Evolución del Teatro Español hasta 1936: Autores, Tendencias y Obras Clave
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El Teatro Español hasta 1936
Inicialmente, el público burgués mostraba poco interés en problemas sociales, ideológicos o experimentaciones formales. Los empresarios teatrales, buscando la rentabilidad, cedían a las preferencias del público, lo que resultó en un teatro español con poca innovación y reacio a las corrientes renovadoras europeas. Sin embargo, algunos autores se rebelaron contra este teatro comercial, destacando figuras como Valle-Inclán y García Lorca.
El Intento de Renovación a Finales del Siglo XIX
A finales del siglo XIX, autores como Benito Pérez Galdós, Jacinto Benavente y Joaquín Dicenta intentaron superar el teatro retórico, introduciendo un enfoque más cercano al naturalismo, con un lenguaje conversacional y abordando temas conflictivos. En la comedia benaventina, Jacinto Benavente, tras el fracaso de El nido ajeno, escribió obras más acordes con el gusto del público, incluyendo comedias burguesas y dramas rurales como Los intereses creados. La comedia costumbrista, representada por los sainetes, se caracterizaba por su ambientación regional, personajes típicos y lenguaje humorístico. Carlos Arniches, con El santo de la Isidra, es un claro ejemplo. También se desarrolló la tragicomedia grotesca, con personajes caricaturescos y trágicos. El teatro poético, en verso, abordaba temas históricos influidos por el Modernismo, destacando Eduardo Marquina con En Flandes se ha puesto el sol.
El Teatro Renovador y Marginal
En el teatro renovador y marginal encontramos a Jacinto Grau y Gómez de la Serna. Los autores de la Generación del 27, como Rafael Alberti, Pedro Salinas y Miguel Hernández, buscaron crear un nuevo público. Otros autores como Alejandro Casona (La dama del alba) y Max Aub (San Juan) también aportaron a esta renovación.
La Originalidad de Valle-Inclán
La obra teatral de Valle-Inclán, caracterizada por su originalidad, riqueza expresiva y variedad temática, se mantuvo inicialmente al margen de los escenarios. Su crítica a la sociedad, la cultura y la política fue constante. Su primer teatro se enmarca en el Modernismo, pero su búsqueda artística lo llevó a crear el esperpento. Con Luces de Bohemia, dio nombre a este género literario basado en la deformación sistemática y personajes grotescos. Valle-Inclán fue un precursor del teatro crítico.
El Teatro Poético de Lorca
El teatro de Lorca es poético, con el enfrentamiento entre el individuo y la autoridad como tema central. El individuo, armado con el deseo, el amor y la libertad, es derrotado por la autoridad. Su primera obra fue El maleficio de la mariposa. En la línea de las farsas encontramos La zapatera prodigiosa y como drama lírico Mariana Pineda. Sus obras más importantes son Bodas de Sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba.
El Teatro Cómico y la Zarzuela
En las primeras décadas del siglo XX, predominó el género cómico, cuyo objetivo principal era entretener. Aunque la zarzuela no es teatro cómico, gozó de gran popularidad. Los hermanos Álvarez Quintero, con obras ambientadas en Andalucía como El traje de luces y El Patio, son un ejemplo. Pedro Muñoz Seca creó el astracán, un género representado en Pascua, destacando La venganza de don Mendo. Carlos Arniches adoptó nuevas formas como el sainete extenso y la tragedia grotesca. Esta última, con su comicidad externa y gravedad en el contenido, denunciaba la realidad nacional, como en Es mi hombre.