Exploración de la Filosofía Moral: Desde la Felicidad Aristotélica hasta la Justicia Dialógica

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Aristóteles: Ética de la Felicidad

Cada actividad tiene un fin (el fin de beber es quitar la sed). Los fines que buscan los hombres con sus acciones se encuentran jerarquizados, siendo algunos más importantes que otros. El fin último del ser humano es la felicidad. ¿Por qué? Aristóteles piensa que todos estamos de acuerdo, puesto que la felicidad se busca por sí misma, mientras que las demás cosas se buscan para conseguir la felicidad. Pero, ¿en qué consiste la felicidad? Aquí no hay acuerdo: unos la identifican con el placer, otros con los honores y otros con las riquezas. Aristóteles argumenta que la felicidad no se encuentra en ninguna de estas cosas, y que aceptarlo es confundir medios con fines. ¿Qué es lo que hace feliz al ser humano? La autorrealización. El ser humano será feliz en la medida en que realice adecuadamente la función que le es propia. ¿Cuál es esa función? Esta pregunta es compleja. En primer lugar, el ser humano desempeña diferentes funciones según la edad, sexo, condición, profesión, y la realización adecuada de estas, en definitiva, no proporciona la felicidad, porque no es la función propia del ser humano como tal. En segundo lugar, el ser humano tiene tres funciones: vegetativa, sensitiva y racional. Las dos últimas son las más importantes. La función sensitiva consiste en que la parte racional del ser humano controle y domine sus impulsos y deseos. Sobre todo, la función racional se dedica a la actividad intelectual, a la sabiduría, la única que proporciona la felicidad al ser humano. El ser humano será feliz en la medida en que se pueda dedicar a la sabiduría (aquel que vive de sus rentas, los ricos). Según Aristóteles, no todos los seres humanos pueden acceder a la vida contemplativa, excluyendo a las mujeres, esclavos y a "los embrutecidos por el trabajo manual".

Epicuro: Ética del Placer

Hedonista (el objetivo de la vida humana es el disfrute del placer). Este filósofo griego considera que lo único que existe es la materia, pues todo se reduce a átomos de materia de distintos tamaños que se mueven en el espacio vacío y dan lugar a innumerables mundos. Niegan lo sobrenatural y luchan contra mitos y supersticiones que sirven únicamente para originar temores y, por tanto, infelicidad. Si solo existe la materia, al morir acaba todo, y el objetivo del ser humano es vivir feliz. ¿Cómo? Con la búsqueda del placer y rehuyendo del dolor (hedonismo). Para vivir una vida feliz disfrutando del placer hay que guiarse por la inteligencia. Hay tres tipos de placeres:

  • Naturales y necesarios: Comer, bailar… Hay que disfrutarlos con inteligencia.
  • Naturales y no necesarios: Leer, placeres eróticos… Hay que disfrutarlos con moderación. El que vive de esta manera alcanza la ataraxia o imperturbabilidad ante los apetitos y las pasiones, y consigue la autarquía (autosuficiencia).
  • No naturales y no necesarios: Fumar. Hay que abstenerse para no ser dependiente.

Inmanuel Kant (Siglo XVIII): La Justicia

Kant asume los ideales de la Ilustración, es decir, la autonomía de la razón y la idea de progreso, junto al pensamiento de que la razón conseguiría una sociedad sin guerras ni violencia. ¿En qué se basa su ética? Hay que educar a la población para que sea autónoma y no actúe según la opresión política y de conciencia religiosa. Pensar por sí mismo es la forma que tiene el ser humano de ser libre de la superstición y de ejercer su libertad. Es el primero que habla de autonomía moral: cada uno tiene que construir sus valores morales, porque obedecer mandatos que proceden de otro, aunque sea Dios, no es moral, es incompatible con la dignidad humana, y eso es ser heterónomo. Hay formas diferentes de actuar: por el deber (autónomo), actuar por el respeto al deber y conforme al deber (heterónomo). Esta forma de actuar es obedeciendo una ley, por miedo o por obligación. El deber proviene de la razón, y obrar moralmente consiste en cumplir por respeto a la ley misma. Lo moral o inmoral de una acción se define según su voluntad. La moral kantiana es una moral en la que decides cuál es tu ley, pero la forma en la que la expreses tiene que ser universal. Los imperativos son órdenes. La ley moral se ha de expresar en un imperativo categórico, que ordena algo para que se cumpla sin más. Kant: la ley se la da a sí mismo uno, pero se tiene que expresar esta ley de la siguiente forma:

  • Primer imperativo: “Obra de tal manera que trates siempre a la humanidad, tanto en tu persona como en la de los demás, como fin y nunca como un mero medio”, pues las personas tienen dignidad (el valor es relativo). Las personas tienen un valor absoluto, no por su uso, pues son fines en sí mismos.
  • Segundo imperativo: El carácter universal de su moral se puede apreciar en otro de los imperativos que cita explícitamente, también puramente formal, y que dice: “obra de tal modo que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre al mismo tiempo como principio de legislación universal”, es decir, haz lo que quieras que te hagan.

Los Estoicos: Lo Bueno es Obrar de Acuerdo con la Naturaleza

El creador del estoicismo fue Zenón de Citio, quien abrió una escuela filosófica en Atenas. Su filosofía tiene un interés más práctico que teórico, respondiendo a las situaciones que se vivían en Grecia. Los estoicos conciben el universo como algo material, y en la materia distinguen dos principios: uno activo y otro pasivo, ambos materiales e inseparables. El principio pasivo es pura materia, inerte, mientras que el activo es razón. Existe un dios que gobierna el universo y lo convierte en algo ordenado, en un cosmos. Este Dios se identifica con el mundo (panteísmo). Al estar dirigidos por el logos, todo lo que acontece en el universo está determinado por el destino. Asumen el destino y tratan de vivir de la mejor forma. De ahí “vivir conforme a la naturaleza” o, lo que es lo mismo, “de acuerdo con la razón”. La ataraxia consiste en serenar el alma y vivir de tal manera que nada la perturbe. Conseguir apatía, que es un estado de indiferencia en el que un individuo no responde a aspectos de la vida emocional, social o física, ayuda a conseguir la libertad interior, la autarquía. Los estoicos fueron los primeros en sentirse ciudadanos del mundo (cosmopolitas) y extendieron esa razón universal. La patria del estoico fue, pues, el mundo, y pensaron que el ser humano estaba destinado a vivir en comunidad y debía tener sentimientos de amor hacia todos los demás seres humanos (filantropía).

Utilitarismo: Lo Bueno es Útil

Hedonista (busca el mayor bien para el mayor número de personas). Las éticas utilitaristas del siglo XIX se inspiran en la ética del filósofo David Hume (siglo XVIII). Niega que los preceptos y normas morales encuentren su fundamento último en la razón. Las normas morales dependen de los sentimientos. Es lo único que lleva al ser humano a hablar de un comportamiento bueno o malo. Si se siente “agrado” por un determinado comportamiento, lo “aprueba” y dice que es bueno. Si siente “desagrado”, lo reprueba y lo califica de malo. ¿Qué tipo de comportamientos agradan al que los observa y le llevan a aprobarlos y a considerarlos como buenos? Son los comportamientos que benefician a alguien, teniendo en cuenta que no es individual, sino que está incluido en los demás. Los comportamientos que perjudican a uno mismo y a los demás son comportamientos que desagradan y se reprueban; los que consideramos malos moralmente. ¿Por qué ocurre esto? En el ser humano existe un sentimiento de simpatía hacia los demás seres humanos y hacia la humanidad en conjunto. Hume considera que lo bueno es lo útil, útil para el individuo y la sociedad. J. Bentham (el primero en sistematizar y dar rigor a las ideas utilitaristas) y J. Stuart Mill tratan de hacer de la moralidad una ciencia exacta y la basan en hechos reales que puedan ser medidos y que tengan entre ellos unas relaciones precisas. Los únicos hechos mensurables en la vida moral son el placer y el dolor. Afirman que la conducta del ser humano está determinada por la espera del placer y el temor al dolor.

Éticas Dialógicas

Frente al individualismo de la ética kantiana, proponen que la universalidad de la ley moral se consigue mediante un acuerdo acerca de los principios éticos de los seres humanos, y tratan de hallar unos valores de justicia mínimos universales. El fundamento de las normas morales, en estas éticas, se encuentra en el consenso, cuando este es producto de un diálogo racional entre los hombres. Se trata de lograr unos mínimos de justicia exigibles de modo universal para garantizar el desarrollo o cumplimiento de los máximos de felicidad en la medida de lo posible. Mínimo de justicia: valores universales expresados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (igualdad, libertad, solidaridad). Máximos de felicidad: individuales, según la idea que cada uno tenga sobre la felicidad.

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