños, como si quisiera dirigirse más a sí mismo y a los adultos que se mueven en el ámbito de la educación, que a los propios niños.
Obras destacadas de este período:
- Érase dos veces el barón Lamberto (1978): Rinde homenaje a las palabras, con las que juega desde el principio hasta el final, y en la que un viejo barón se vuelve niño gracias al valor que tiene recrear su propio nombre.
- El juego de las cuatro esquinas (1980): Presenta una selección de cuentos en los que llama la atención la variedad de registros y recursos que Rodari domina.