Evolución Política y Social en Gran Bretaña y Francia: Siglo XIX
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Gran Bretaña y Francia en el Siglo XIX
Gran Bretaña durante la Era Victoriana
La segunda mitad del siglo XIX es conocida en Gran Bretaña como la Era Victoriana, debido a que fue presidida por la figura de la reina Victoria. Los rasgos principales de la Era Victoriana fueron:
- Prosperidad económica
- Gran estabilidad política
- Reformismo electoral y social
Tras la reforma electoral de 1832, las más importantes fueron las de 1867, que amplió el derecho de voto a los cabezas de familia que pagaban un alquiler, y las de 1884-1885, que extendió el derecho al voto a los campesinos. Hubo reformas políticas y sociales que provocaron el aumento de los gastos estatales, lo que obligó a aprobar un impuesto progresivo sobre la renta.
La clase obrera británica presionó para lograr las reformas sociales a través de sus sindicatos, legalizados, y desde 1906, del Partido Laborista.
Presencia del Nacionalismo Irlandés en la Era Victoriana
Otro aspecto a destacar durante este periodo fue la creciente presencia del nacionalismo irlandés, que buscaba mayor autonomía para Irlanda.
Francia: Del Segundo Imperio a la Tercera República
El Segundo Imperio (1852-1870)
El presidente de la República, Luis Napoleón, siguió los pasos de su tío, dio un golpe de Estado y se coronó emperador (Napoleón III) en diciembre de 1852. El gobierno de Napoleón llevó a cabo las siguientes políticas y acciones:
- Participó en los conflictos bélicos europeos para restaurar la grandeza de Francia y defender los intereses de los movimientos liberales y nacionalistas frente a los monarcas absolutos.
- En ultramar, Napoleón III dio los primeros pasos para una política imperialista en África, Asia y México.
- El Segundo Imperio proporcionó estabilidad política en una época de crecimiento económico. París transformó su fisonomía según la concepción geométrica y colosal del barón Haussmann y se convirtió en el prototipo de ciudad moderna.
- Napoleón III intentó compaginar un gobierno autoritario y personalista con el impulso a las instituciones democráticas. Mantuvo un Congreso elegido por sufragio general masculino. Asimismo, recurrió al plebiscito personal. Se convirtió en el precursor de la manipulación de la opinión pública a través de la propaganda y logró apoyos sociales muy heterogéneos.
La Tercera República (1870-1940)
Tras la derrota frente a Prusia y la abdicación de Napoleón III, estalló en Francia una revolución conocida como la Comuna de París (1871), impulsada por los republicanos radicales y los obreros. Los revolucionarios constituyeron un gobierno popular, que proclamó una república federal de contenido socialista. El resto de Francia repudió este acontecimiento y eligió por sufragio general masculino una Asamblea Nacional en Versalles, claramente conservadora.
El éxito de la Tercera República se debió a los siguientes factores:
- Existía un Parlamento elegido por sufragio general masculino; se apoyaba en los acomodados agricultores de provincias y en una clase media urbana en expansión. Comenzó siendo un régimen conservador para deslizarse hacia posiciones políticas centrales y de izquierda reformista.
- La supremacía del Parlamento sobre el poder ejecutivo provocó inestabilidad en los sucesivos gobiernos, que se veían sacudidos por constantes escándalos.
- Un crecimiento económico modesto y protegido, y una política imperialista muy activa.
- Francia emprendió reformas sociales con intervención del Estado. La educación se hizo pública y gratuita; la Administración pública se profesionalizó; la Iglesia se separó del Estado y apareció un sindicato revolucionario apolítico: la Confederación General del Trabajo.