Expansión Colonial Europea: Auge y Consolidación de Imperios hasta 1914
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El Imperio Británico
Su desarrollo industrial facilitó su política expansionista y originó la etapa de mayor esplendor. Para los británicos, el imperio tuvo un marcado carácter económico. Gran Bretaña dominaba dos rutas:
- Por el Mediterráneo, controlando el canal de Suez y Egipto.
- Por el Atlántico, conquistó Nigeria, Sudán y El Cabo. Después ocupó las repúblicas de Transvaal y Orange, y derrotó a los holandeses en las guerras anglo-bóeres.
El objetivo británico en África era unir las colonias desde El Cairo hasta El Cabo mediante ferrocarril. Al final, los alemanes, al ocupar Tanganica, evitaron la unión de las colonias británicas hasta la Primera Guerra Mundial. En el continente asiático, culminó la ocupación de la India y se extendió por Birmania y Pakistán. Además, ocuparon Malasia, Singapur y parte de Borneo. En Oceanía, Australia y Nueva Zelanda. En América, ocupaba Canadá desde 1763.
El Imperio Francés
Francia encarnaba el ambiente nacionalista e imperialista de la época. Era el segundo gran imperio por detrás del británico. Los esfuerzos expansionistas se centraron en África y el sureste asiático. En África, pretendieron establecer una franja continua de colonias desde el oeste al este (Mauritania, Marruecos, etc.). El Reino Unido frenó su expansión mediante el incidente de Fachoda. En el sureste asiático, ocupó los actuales Camboya, Laos, etc. Además de algunas islas de Oceanía.
El Imperio Alemán
Alemania se incorporó tarde a la carrera colonial. Bismarck no deseaba la expansión colonial, sino aislar a Francia. Sin embargo, los grandes empresarios le empujaron a buscar nuevos mercados para su industria. Consiguió Togo, Camerún, África del Sudoeste y Tanganica en África, y las Carolinas y las Marianas en Micronesia.
El Imperio Italiano
Italia tuvo que conformarse con dos despojos de los otros imperios al llegar tarde al reparto colonial. Ocupó Somalia, Eritrea y un protectorado en el único territorio que quedaba libre: Trípoli y Cirenaica.
El Imperio Ruso
En el siglo XVIII, dirigió su expansión hacia América, obteniendo Alaska. En el siglo XIX, intentó conseguir los territorios fronterizos con la Europa otomana. Tras la Conferencia de Berlín, su interés se desplazó hacia el sur asiático, que fue la anexión de Turquestán occidental y parte de Persia. Entre otros territorios, destacan la costa asiática del Pacífico y Port Arthur.
Los Imperios Holandés y Belga
Los Países Bajos eran una antigua metrópoli colonial que estaba en decadencia. En el siglo XIX, centró su interés en consolidar su dominio sobre Indonesia y después se extendió hasta Célebes, Sumatra, Borneo y Molucas.
Bélgica (Estado Libre del Congo) limitó su expansión al territorio surcado por el río Congo, iniciativa del rey Leopoldo II. El rey creó primero la Asociación Internacional del Congo con fines científicos y, posteriormente, fundó la ciudad de Leopoldville. En el Congreso de Berlín, se reconoció el Estado Libre del Congo, cuya administración recaía en la Asociación Internacional del Congo, de la que el monarca belga era el principal accionista. Durante 13 años, el Congo perteneció al rey de Bélgica, que presumía de ayudar a civilizar a sus habitantes.
Los Imperios de España y Portugal
Los viejos imperios creados en la Edad Moderna por ambos países habían quedado muy reducidos a principios del siglo XIX. España perdió gran parte de su territorio en la Guerra de la Independencia. Tras la marcha de Carlos IV, se obligó a la creación de las juntas provinciales de carácter popular. Estas juntas en las metrópolis evolucionaron hasta el independentismo. Con la ayuda británica y el ejemplo de EE. UU., se enfrentaron a la metrópoli y consiguieron la independencia.