Evolución de la Narrativa Española: Desde el Desastre del 98 hasta el Novecentismo
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Narrativa Española Antes de 1936
El siglo XX se abre con el Desastre del 98, una profunda crisis que desmoronó la idea de España como gran imperio. Los intelectuales, descorazonados, se centraron en su preocupación por el "problema de España", manifestando su angustia existencial y su necesidad de profundos cambios. Los jóvenes se sentían "modernos", rechazaban los principios artísticos e ideológicos del realismo anterior y buscaban la innovación. La renovación de formas, el compromiso, la llegada de las vanguardias y la genialidad de una gran cantidad de escritores llevaron a la literatura española a su máximo esplendor en este primer tercio del siglo, dando lugar a la llamada "Edad de Plata de la literatura española". Se sucedieron tres generaciones, pero el género estrella fue la novela. A continuación, se destacan los novelistas más importantes de cada generación:
Generación del 98
Esta generación no veía lógico evadirse de la realidad y prefirió centrarse en el "problema de España": analizar las causas del desastre, conocer bien a España describiendo su paisaje, su historia, sus costumbres y, sobre todo, sus gentes. Buscaron también soluciones (regeneracionismo), aunque se quedaron más en los lamentos. Su angustia no era solo social, sino también una angustia individual de "fin de siglo". Mostraron su preocupación por Dios, pues empezaron a dudar de su existencia, por la personalidad humana, por el paso del tiempo y, sobre todo, por la muerte. Escribieron así con una profundidad filosófica existencial. También tuvieron preocupaciones formales, manifestaron su rechazo al Realismo anterior, buscaron la innovación y la mezcla de géneros (Unamuno inventó la nivola). Sin embargo, no les gustó el estilo recargado del primer modernismo y defendieron el "antirretoricismo" y el estilo sencillo. Los autores más destacados fueron: Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Azorín, Maeztu, Antonio Machado y Valle-Inclán.
- Ramón María del Valle-Inclán: En su primera etapa, de ideología carlista, cultivó un estilo totalmente modernista, sensual y delicado. Las Sonatas son las mejores novelas modernistas españolas. En una etapa de transición, desarrolló una literatura mítica. En su última etapa creó un género propio, el esperpento, que consiste en una deformación grotesca de la realidad para poner al descubierto cruelmente los graves problemas de España. En esta época, Valle ya era anarquista y comunista.
- Maeztu: Gran ensayista.
- Azorín: Se dedicó a la prosa mezclando novela y ensayo autobiográficos.
- Pío Baroja: Es el gran novelista del grupo. Escribió trilogías o tetralogías con un estilo lleno de acción y de nervio, más preocupado por el argumento y las ideas que iba incluyendo en sus novelas que por el lenguaje o el estilo. Destaca su obra El árbol de la ciencia.
- Unamuno: Mostró una gran preocupación por el lenguaje, a la vez que por España y, sobre todo, por su angustia existencial: su miedo a la muerte, su ansia de inmortalidad. Sus novelas son tan filosóficas, basadas casi exclusivamente en el diálogo y poco en la descripción, que quiso llamarlas "nivolas" por la innovación que suponían del género.
El Novecentismo o Generación del 14
El Novecentismo, también conocido como Generación del 14, se sitúa entre la Generación del 98 y la Generación del 27. Sus integrantes, en su mayoría ensayistas, buscaban la belleza y la perfección formal, con el gusto por palabras arcaicas, referencias clásicas y ritmos armónicos. Aunque no poseían conciencia de grupo, compartían algunos rasgos: una sólida preparación intelectual; su europeísmo, que anteponían al castellanismo noventayochista; la obsesión constante por una obra "bien hecha", buscando nuevas formas literarias; y el placer del "arte por el arte". En novela destacan Ramón Pérez de Ayala y Gabriel Miró.