Evolución de la novela española: años 40, 50 y 60

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-Años 40: Por un lado, la novela de los autores del exilio y, por otro, la novela del interior en los primeros años de la posguerra.

-Años 50: Donde la orientación, como en la poesía lírica y el teatro, será la de la novela de contenido social y de crítica al régimen imperante.

-Años 60: Como en la poesía lírica, además de la preocupación por lo social, se percibe la influencia de los autores extranjeros y la experimentación formal.

Años 40. Exilio

Max Aub (1903-1972) escribe fuera sus principales novelas, en especial la serie de los Campos, sobre la guerra civil (Campo cerrado, Campo de sangre).

Francisco Ayala (1906-2009) publica también lo mejor de su obra en el exilio. A sus colecciones de cuentos y sus memorias añade dos magníficas novelas (Muertes de perro y El fondo del vaso) en las que estudia la naturaleza humana desde diferentes puntos de vista, siempre con un poso de ácida desesperanza y desengaño de los que brota la caricatura, la burla y la parodia.

Rosa Chacel (1898-1994) no padece en su obra del destierro el típico tono dolorido y angustiado, sino que sigue con su propósito de indagación intelectual en ambientes y psicologías de personajes. Destaca su obra Memorias de Leticia Valle.

Ramón J. Sender (1901-1982) es un novelista muy prolífico. En una nómina de títulos de valor muy desigual destacan La aventura equinoccial de Lope de Aguirre y, sobre todo, Réquiem por un campesino español.

Años 40. Interior

NOVELA EXISTENCIAL: lo existencial se convierte en uno de los temas fundamentales de la narrativa. Paralelamente a lo que ocurre en la poesía desarraigada, la desorientación, la hostilidad de la vida y la angustia marcan los motivos de parte de la novela de estos años.

•Carmen Laforet (1921-2004) con Nada, la trama recoge hechos cotidianos de su vida, inmersa en la incomunicación y el desencanto.
•Miguel Delibes (1920-2010), con La sombra del ciprés es alargada, novela impregnada de preocupaciones existencialistas, como la obsesión por la muerte y por la infelicidad.

EL TREMENDISMO: algunas novelas reflejan los aspectos más desagradables y brutales de la realidad para efectuar una reflexión profunda sobre la condición humana.


•Destaca La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela (1916-2002): la novela narra un cúmulo de crímenes y de atrocidades que parecen verosímiles por el tipo de protagonista y por el ambiente. Como un nuevo pícaro, Pascual Duarte narra su biografía para que entendamos cómo ha llegado a ser un condenado a muerte.

LA NOVELA DE LOS AÑOS 40. LA NOVELA DEL INTERIOR

Gonzalo Torrente Ballester (1910-1999), que evoluciona desde un relato muy ideologizado como su primera novela, Javier Mariño (1942) al realismo en la trilogía Los gozos y las sombras (1957-1962), o al experimentalismo en Don Juan (1963).
Camilo José Cela (1916-2002), del tremendismo de La familia de Pascual Duarte (1942), pasa al realismo en la que será su mejor novela, La colmena (1951), que muestra con técnica caleidoscópica, un completo panorama del Madrid de posguerra a través de más de trescientos personajes que forman un impresionante protagonista colectivo mirado desde un profundo escepticismo. con San Camilo, 1936 (1969), Cela se suma a la marea experimentalista.
Miguel Delibes, otro de los grandes autores del siglo, que se destapa con La sombra del ciprés es alargada (1947) de tono existencial. Con El camino (1950) muestra la cara más entrañable de la realidad social, mientras que Las ratas (1962) es un retrato con protagonista colectivo de una realidad misérrima de un pueblo castellano. Con Cinco horas con Mario (1966) se suma al experimentalismo en boga en los sesenta.
LA NOVELA DE LOS AÑOS 50. Se observan dos grandes tendencias:
El neorrealismo. Que se centra en los problemas del hombre como ser individual (la soledad, la frustración, etc.):
Autores: Ana María Matute (Fiesta al noroeste), Ignacio Aldecoa, (El fulgor y la sangre), Rafael Sánchez Ferlosio (El Jarama, novela conductista; crónica de un día de domingo de un grupo de jóvenes junto al río Jarama) y Carmen Martín Gaite (Entre visillos).
La novela social(realismo social): se centra en los problemas de los grupos sociales. Los temas se centran en las clases trabajadoras y el estilo es sencillo, tanto en el lenguaje como en la técnica narrativa, se pretende llegar a un amplio público.
Autores: Jesús Fernández Santos (Los bravos), Jesús López Pacheco (Central eléctrica), Juan García Hortelano (Nuevas amistades, Tormenta de verano); Armando López Salinas (La mina).

LA NOVELA DE LOS AÑOS 60

Agotamiento del realismo y evolución hacia la experimentación.

1. Influencia de autores europeos (Proust, Kafka, Joyce), norteamericanos (Faulkner, Dos Passos) o latinoamericanos (Vargas Llosa, Cortázar, García Márquez),

2. Novelas más complejas y experimentales, dirigidas a un lector con mejor preparación intelectual que en los años cincuenta.

3. Las novedades no afectan sólo al argumento o la estructura, también a la forma, incluso la mezcla de géneros: perspectivismo argumental, el monólogo interior o los continuos saltos hacia atrás o hacia delante en el argumento

Novelas consideradas modelos de las nuevas tendencias: Tiempo de silencio de Luis Martín Santos, Señas de identidad de Juan Goytisolo, Volverás a Región de Juan Benet yÚltimas tardes con Teresa de Juan Marsé.

II. La narrativa de los años 70 a nuestros días.

Consideraciones generales:

El ambiente de libertad en el que comenzó a desarrollarse la cultura española tras la muerte del general Franco (20 de noviembre de 1975), permitió un mejor conocimiento de la literatura española en Europa y de la literatura occidental en España. A ello contribuyó significativamente:

•la desaparición de la censura (lo que supuso la publicación de novelas españolas prohibidas en nuestro país y editadas en el extranjero, expurgadas o inéditas),
•y la recuperación de la obra de los escritores exiliados y un mayor conocimiento de la narrativa de otros países.

CARACTERÍSTICAS GENERALES.

La novela, formal y temáticamente se aleja del experimentalismo produciéndose una vuelta al interés por la historia, por el argumento, por la intriga, sin volver al realismo típico de la narrativa del XIX, ni al más próximo del realismo social.

Dos características:

•El carácter aglutinador. Acoge prácticamente todas las tendencias, modalidades, discursos, temas, experiencias y preocupaciones personales.
•La individualidad. Cada novelista elegirá la orientación que le resulte más adecuada para encontrar un estilo propio con el que expresar su mundo personal y su particular visión de la realidad.

PRINCIPALES TENDENCIAS TEMÁTICAS.

Novela policíaca y de intriga. Destacan Manuel Vázquez Montalbán, autor la serie protagonizada por el detective privado Pepe Carvalho. O Antonio Muñoz Molina en El invierno en Lisboa, Beltenebros, o Plenilunio.
Novela histórica. Se pueden citar como ejemplos El hereje (1998), de Miguel Delibes, así como la saga protagonizada por el capitán Alatriste, de Arturo Pérez-Reverte, ambientada en el Siglo de Oro. En los últimos años son frecuentes las novelas históricas sobre la Guerra Civil, como Soldados de Salamina (2001), de Javier Cercas; La voz dormida (2002), de Dulce Chacón, o Los girasoles ciegos (2004) de Alberto Méndez.
Novela de la reflexión íntima. Este tipo de narrativa se centra en la búsqueda personal y la reflexión sobre la propia existencia. Obras representativas de esta tendencia son Mortal y rosa (1975), de Francisco Umbral, sentida reflexión sobre la muerte, o El desorden de tu nombre, de Juan José Millás, que combina la introspección psicológica con la reflexión literaria.
Novela de la memoria y del testimonio. La memoria de una generación y el compromiso son los temas básicos de esta corriente, en la que se encuadran novelistas como Rosa Montero, con Te trataré como a una reina (1981), defensa de la condición femenina.
Novela de la contracultura. Novela de autores más jóvenes que trata los problemas de la juventud urbana con una estética contracultural (Historias del Kronen, de José Ángel Mañas, o la obra de Ray Loriga).
Blas de Otero - Pido la paz y la palabra
Gabriel Celaya - Cantos iberos
Jaime Gil de Biedma - Poemas póstumos Pere Gimferrer - Arde el mar
Camilo José Cela - La familia de Pascual Duarte, La colmena
Carmen Laforet - Nada
Miguel Delibes - El camino; Cinco horas con Mario
Luis Romero - La noria
Rafael Sánchez Ferlosio - El Jarama
Carmen Martin Gaite - Entre visillos
Luis Martin-Santos -Tiempo de silencio
Juan Goytisolo - Señas de identidad
Juan Marsé - Ultimas tardes con Teresa
Eduardo Mendoza - La verdad sobre el caso Savolta

Enrique Jardiel Poncela - Eloisa está debajo de un almendro

Antonio Buero Vallejo - Historia de una escalera
Miguel Mihura . Tres sombreros de copa
Alfonso Sastre - Escuadra hacia la muerte
Antonio Gala - La vieja señorita del Paraiso
Fernando Arrabal - Pic-nic
Fernando Fernán Gómez - Las bicicletas son para el verano

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