Evolución y Retos de la Gestión Forestal y Ganadera en España

Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Geografía

Escrito el en español con un tamaño de 50,93 KB

BLOQUE TEMÁTICO 3: EL PAPEL DE LAS ACTIVIDADES PRIMARIAS EN LA ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO RURAL. LOS ESPACIOS FORESTALES. LA SILVICULTURA COMO FORMA DE USO DEL TERRENO RURAL

Panorámica General

La preocupación por la conservación de las masas forestales como agentes determinantes del medio ambiente viene de antiguo. Esta preocupación por la conservación de los montes se ha reflejado en la Legislación Forestal (Código Forestal Francés de 1864 o Leyes de Montes Españolas de 1864 y de 1957), y todas ellas y otras más integraban la preocupación por los suelos, los montes y las aguas, objeto mismo de la ecología. Pero, independientemente de que la legislación de muchos países haya mostrado una preocupación conservacionista, la realidad de fondo es que la superficie forestal y de montes abiertos del planeta no deja de retroceder.

La conversión de los bosques en tierras de cultivo ha conocido un ritmo histórico muy dispar (fuego como la gran fuerza empleada por el hombre). No obstante, todo el proceso histórico de deforestación se queda pequeño frente a lo que sucede desde mediados del XIX, a resultas también de esa presión humana, y más en el XX (explosión demográfica, mecanización de la agricultura). En la actualidad -y según estimaciones recientes a partir de imágenes de satélite-, las principales causas de deforestación del bosque se relacionan con la intensificación de la agricultura itinerante, con la construcción de vías de penetración en las selvas tropicales y el asentamiento de colonos en sus márgenes, principalmente en la Amazonia. En cualquier caso, los incendios y los procesos de deforestación han contribuido y contribuyen a la erosión y pérdida de suelo y a la desertificación.

La Conferencia Internacional sobre Medios de Sustento Rurales, Bosques y Biodiversidad reconoce que la Silvicultura Urbana y Periurbana desempeña funciones ambientales de importancia decisiva, además de cumplir algunas funciones de producción de alimentos y otros bienes y genera beneficios múltiples. En los bosques de todo el mundo viven 300 millones de personas. Entre 1990 y 1995 la extensión terrestre cubierta por los bosques naturales o seminaturales en los países en desarrollo se redujo anualmente en 13,7 millones de hectáreas. La deforestación de los bosques húmedos tropicales cerrados podría producir la pérdida de hasta 100 especies al día.

Los Bosques son el hábitat de alrededor de 2/3 de todas las especies presentes sobre la tierra. Los bosques tienen una importancia crucial para la seguridad alimentaria mundial, ya que proporcionan alimentos, forrajes, combustible y medicinas, por todo ello constituyen una fuente importante de ingresos y de nutrición -suplementos alimenticios- para las familias. La deforestación generalizada reduce el acceso a los productos forestales que se necesitan cotidianamente, lo que no hace sino añadir dificultades a la laboriosa tarea de recoger y elaborar productos forestales.

Los alimentos sacados de los árboles son a veces parte de la dieta básica, más frecuentemente, sin embargo, se necesitan como complemento a fin de aumentar la diversidad de la dieta y la mejora de la nutrición. Las hojas (sopas, guisos, salsas), las semillas y nueces -nueces de palmas-, los hongos, las gomas y las savias, la caza de animales silvestres, insectos (orugas, las larvas y la miel de abejas), caracoles, setas, almendras {productos forestales no madereros}.

Cientos de millones de campesinos extraen de los bosques productos para su uso personal o para obtener con su venta, ingresos. Los ejemplos son conocidos. Madera, leña, carbón vegetal, rotén, caza, frutos, hierbas medicinales y muchos otros productos. Los bosques son a menudo importantes para los pobres, constituyendo para ellos una red de seguridad, un medio de subsistencia de emergencia en tiempos difíciles, casos de pérdidas de cosechas, inundaciones, crisis económicas, guerras o conflictos. La tala de bosques, sea en beneficio de la agricultura o para extraer la madera, puede reportar algunos beneficios económicos, pero la deforestación y la degradación forestal a menudo socavan la capacidad de las poblaciones rurales para sustentarse durante tiempos difíciles. Al mismo tiempo, la pérdida de bosques es una amenaza para la biodiversidad y para los servicios ambientales que prestan los bosques.

El cuarto período del FNUB tuvo lugar en Ginebra entre el 3 y el 14 de mayo de 2004, y entre los puntos más importantes del orden de la reunión se encuentran: conocimientos forestales tradicionales, aspectos sociales y culturales de los bosques y criterios e indicadores de la ordenación forestal sostenible.

El PNUD considera los Bosques en sus recomendaciones para alcanzar la sostenibilidad del medio ambiente mundial, y en la consideración de los medios para alcanzarla reconoce el papel de los bosques de varias maneras. Así el informa señala el papel de los bosques en la reducción de la pobreza rural, así como el papel de la reducción de la pobreza para ayudar a proteger el medio ambiente. El debate trata del problema de las grandes subvenciones a industrias forestales, sobre todo en el mundo desarrollado, a las que se hacen responsables de acelerar las pérdidas forestales en algunos países.

Son muchos los testimonios históricos que prueban la extensión que antaño llegaron a tener los bosques españoles. Toda una serie de actuaciones humanas (guerra, carboneo, Mesta, ferrocarril, minería, Desamortización) han provocado una deforestación del espacio español. Sin ir más lejos, las desamortizaciones del XIX supusieron la subasta de 5,5 millones de hectáreas de Montes Públicos, con el trágico resultado de que la mayoría terminaron por ser víctimas del hacha de los compradores. Pero la desamortización no sólo aceleró la deforestación, sino que situó a España en una posición inhabitual en el contexto europeo, pues el porcentaje de terrenos forestales de propiedad estatal era en España muy bajo (4%) (12,5% de Bélgica, 20% de Suecia, 29% de Dinamarca, 32% de la RFA). Porcentaje muy bajo, pero que ha ido aumentando por las adquisiciones de terrenos forestales que realiza el estado.

LOS ESPACIOS FORESTALES. RECURSOS Y EXPLOTACIÓN DEL BOSQUE

La gravedad del deterioro del monte español, sus evidentes consecuencias en la aceleración e intensidad de la erosión justifica ampliamente una política de repoblación que empezó a tomar cuerpo con la creación de las Divisiones Hidrográficas, y posteriormente por el Patrimonio Forestal del Estado y el Icona, si bien no fueron siempre esos los objetivos a cubrir. En efecto, el Plan General de Repoblación que se aprobó en 1939 pretendía repoblar 6 millones de hectáreas en un plazo de 100 años, pero el objetivo prioritario, especialmente hacia los años 60, fue contener las importaciones cubriendo la demanda con la producción nacional, por lo que se optó por repoblaciones de crecimiento rápido (eucalipto, pino) lo que ha modificado la composición del bosque español. La Crítica a esta política se ha centrado en las repoblaciones con eucaliptos, que se han convertido en un elemento del paisaje de amplias zonas de Huelva, Extremadura, Galicia y Santander. Motivo de críticas por parte de unos y de alabanzas de otros, el subsector forestal ha conocido una mayor atención por parte del Estado que ha cristalizado en una política de repoblación sistematizada desde 1939 con el Primer Plan de Repoblación de España.

Pero sin duda, más motivo de crítica se merece el ritmo de estas repoblaciones, oscilantes, con los máximos valores en el segundo lustro de los años cincuenta, y una caída preocupante durante los últimos años, inquietud que viene basada en la creciente incidencia de los incendios forestales, en ocasiones de tal magnitud que destruyen más superficie que la repoblada. Por todo ello es cada día más necesaria la redefinición de la política forestal, no ya sólo para reforzar el papel del estado en la propiedad de este espacio, sino porque el terreno forestal, al igual que otra parte importante del espacio rural, está conociendo nuevas funciones cuyo uso es preciso ordenar.

La importancia y las repercusiones de las actuaciones de carácter forestal llevadas a cabo por la administración pública desde 1940 y sus repercusiones territoriales siguen siendo mal conocidas. Y ello es tanto más grave, cuanto que abarca actuaciones plurales y complejas y tiene plasmaciones regionales muy distintas. Pero además, ha intervenido de modo muy notable sobre los procesos naturales y ha alterado usos y aprovechamientos del suelo, dando lugar a una de las mayores transformaciones de paisaje de la historia contemporánea.

Los Antecedentes

Entre ellos hay que contar con la Política Forestal del régimen Franquista desde 1940, fundamentalmente a través del Patrimonio Forestal del Estado con el Plan General de Repoblación Forestal concluido en 1939. Lo temprano de este plan muestra la importancia que el régimen de Franco confería a la cuestión. De él sólo vamos a retener ahora tres ideas.

La 1ª es que funda su razonamiento en el principio de que la degradación forestal española se puede invertir, en el sentido de restaurar, mediante etapas progresivas sucesivas, el bosque de frondosas climácico (la etapa de pinares aparece así como un requisito biológico y técnico de la restauración forestal).

La 2ª conclusión que nos interesa es optar por atender equilibradamente a las necesidades del mercado nacional al mismo tiempo que a la defensa hidrológica y propone repoblar unos 6 millones de hectáreas en 100 años.

La 3ª opinión de los autores del Plan que queremos suscitar es la de los obstáculos que para las repoblaciones masivas planteaban determinadas formas de propiedad comunales y todas las manifestaciones, más o menos residuales, de los aprovechamientos comunes. Hay un confuso estado posesorio. La acción forestal deberá coordinarse con trabajos rurales de otra índole, intensificación cultural y transformación ganadera, en particular, que permitan a los roturadores y a los pastores y ganaderos adaptarse a las nuevas condiciones. No se puede resolver el problema forestal pensando sólo en los montes, y las restricciones de uso deben ir acompañadas de sustituciones, lo que en todo caso no debe hacer pensar en aplazar la repoblación.

SUPERFICIE FORESTAL CANARIA

Superficie Forestal Arbolada

Según el Segundo Inventario Forestal Nacional, en Gran Canaria existen 15.422 hectáreas de monte arbolado. Además, en la isla hay 1.783 hectáreas de bosque ralo. Por consiguiente, la superficie forestal arbolada total de la isla asciende a 17.204, lo que representa únicamente el 11 % de su superficie total. La superficie forestal de Gran Canaria puede ser calificada de escasa si al comparamos con la de Tenerife, al ser algo menos de la mitad de la superficie forestal arbolada de Tenerife (44.010 hectáreas, que cubren el 22 % de la Isla). Ello es preocupante si consideramos las importantes funciones que cumplen los bosques, entre las que destacan:

  • a) una función ecológica, en cuanto que contribuye a la preservación del ecosistema;
  • b) una función protectora contra la erosión, dado que los árboles frenan la fuerza de caída de la lluvia;
  • c) una función hidrológica, ya que el bosque amortigua los efectos de las lluvias torrenciales al fomentar la infiltración;
  • d) una función paisajística;
  • e) una función de esparcimiento y
  • f) una función socioeconómica, en la medida en que los bosques generan puestos de trabajo asociados a actividades tales como repoblación o vigilancia.

Un análisis de la estructura forestal de la isla por grupos de especies, sugiere que el grupo predominante es el de las coníferas, en el que destaca principalmente el pino canario, ocupando aproximadamente una superficie de 12.989 hectáreas (el 74, 5 % de la superficie forestal arbolada), así como otros tipos de pinos que cubren unas 835 hectáreas (4,7%). En cuanto a las especies frondosas señalar, que estas tienen escasa presencia en la isla, llegando a ocupar unas 1.845 hectáreas (10 % de la superficie forestal arbolada). El resto de la superficie forestal, 1.899 Has., el 11%, se caracteriza por la presencia de matorral con arbolado ralo. En cuanto a la provincia de Santa Cruz de Tenerife, indicar que también el pino canario es la especie dominante (58.717 hectáreas: 67 %), seguido por las especies frondosas (16.319 Has., el 13%), matorral pastizal (7.526 Has.: 9%) y el pino radiata (4.774 Has.: 5%).

Protección de la Superficie Forestal

En cuanto al grado de protección de la superficie forestal arbolada de Gran Canaria, podemos señalar que en torno al 88% de la misma (15.145 Has.) se encuentran dentro de parques naturales, y el 2,8 % (489 Has.) forman parte de parajes naturales, por lo que el 91 % de la superficie arbolada de la isla se encuentra protegida (ICONA). En Tenerife la situación es parecida, ya que el 85,5% de la masa forestal arbolada está protegida (39.808 Has.), con la particularidad de que 525 Has. están dentro del Parque Nacional del Teide, figura que implica la gestión del Gobierno Central. Además 37.492 Has. están dentro de parques naturales (80%) y 17.892 Has. se localizan en parajes naturales (3,8%).

Propiedad de la Superficie Forestal

Un análisis de la propiedad de los montes grancanarios revela que, según datos de 1991, la Comunidad Autónoma era la gran propietaria de los bosques de Gran Canaria, con 10.807 hectáreas (el 57,6 %), frente a las 1.183 hectáreas que posee en Tenerife (el 2,8 %); seguida por el Cabildo Insular de Gran Canaria, con 5.867 Has. (el 31 %). En 1994, la superficie propiedad del Cabildo era algo superior, alcanzando las 7.650 Has., lo que pone de manifiesto la estrategia de compra de terrenos con vocación forestal que ha adoptado el Cabildo Insular de Gran Canaria, característica que lo diferencia del Cabildo Insular de Tenerife, el cual únicamente es propietario de 19 Hectáreas de Monte. Otra diferencia significativa en la propiedad de los montes hace referencia a la participación del Estado, ya que mientras esta es nula en Gran Canaria, en Tenerife asciende a 666,8 Has. (1,6% del total de la superficie de monte de la isla: P.N. del Teide).

Asimismo, señalar que en Tenerife casi el 90 % de la superficie forestal está en manos de los municipios, que tradicionalmente se han visto más involucrados en la conservación de los montes que los municipios de Gran Canaria, cuya propiedad no alcanza el 2% de la superficie forestal arbolada de toda la isla. Ello es importante en cuanto que los bosques municipales o comunales parecen satisfacer mejor los intereses de la población local, generando una estrecha vinculación a éstos. Así, por ejemplo, estos montes sufren menos incendios y, si lo sufren, cuentan con un volumen importante de voluntarios para combatir el fuego.

Finalmente, indicar que la proporción de montes en manos de particulares es mayor en Gran Canaria que en Tenerife, con el 9,5 y 6,6 %, respectivamente, si bien en Gran Canaria los particulares poseen menos hectáreas (1.778, frente a 2.746 de Tenerife).

Repoblaciones Forestales

Conscientes de la importante función de los bosques en la conservación de los ecosistemas, tanto el Cabildo Insular de Gran Canaria como el Gobierno de Canarias han realizado un importante esfuerzo de repoblación, que incluye inversiones directas en reforestación, así como la adquisición de fincas para proceder a su repoblación. En cuanto a la compra de fincas que la Administración realiza con vistas a su repoblación, señalar que los cabildos insulares se han convertido en los principales y casi únicos inversores. En concreto, durante el periodo comprendido entre 1986 y 1995, en Gran Canaria se han adquirido un total de 576 fincas, que ocupan unas 3.248, 8 Has., lo que representa el 68 % de las fincas y el 76,4 % de la superficie adquirida en toda Canarias. Durante el mismo periodo, en Tenerife se han adquirido muchas menos fincas (270: 31,8% de Canarias), que a su vez ocupan una superficie inferior a la adquirida en Gran Canaria (868,2 Has.: 20,4%).

Con relación a las inversiones directas realizadas en repoblaciones forestales, señalar que casi todos los esfuerzos realizados en Las Palmas han tenido por objeto zonas de Gran Canaria. En tal sentido, podemos afirmar que la superficie de la isla objeto de la repoblación durante el periodo correspondiente a 1991 y 1995 ascendió a 562 Has., que representa el 63 % de la superficie repoblada de Canarias (895 Has.). Este mayor esfuerzo de reforestación se debe a las importantes necesidades de la isla, que en tiempos pasados padeció una intensa deforestación.

Entre las repoblaciones realizadas por el Gobierno de Canarias en la isla, que fundamentalmente se producen en las fincas de su propiedad, destaca la reforestación de fincas agrarias abandonadas, que dentro del régimen de ayudas establecidas, la Orden 9/11/1993, durante 1995 abarcó siete fincas con una superficie total de 56 Has.

En términos generales las repoblaciones realizadas en Gran Canaria han utilizado especies autóctonas, principalmente el pino canario (en más del 96 % de las hectáreas repobladas). Al pino canario tendríamos que añadir la laurisilva, fundamentalmente gracias al proyecto “Laurisilva XXI“, que pretende repoblar el Monte de Doramas con flora autóctona. Ello ha motivado que la laurisilva se haya convertido en la otra especie utilizada en las repoblaciones de 1994 y 1995. Un análisis comparativo con las repoblaciones en la provincia de Santa Cruz de Tenerife revela que, en las islas occidentales, el pino canario comparte primacía con la laurisilva, de forma que durante 1995 fue bastante similar la superficie repoblada con cada una de las especies. No obstante, señalar que en Canarias también se han utilizado otras especies foráneas de crecimiento más rápido como el pino radiata, especialmente en Tenerife, o, con menor intensidad, el pino carrasco y el pino piñonero, así como otras especies autóctonas distintas al pino canario y a la laurisilva, como por ejemplo, la sabina.

La Repoblación Forestal en los Países Desarrollados. La Repoblación Forestal en Europa

La repoblación forestal en los Países desarrollados es una de las mayores transformaciones de paisaje de la historia contemporánea. Desde principios del siglo XX tuvo lugar la aparición de bosques en el paisaje de muchas áreas rurales de los Países Desarrollados (cambio radical en el paisaje). Esto se da particularmente en las tierras altas y en otras áreas donde la producción agrícola es relativamente pobre. La Repoblación Forestal se ha llevado a cabo, en diversos grados, en tierras de labor que han dejado de cultivarse y en amplias extensiones de pastos comunales que han dejado de utilizarse para el Pastoreo. En tales regiones se ha llevado a cabo la repoblación forestal en diversos grados. El segundo tipo de repoblación forestal puede ser muy importante en aquellas áreas donde la propiedad está muy fragmentada. Uno de los problemas principales al que tienen que hacer frente los Servicios Forestales en Europa Continental, es conseguir una forma para estimular a los propietarios de tierra a agruparse de manera puedan explotarse grandes extensiones de bosque en régimen cooperativo, y que estas tengan la suficiente dimensión para una producción racional de madera en el futuro.

Mientras continúe incrementándose la productividad agrícola, está claro que deberá reducirse la superficie dedicada a la agricultura intensiva -y en ausencia de cauces adecuados para distribuir los excedentes agrícolas a los países necesitados del Tercer Mundo-. Ya en 1968 el Dr. Sicco Mansholt recomendó que grandes secciones de terreno agrícola de baja productividad en los países del mercado Común -en concreto 1/5 parte del terreno que quedaría libre-, deberían dedicarse a un uso agrícola distinto. El terreno que de esta forma quedaría libre, podría dedicarse a parques nacionales y a la creación de otras áreas recreativas. El resto se usaría para la producción de madera (políticas similares se están aplicando en otras partes del mundo -Suecia, EEUU-).

La tendencia a usar el terreno cultivable y el terreno de pastos pobres para monte bajo y producción de madera, caracteriza ya a muchas tierras altas. La demanda de maderas blandas para la producción de papel aumenta cada año, reflejando las necesidades de la sociedad de consumo, que se tienen que satisfacer principalmente con importaciones muy caras. Se han obtenido muchas extensiones de los grandes propietarios deseosos de vender la tierra para obtener capital o para pagar los derechos de herencia. En cualquier caso, la mayor parte del terreno disponible para la plantación y la repoblación forestal es de baja calidad y no podría utilizase satisfactoriamente para la producción de maderas duras.

Otro objetivo es mantener un paisaje de atractiva apariencia (se evita plantar los árboles en hileras simétricas). En un estudio realizado en 2003 cuyo objetivo principal era calibrar la aceptabilidad estética de tres tipos de operaciones forestales industriales: un tipo de tala en tablero de damas, talas en espacios irregulares, y una pista de extracción de madera; esta última fue la considerada como la alteración más aceptable del paisaje, y las talas irregulares se puntaron como bastante más aceptables que las talas en tablero. Otras conclusiones obtenidas se detallan seguidamente: las carreteras distantes son las que menos molestan, y los bosques deben ser verdes y parecer naturales.

Esta tendencia se ha estimulado al existir exenciones especiales de impuestos si se llevan a cabo trabajos de repoblación forestal. A pesar de haber tenido bastante éxito, la comisión se ve limitada en sus actividades debido a la dificultad de adquirir suficiente terreno para plantar árboles en tierras altas. Tiene que competir con otros usos, y además de ello la silvicultura se considera una inversión a largo, más que a corto plazo, a veces también la puede perjudicar la contradicción entre la política estatal silvícola y la correspondiente agrícola.

Es necesario distinguir Áreas dedicadas al Desarrollo Forestal en las que la repoblación de los bosques debería concentrarse de forma que reunieran las condiciones necesarias para la industria moderna y las necesidades sociales. Si esto fuera posible, las áreas de promoción de bosque estimularían el desarrollo económico de las áreas más apartadas, creando de este modo más puestos de trabajo e introduciendo nuevos oficios en la zona (industria de elaboración de la madera). Por otra parte, los bosques incrementarían la fertilidad del suelo, y ello supondría mayores existencias de agua y un mayor valor estético del paisaje, además de un soporte para actividades secundarias (Deportes y Esparcimiento). Dicha política debería verse acompañada de incentivos tales como: nuevas carreteras forestales, desgravación fiscal, energía eléctrica, agua corriente, vivienda y otros servicios esenciales. Prerrequisitos indispensables para ello serían unas adecuadas condiciones de localización - buena localización de los talleres -y clima. Otro objetivo vendría señalado por la necesidad de crear una fuerza de trabajo permanente, especializada en las tareas forestales (núcleos claves de poblamiento, actividades variadas en cada área de desarrollo, el establecimiento de diferentes recursos forestales).

Políticas forestales más actuales reconocen la necesidad de conseguir una integración más completa de la silvicultura con la agricultura y otras formas de uso de la tierra. Los nuevos objetivos incluyen: 1) facilitar el empleo de mano de obra en las áreas rurales, 2) estética, protección y promover el recreo al aire libre - espacio dedicado al esparcimiento-, 3) fomentar el desarrollo industrial y social subordinado a la explotación forestal, y 4) estimular el desarrollo ordenado de los bosques privados. En 1971, una nueva revisión puso el énfasis en el espacio dedicado al esparcimiento.

Muchos pueblos en decadencia o aletargados pueden verse reanimados con la llegada de trabajadores forestales y sus familias, estas contribuyen a hacer revivir: escuelas, tiendas y servicios de comunidad en los pueblos ya existentes. Esta política de animar los núcleos de población y diversificar al mismo tiempo que ampliar las bases de empleo se ha generalizado en la actualidad.

Las repoblaciones forestales racionales, en las que se contemplan, no sólo los intereses económicos a corto plazo, sino principalmente a largo plazo, además de factores ecológicos, técnicos, sociales, etc. constituyen un medio eficaz de mejora rural, que debe ser llevado a la práctica, según la FAO., en el marco de una Cuenca Hidrográfica. Tanto las medidas de repoblación forestal como las técnicas de conservación de suelos, tienen su unidad de aplicación en la cuenca hidrográfica.

INCENDIOS FORESTALES

Superficie Forestal Quemada

.
El Consejo Económico y Social de Canarias sugiere que los incendios forestales son un problema bastante agudo en Canarias (4,73%), frente a un 2% en España. Dado que el bosque cumple muchas funciones y al tratarse de un recurso escaso, hay que protegerlo y aumentarlo. La Primera Conclusión sobre los Incendios Forestales en Gran Canaria, es que estos son Regulares y Frecuentes. En el periodo 1990 - 1995, sin considerar los datos de 1.995, el problema parece ser más importante en Gran Canaria.
En cuanto a las Causas de los Incendios, la mayor parte de los Incendios que se producen en Gran Canaria son Intencionados. (1.995): 96 % intencionados, 4% desconocidos, (1.991-1.993) entre el 60% y el 100 %: Intencionados o Desconocidos. Las estadísticas regionales coinciden en la Intencionalidad como Primera causa de Incendios, junto con otras causas desconocidas. Estacionalidad de los Incendios (Verano e Invasiones de Aire Sahariano). Motivos del Aumento de los Incendios: 1) conflicto de intereses entre los campesinos y la Administración, y 2) su reciente uso colectivo (de los bosques) entra en contradicción con la carencia de infraestructura adecuada para su control.
BOSQUES Y ESPARCIMIENTO ( El Uso Recreativo de los Montes Públicos ).
a) Origenes y potencialidades de este uso.
En la década de los setenta encontramos el momento de máximo interés científico y técnico por los montes públicos como espacios de ocio. La explicación es varia y en ello inciden los factores generales que provocan el auge de la recreación rural en España, pero también otros específicos de los montes públicos: en primer lugar, la celebración del VI Congreso Forestal Mundial en Madrid en el año 1.966- con 2.500 representantes de 89 países - contribuyó decisivamente a que en España se divulgaran las nuevas orientaciones sobre el uso múltiple de los montes, asumidas años antes en los Estados Unidos y diversos países de Europa Occidental ( el concepto de uso múltiple aboga por una ampliación de las funciones tradicionales de los montes - productiva y protectora -, de forma que se consideren también nuevos usos como los recreativos ).
En segundo término hemos de tener presente que España contaba con amplios recursos forestales. La superficie forestal española se aproxima a los 15,5 millones de hectáreas, de las cuales el 34 % es de propiedad pública ( 30% de entes locales y 4 % del estado ), junto con unos 125.000 Kms. de vías pecuarias ( aproximadamente 425.000 Has. ) que, mayoritariamente, han perdido sus funciones tradicionales y pueden ser consideradas como espacios de ocio potenciales, sobretodo si tenemos en cuenta su implantación en todo el país y el carácter jurídico de bienes demaniales que les corresponde, y de ahí la amplia repercusión que estas innovadoras direcciones tuvieron en un principio. Por añadidura, todo lo anterior resultó potenciado por el respaldo de la administración forestal española a la utilización de los montes públicos como espacios de ocio. Así, en 1.970 el Ministerio de Agricultura publicó una Orden que supuso el primer reconocimiento jurídico de la función recreativa de los montes y, un año más tarde, se creó el ICONA, organismo al que se le encomendó, entre otras funciones, la creación de una red de áreas de recreo en los montes del Estado conforme a una tipología diseñada al efecto.
Por lo que respecta a Inglaterra y según Clout, además de disponer de lugares de acampada, se han ido adecuando caminos forestales, centros de información y aparcamientos, estos últimos principalmente en el contorno de los bosques que ofrecen una variedad de servicios de esparcimiento (pesca, navegación, caza, esquí). Particularmente abundantes en Escocia y en las zonas septentrionales de Inglaterra: También algunos de ellos se localizan cerca de las grandes ciudades (sólo se utiliza toda su capacidad en los meses de verano ), y algunos bosques experimentan una presión creciente de excursionistas que hacen na visita de un día. Por otra parte, el primer Parque Forestal abierto al público en Inglaterra, lo hizo en el año de 1.936.
Concepto de Bosque Abierto ( aparcamiento, pic - nic, algunos lugares para acampar ). Más del 90 % de los visitantes fueron a los bosques en coche, ya que estos bosques abiertos son accesibles desde ciudades y centros de vacaciones (aparcamiento) (Parque Natural cerca de las Grandes Ciudades).
Concepto de Bosque Tranquilo: muchos habitantes buscan un retiro, tranquilidad y libertad para poder pasear a pié. Muchos están a favor de las áreas libres de vehículos ( sin embargo un plan de acceso para coches es necesario ).
Los espacios rurales deben buscar un tipo de desarrollo no exclusivamente agrícola, las áreas de montaña pueden mantenerse siempre y cuando muestren cierta capacidad de adaptación a los nuevos imperantes de la PAC., aprovechando el hecho de que las demandas de ocio de parte de la población urbana tengan cada vez más en el punto de mira: el entorno rural de una cierta calidad paisajística.
Continuación del punto 3.1.3. ( El Bosque como Espacio de Ocio y como Reserva Natural).
LOS ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS.
La protección de estos espacios es una práctica, de aceptación creciente, que todos los países han venido ejerciendo en áreas con un reconocido valor paisajístico, cultural y natural. Sus inicios se remontan al siglo XIX con la declaración en 1872 del primer Parque Nacional en Yellowstone (EEUU). En Europa no será hasta principios del siglo XX cuando se declaran los primeros parques, en Suiza en1.914 (el parque nacional de Engardine), en Italia el Parco Nazionale del Gran Pardiso (1916), y en España los Parques Nacionales de Covadonga y Ordesa (1.918).
El parque nacional más extenso se encuentra en Groenlandia ( Parque Nacional de Groenlandia ), con una superficie una vez y media que la de la Península Ibérica. En África, aunque siete veces más pequeño que este último, el parque más grande, el de Etosha, se encuentra en Namibia. En 1995 tuvo lugar en España la creación del Parque Nacional de los Picos de Europa con una superficie de 65.000 hectáreas.
En 1969 surgió la idea de crear una red mundial coordinada de parques nacionales, reservas biológicas y otras zonas protegidas. De este proyecto, la acción más representativa la constituye el programa sobre el hombre y la Biosfera (MAB- Man and Biosphere) iniciado en 1971 aunque gestado en la Conferencia General de la Unesco de 1.968). Con la puesta en marcha del programa MAB, y en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se designan unas áreas piloto, “Reservas de la Biosfera” a lo largo de todo el mundo. El objetivo más importante del programa es la investigación científica y la formación personal para la utilización racional y a largo plazo de los recursos naturales en el marco internacional de trabajo y de intercambio de información.
Existe una lista interminable de designaciones alrededor de la figura del parque, parques nacionales, parques naturales, parajes naturales, parajes singulares, espacios naturales, etc. La UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales) calculó ya para 1.980 alrededor de 3.000 zonas protegidas en todo el mundo, enmarcadas dentro de 30 categorías diferentes. Las diversas modalidades varían de un país a otro ya que cada país asume su propia legislación. Incluso pueden existir variaciones dentro de un mismo país, que como en el caso de España tiene competencias administrativas descentralizadas. Las Comunidades Autónomas pueden declarar y gestionar parques (parques naturales, reservas naturales, monumentos naturales y paisajes protegidos).
El Estado, mientras tanto, asume las funciones de gestión y administración de los Parques Nacionales. El resultado es una variada gama de designaciones que vienen a cubrir diferentes grados de protección.
En general, los parques nacionales acostumbran a establecerse en zonas periféricas mientras que los parques naturales se concentran en regiones cercanas a las principales aglomeraciones urbanas. Estos últimos forman parte de los llamados “cinturones verdes” o “espacios verdes periurbanos” que, con funciones de pulmón y descongestión de la red de ciudades periurbana, también sirven como áreas de esparcimiento y ocio a la población urbana. Los parques naturales constituyen la figura más representativa de entre los espacios protegidos por tener un carácter más accesible y utilitario, sirviendo de lleno a las necesidades de ocio y esparcimiento que se crean entre la población urbana. Los parques naturales constituyen elementos que se incorporan funcionalmente en la malla urbana y que juegan un papel importante de sostén en los flujos de personas generados durante los fines de semana. La disponibilidad de tiempo para el ocio y el disfrute de la Naturaleza e ha convertido en
una necesidad básica de la sociedad actual, sobre todo entre la población urbana cuyo hábitat cotidiano, la ciudad, ha ido perdiendo calidad de vida y elementos naturales.
En la figura del parque se intenta compatibilizar la preservación de la naturaleza con la promoción del desarrollo económico: con este enfoque se pretende superar la idea de un parque es un museo sin posibilidad de disfrute por parte de la población. Idea que quedó reflejada en el I Congreso Nacional de Parques Nacionales celebrado en 1987 en España. Aunque tal concepción tiene variadas lecturas entre países, y puede darse el caso de que áreas protegidas de ciertos países incluyan actividades a las que se hayan opuesto de forma terminante otros.
El Turismo se considera que es una de las vías básicas para conseguir una mayor revitalización económica de los municipios que quedan incluidos dentro del parque, y una forma de amortizar la infraestructura y recursos que requiere el propio parque. La propia declaración de parque va unida a la creación de expectativas económicas y a la posibilidad de promoción, sobretodo para aquellas áreas más deprimidas.
La experiencia de Otros Países, no obstante, demuestra la difícil convergencia existente entre los planteamientos más conservacionistas y los planes de desarrollo que se llevan a cabo en el área del parque. En los Parques Alemanes se ha puesto de manifiesto que una de las principales tareas de gestión está centrada en el mantenimiento de la infraestructura pensada para el visitante, más que en medidas tendentes a proteger los hábitats naturales. En este sentido se han producido medidas mucho más drásticas como respuesta a la inviabilidad de un enfoque utilitarista. Este es el caso de la Ley de Conservación de la Naturaleza de Baviera en 1973, por la que se estableció que al menos el 75 % de los parques naturales debían tener el estatuto de paisaje protegido libre de los usos públicos.
A veces, incluso, el parque se hace eco de las propias contradicciones existentes en la planificación territorial, sobretodo cuando en la figura del parque se superponen otras figuras de planeamiento sectorial. La ordenación de los espacios de esparcimiento requiere una visión global donde se integren la ordenación rural con la ordenación urbana. En el fondo de la cuestión permanece la duda acerca de quién debería asumir las competencias plenas en materia de ordenación, si al entidad o el organismo encargado de gestionar el parque o las diversas partes administrativas con determinadas competencias independientes entre si que actúan sobre el área.
A pesar de la situación de conflicto derivada de la creación y existencia de espacios protegidos puede afirmarse que actualmente estos constituyen el ejemplo más sobresaliente de planificación integrada que existe en el medio rural. Incluso en países con una gran tradición en planificación rural, como es el caso de Gran Bretaña, los planes de desarrollo en torno a áreas protegidas se han mostrado mucho más efectivos que cualquier otra forma de planificación. Quizás también sea debido a que los espacios protegidos británicos disfrutan de concepciones mucho más laxas.
En cualquier caso, existen otras circunstancias más poderosas que hacen peligrar no solamente los hábitats naturales y las perspectivas económicas de los habitantes sino incluso también la propia existencia de parajes y áreas de singular bellezas y excepcional calidad tanto natural como cultural. La contaminación atmosférica en forma de lluvia ácida y los incendios forestales, más típico de los países mediterráneos, constituyen los principales riesgos a los que se ven sometidos los parques de los países desarrollados. Los países más pobres, sobretodo para aquellos situados en zonas tropicales, la acción más devastadora la constituye, sin lugar a dudas, la deforestación, al poner en marcha más tierras de cultivo y obras de infraestructuras monumentales.
3.2. LA ACTIVIDAD GANADERA Y LA ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO
LAS FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA GANADERIA (Las dificultades para conocer la Evolución de la Cabaña Ganadera).
Probablemente algunas de las razones justificativas de la falta de atención a la ganadería como objeto de estudio geográfico haya que relacionarlas con los numerosos problemas que presentan las fuentes. Sin duda el primero de ellos es el concerniente a las estadísticas ganaderas, a cuyos datos se les imputa una fiabilidad variable, pero siempre en un grado lo suficientemente escaso como para considerarlas más indicativas de tendencias generales, que expresivas de datos concretos.
La falta de exactitud de los censos ganaderos es consecuencia de la propia diversidad de la cabaña ganadera, de la movilidad espacial de los rebaños, de las oscilaciones estacionales de los mismos, así como de la fácil ocultación de los efectivos ganaderos por parte de sus propietarios.
Asimismo, la estadística ganadera cuenta con el problema adicional de las carencias de series homogéneas de datos y la irregularidad temporal de los censos. En cuanto a su composición podríamos distinguir los cuantitativos y los cualitativos. Entre los primeros estaríamos hablando de censos generales: aquellos que recogen información de todos las especies ganaderas (caballar, mular, asnal, vacuno, lanar, cabrío, de cerda), y de censos complementarios: cuando sólo nos ofrecen información de alguna o alguna de las especies que se recogen en los generales.
En 1.942 se realizaron dos recuentos de las existencias pecuarias, uno con la inclusión de crías y otro sin ellas, ambos referidos a las especies mayores. Por todo ello y a falta de otros datos fiables inmediatamente anteriores, cabe iniciar el análisis evolutivo en 1.942. El recuento de ese momento en el que se excluye a las crías permita ya contrastar sus resultados con las discontinuas siguientes, que de igual manera las ignoraron. Todavía en los Años Cincuenta y el Arranque de los 60 transcurrieron huerfanos de estadísticas continuas y sin que, al hacerlas, se incluyeran en cada caso las crías. En cambio la Administración continuó muy preocupada por las producciones, para casi todas las cuales existen, así, registros año por año.
Desde 1.962 se puede acudir a los Censos Agrarios. Y a partir de 1.960 a una serie de Censos Ganaderos del Mapa. de periodicidad cuatrienal con la colaboración del Cuerpo de Veterinarios Titulares y las Encuestas Intercensales realizadas trimestralmente para el ganado porcino, y semestralmente para el resto de la ganadería que, desgraciadamente, fue interrumpida en 1.986. Con información abundante, de calidad aceptable y desglosada a nivel municipal. A lo largo de 1.986 se ha puesto en marcha el programa de encuestas de efectivos ganaderos de la CEE.
La causa de su interrupción obedece a una doble contingencia: 1) a la consolidación del Estado de las Autonomías, surgido de la Constitución de 1.978
(traslado de las competencias del sector primario ). Y 2) a la adhesión de España a la CEE., cambiándose de la base municipal a la autonómica, en función de que las unidades de referencia de Bruselas son éstas, aunque a partir de ahí es posible disponer información sobre la ganadería subvencionada.
Otras Fuentes de Información Ganaderas son: Cartillas Ganaderas, Encuestas, Guías de Movimiento Comercial Pecuario, Registros de Explotaciones, Estadísticas de Sacrificios. Todas ellas ofrecen datos de sumo interés, pero a costa de un manejo que resulta laborioso y del que se obtienen unos resultados demasiado puntuales, razones por las cuales son poco utilizadas, y permanecen algunas de ellas, incluso, inéditas a los geógrafos.
Carencias notables o insuficiencias de las fuentes, además de las anteriormente aludidas, continúan siendo la falta de periodicidad de las estadísticas y de uniformidad de criterios, la parquedad de la información relativa a: razas animales, comercialización, estructura de las explotaciones pecuarias y composición de sus cabañas y, muy particularmente de producción animal y de otros datos alusivos a la relación existente entre la propiedad pecuaria, el componente territorial de las explotaciones y la estructura de la propiedad rústica subyacente a la misma.
Todo ello, sin duda, ha favorecido que los geógrafos orienten su quehacer hacia otros aspectos del mundo rural como el estudio de las estructuras de la propiedad, regimenes de tenencia, sistemas agrarios...etc, y, finalmente, explica la postergación de los estudios de ganadería y el que estos hayan adquirido un carácter implícito que difumina su personalidad. Así, ha sido frecuente que el estudio de la ganadería sectorialmente haya aparecido implícito o subordinado a la agricultura, que espacial y funcionalmente se haya comprendido en las áreas de montaña, y que conceptual y temáticamente se haya desarrollado en el seno de la geografía regional. No obstante el lugar secundario que le ha correspondido hay que reconocer la importancia económica social e histórica de la ganadería (Mesta, Derrota de Mieses, Trashumancia, La Dehesa - Ilustrados -).
LA GANADERIA ESPAÑOLA Y CANARIA EN EL CONTEXTO DE LA GEOGRAFIA RURAL.
Los estudios geográficos sobre Ganadería.
Hay que esperar a los Años 60, en la época del Primer Plan de Desarrollo, para encontrar los primeros trabajos de Geografía Agroganadera (primeros estudios de inequívoco sentido geográfico). Desde entonces los estudios han avanzado en tres direcciones:
1) La Ganadería como Actividad Agraria.
2) La Ganadería en su Dimensión Productiva y Económica.
3) Los Nuevos Espacios y Sistemas Ganaderos.
.- La Ganadería como Actividad Agraria -. (aprovechamiento agrario integrado en las prácticas agrícolas). La supeditación a la agricultura es manifiesta ya desde la disparidad en la disponibilidad de información, ya que los recuentos o estimaciones han ignorado con frecuencia las especies menores, esto es, las aves, conejos y colmenas, o han ocultado las crías, incluso para las especies mayores. Hay que destacar en este periodo los estudios de Angel Cabo sobre la Ganadería Española que se centran en el análisis de su evolución y en el estudio del Desplazamiento de la Carga Ganadera hacia el Litoral.
En los Trabajos de Geografía Regional, a inicios de los Años 60 se sustituye aprovechamiento ganadero por recurso pecuario y paisaje por espacio. Todo ello en una trayectoria en que, paulatinamente, se produce el distanciamiento de los planteamientos regionales clásicos. El punto de inflexión lo marcan los trabajos de María Luisa Pérez Iglesias: “La Reserva ( recurso económico ) Ganadera de Galicia“, que hacen notables aportaciones, a pesar de sus planteamientos regionalistas.
.- El Sector Ganadero en su Dimensión Productiva y Económica -.
Las transformaciones agrarias acaecidas en España en los años 60 condujeron a una especialización productiva de los espacios agrarios que dejan de ser sistemas agropecuarios mixtos y complementarios para pasar a ser excluyentes. Y ello vino a romper el equilibrio de los sistemas agroganaderos tradicionales, que hubieron de evolucionar hasta modelos acordes con la nueva realidad. La modernización emprendida dio lugar a la descomposición de los sistemas agroganaderos tradicionales y de su equilibrio interno, que quedó roto en favor del ganado porcino, aviar y vacuno
de aptitud lechera, al tiempo que el centro de gravedad de la producción se desplazaba hacia las granjas y establos. De igual modo, el surgimiento de nuevos sistemas ganaderos confirió a la ganadería una considerable independencia en relación al medio agrario, del que se despegó cultural y ecológicamente, pasando a tener un nuevo significado como elemento del paisaje rural.
Contrariamente a lo que sucede con la ganadería intensiva, la distribución geográfica de la ganadería extensiva coincide con las áreas de menor densidad de la población, de menor grado de urbanización y desarrollo económico, pesando en su localización mas la dependencia de las condiciones de la explotación que las provenientes de los mercados o centros de consumo. Las explotaciones avícolas fueron las primeras en adoptar el modelo industrial, seguidas de la porcinocultura y de los cebaderos de vacuno y/o ovinos.
.-Nueva Ganadería, Nuevos Espacios Ganaderos y Nuevas Geografías-.
La nueva aproximación al estudio geográfico de la ganadería, se caracteriza hoy por la pluralidad de enfoques. Mencionaremos en primer lugar la Dualidad del Modelo Ganadero Español que se ha consolidado, de un lado, sobre una ganadería intensiva que ha contraído una extraordinaria dependencia locacional de los centros urbanos a los que abastece, de las fábricas de pienso, de la ubicación de los mataderos e industrias de transformación. Su localización - condicionada por los centros de consumo - ha cambiado el mapa ganadero español que se ha convertido en un mapa de ganadería intensiva que guarda correlación con el mapa de densidad de población, lo cual es una prueba concluyente de la pérdida de sentido agrario de la ganadería, y elocuente, del sentido industrial que han adquirido la cría y la producción animal.
La realidad ganadera actual ha orientado los estudios en nuevas direcciones de trabajo. Entre estas, la gran aportación de los últimos años es la orientación agroindustrial de muchos de los estudios ganaderos recién publicados, cuya metodología, nuevas fuentes y espacios objeto de estudio han marcado una profunda ruptura con los estudios precedentes. Destacan en esta línea los estudios relativos a la producción, mercado, distribución de ganado y de productos ganaderos, industria agroalimentarias de base ganadera, localización productiva, de sacrificio y transformación, nuevas ganaderías, estrategias comerciales...etc.
Desde otra perspectiva, también hay que hacer notar los estudios que son conscientes de los extraordinarios riesgos y de la desadaptación, decadencia y fragilidad del algunos de nuestros sistemas ganaderos y abogan científicamente por la recuperación de formas y espacios ganaderos tradicionales. Igualmente, es objeto de consideración y estudio la compatibilidad de la ganadería extensiva (razas autóctonas) con los Espacios Naturales Protegidos, a fin de cooperar al mantenimiento del binomio: conservación - desarrollo. Mención especial merecen los trabajos que se plantean el estudio de la ganadería integrada espacial, económica y funcionalmente con otras actividades como la pesca o la agricultura .

Entradas relacionadas: