Evolución del Teatro Español desde 1939

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El Teatro desde 1939 a la Actualidad

El Teatro en los Años 40: Teatro del Humor y Drama Burgués Humor cercano al absurdo, escasa penetración psicológica de los personajes, dosificación del conflicto y la intriga hasta llegar a un final a gusto de todos, gusto por los diálogos ingeniosos, cuidadosamente elaborados, conservador y decimonónico…

Distinguimos:

  1. El drama burgués, sentimental y con leve crítica social. (Joaquín Calvo Sotelo – La muralla).
  2. El teatro de humor, que intenta renovar el teatro español por la vía del humor y de lo inverosímil. Destacan Enrique Jardiel Poncela con Eloísa está debajo de un almendro y Miguel Mihura con Tres Sombreros de Copa.

El Teatro Realista de Protesta y Denuncia de los Años 50 Realizarán una crítica de la sociedad española de su época a través de una estética realista. El teatro busca una identificación del público con los personajes. Entre sus autores destacan:

  • Antonio Buero Vallejo, que se caracteriza por:
    • Minuciosidad en las acotaciones, escenarios complejos, Simbolismo de los personajes con taras físicas para referirse a limitaciones humanas, finales abiertos…
  • Alfonso Sastre muestra una actitud abiertamente política y comprometida con la historia. Destaca entre sus trabajos Escuadra hacia la muerte.

El Teatro Vanguardista de los Años 60 Se continuará con la línea de protesta y denuncia de corte experimental y realista. Sobresalen Francisco Nieva escribe el teatro furioso, teatro de farsa y calamidad, con personajes simbólicos y acción novelesca y teatro de crónica y estampa, con personajes históricos. Por otro lado, Fernando Arrabal, creador del Teatro Pánico, recoge elementos del vanguardismo y del teatro absurdo.

El Teatro de los Años 70 y la Democracia Surgen los grupos de teatro independiente, cuya actividad se desarrolla al margen de los circuitos culturales establecidos. Los grupos más destacados fueron: Els Joglars, Los Goliardos y el Teatro Experimental Independiente con grandes innovaciones escénicas. Tras una etapa en la que con la desaparición de la censura se intenta llevar a escena todo aquello que había sido prohibido de décadas anteriores. En esta época se podría hacer un teatro en libertad, pero el público no asimila los cambios, abandona los teatros y rechaza los montajes vanguardistas. Aparecerán autores como Antonio Gala, José Luis Alonso de Santos, Fernando Fernán Gómez y José Luis Sanchis Sinisterra.

El Teatro Actual Se caracteriza por ser un teatro ecléctico, su efervescencia del teatro musical, de puro entretenimiento y gran espectacularidad y sus temas de defensa de la libertad, la violencia social contra los más débiles, la denuncia de la sociedad de consumo…

Su principal representante es Juan Mayorga.

La Obra de Cernuda

La obra de Cernuda consta de 4 etapas: los años de aprendizaje, la juventud, la madurez y el comienzo de la vejez. A la etapa inicial, la de los años de aprendizaje, pertenecen las primeras poesías, publicadas en 1927 con el título de “Perfil del aire”, que dan a conocer a un poeta elegante en su admiración lastimera del mundo, y “Égloga, elegía, oda”, escrito entre los años 1927 y 1928, que rinde homenaje a la tradición clásica y simultáneamente toca algunos temas muy particulares suyos: amor y eros en especial.

El ciclo de la juventud se abre “Con un río, un amor” y “Los placeres prohibidos”, escritos entre 1929 y 1931. Ambos libros revelan la devoción de Cernuda por el surrealismo. Aunque el clasicista que siempre hubo en él suavice muchas veces la ruptura formal, lo esencial de esos poemarios es su espíritu de rebeldía contra el orden establecido. En “Los placeres prohibidos” la rebelión crece con la abierta reivindicación de la homosexualidad. Mientras tanto “Donde habite el olvido” (1934) es un libro neorromántico, «superbecqueriano», que desarrolla una elegía amorosa. “Invocaciones”, de 1934 – 1935, presenta al neorromántico dilatándose en amplios poemas que celebran las glorias del mundo y exaltan la misión del poeta.

La etapa de madurez comienza con “Las nubes” (1940 - 1943), uno de los más bellos libros de poesía sobre la Guerra Civil Española, donde lo lastimoso alcanza su plenitud. Bajo el estímulo de la lírica inglesa, incluye monólogos dramáticos, como “La adoración de los magos”. Prolonga tono y estilo en “Como quien espera el alba” (1947). Obsesionado con sus recuerdos sevillanos, elabora en prosa “Ocnos” cuya primera edición data de 1942, luego ampliada en 1949 y 1963), esencial para entender su mitología del Edén perdido.

Su última etapa la desarrolla en México, es allí donde compone “Variaciones sobre tema mexicano”, en 1952, “Vivir sin estar viviendo” (1944 – 1949) y “Con las horas contadas”, de 1950 – 1956, al que en ediciones posteriores incorpora los “Poemas para un cuerpo” (Málaga, 1957). Es perceptible la sustitución de la anterior musicalidad elegante, de Garcilaso de la Vega, por un ritmo seco, duro, y por la renuncia a toda ornamentación en favor del concepto. Este estilo alcanza su plenitud en “Desolación de la Quimera” (1962).

Generación del 27

El grupo poético o Generación del 27 fue denominado así porque sus integrantes se unieron para conmemorar el tricentenario de la muerte de Góngora en 1927, al reivindicarlo como su principal referente poético.

Aunque la poesía de cada uno de sus autores presenta un estilo particular, se dieron ciertas características comunes como fueron el predominio absoluto de la metáfora y el hermetismo (lo que les identificaba con Góngora), la influencia de las vanguardias (sobre todo del surrealismo), el tema del amor y la naturaleza, la mezcla entre la tradición popular y los elementos cultos y el uso de una métrica variada (formas tradicionales y verso libre).

Entre sus influencias se suelen señalar además de Góngora y las vanguardias, las del filósofo Ortega y Gasset y el poeta Juan Ramón Jiménez.

Los críticos han establecido en su evolución como grupo tres etapas muy marcadas.

Primera etapa: (1926-1929) En la época fundacional del grupo en la que se dan de forma más marcada y unitaria los rasgos señalados antes.

Segunda etapa: (1929-1936) En esta época se da con mayor fuerza la influencia del surrealismo y una parte del grupo evoluciona hacia una poesía más politizada y social.

Tercera etapa: A partir de 1936. La guerra civil rompe la unidad del grupo pues Lorca es asesinado al inicio del conflicto y una parte del grupo marcha fuera de España durante (como Pedro Salinas) o al finalizar la guerra (como Alberti). Cada uno de los poetas evoluciona en un sentido más personal.

Quizá el poeta más importante del grupo sea Federico García Lorca (1898-1936), creador de un sistema poético propio en el que el mundo popular andaluz cobra enorme fuerza poética gracias a un tratamiento poético exquisito. La opresión, la muerte y el tema sexual aparecen con frecuencia en sus versos. Entre sus obras destacan Romancero gitano y Poeta en Nueva York, obra de marcada influencia surrealista.

Rafael Alberti (1902-1999) es otro de los poetas fundamentales del grupo con sus obras Marinero en tierra. y Sobre los ángeles. En su poesía es destacable la influencia surrealista, el neopopularismo que mezcla elementos tradicionales con la vanguardia y su compromiso político.

Luis Cernuda (1902-1963) reúne en una sola obra toda su poesía: La realidad y el deseo centrada en el choque entre los sentimientos y la realidad social. En su poesía hay influencias románticas y surrealistas. De entre sus libros destacan Un río, un amor y Los placeres prohibidos en el que trata el amor homosexual.

Otros poetas relevantes de la generación del 27 son el Premio Nobel Vicente Aleixandre de honda influencia surrealista (La destrucción o el amor), Dámaso Alonso (Hijos de la ira), Gerardo Diego (Imagen) Pedro Salinas (La voz a ti debida) y Jorge Guillén (Aire nuestro).

Por último, debemos destacar, la figura de Miguel Hernández, poeta posterior al grupo del 27, pero cuya obra se da también durante la Segunda República y parte de la tradición clásica y muestra intensa emoción humana y declarado compromiso político. Entre sus obras destaca El rayo que no cesa.

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